(AW) Ayer hace un año , la condena de un productor sojero y un aero aplicador en los tribunales penales de Córdoba , por usar productos tóxicos, ponía en evidencia la acción del agro-negocio, por el mismo tiempo, la presidenta anunciaba en Nueva York, la instalación de una planta de procesamiento de maíz transgénico, con este motivo muchísima gente de toda la provincia marcho por las calles de la ciudad, no sólo para recordar, sino principalmente para apoyar el pedido de los vecinos de Malvinas Argentinas, de una consulta popular en la que los vecinos decidan si quieren o no a Monsanto en el barrio.
A continuación reproducimos la nota que sobre el tema publicó “ECOSCórdoba”
Sin licencia social
Por ECOS Córdoba - Thursday, Aug. 22, 2013 at 4:17 PM
Condena popular
Para conmemorar el año del importante juicio contra dos productores y un aeroaplicador, por las calles de Córdoba marcharon hermanadxs distintos sectores sociales y políticos de nuestra ciudad, pero lo más importante fue la presencia de sectores poblacionales que vienen luchando contra variadas problemáticas ambientales expresaron su voluntad de que no se instale Monsanto en Malvinas, que se detenga toda actividad fumigadora y que sea el pueblo de Malvinas el que decida si se quiere o no la construcción de la planta acopiadora y seleccionadora de semillas transgénicas de maíz.
El lugar para hacer sentir su protesta en esta oportunidad fue la sede central del radicalismo cordobés, (Casa radical) lugar que alberga la identidad política del Intendente de Malvinas, el cual se ha empeñado en descalificar subestimar y ningunear cualquier opinión contraria a su pensar favorable a la instalación de Monsanto, llegando a desconocer dos informes de encuestas realizadas a lxsvecinxs de Malvinas los cuales denotan la opinión favorable para que se realice una consulta popular en la localidad malvinense y la voluntad mayoritaria de rechazo a la iniciativa del gobierno nacional.
En abril de este año una investigación estadística en base a un muestreo de 352 encuestados en el pueblo de Malvinas Argentinas, que fue realizada por científicos del CONICET y de la Universidad Católica de Córdoba, en colaboración con estudiantes y egresados de la Universidad Queen Mary (Londres), determinó que casi seis de cada diez vecinos de la ciudad (58,21%) está en contra de la instalación de Monsanto. Y casi nueve de cada diez (87,3%) quiere la consulta popular.
La consulta popular no es lo único que ha rechazado de hecho el intendente Arzani, sino que desde un inicio bloqueo cualquier iniciativa que pretendiera proteger la vida. En octubre del año pasado fue el Consejo Deliberante el que rechazó de forma unánime un proyecto de ordenanza presentado por vecinxs de la asamblea para declarar a la localidad “Zona de Resguardo Ambiental”.
La mala noticia
A la par que se iniciaba el juicio por contaminación en barrio Ituzaingó, la presidenta de la nación anunciaba desde Nueva York, vía una conferencia de prensa, la instalación de una planta procesadora de maíz en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas.
La planta de Monsanto está proyectada ser construida a escasos 15km del centro de Córdoba capital, y es gracias a la iniciativa del gobierno nacional para potenciar el modelo transgénico en nuestro país, pero además cuenta con el aval político y económico del Gobierno provincial de De La Sota y del intendente radical del municipio de Malvinas Argentinas Daniel Arzani.
Hace un año y durante casi tres meses por los tribunales penales de Córdoba, se ventilaron los peores relatos acerca de lo que ocurría con la actividad de cultivos transgénico y sus semillas resistentes al glifosato en barrio Ituzaingo Anexo. Impensadas estadísticas de contaminación, enfermedad y cáncer sobre la población del barrio y una cuantiosa pérdida de vidas humanas, ponían en primera plana los hechos largamente denunciados por las madres de barrio ituzaingó durante más de diez años.
El juicio que concluyó hace un año atrás, con la condena de un productor y el aeroaplicador, se transformó en un hecho de denuncia y educación para la sociedad cordobesa en particular y la Argentina en general, de toma de conocimiento de la gravedad del modelo defendido solamente por quienes pretenden maximizar sus ganancias con la producción de cultivos transgénicos, en detrimento de la vida y su diversidad.
A principio de este año se dio a conocer un informe realizado por docentes e investigadores de la UNC el cual luego de analizar el estado de la salud de lxs habitantes de Malvinas en la actualidad puso en evidencia la peligrosidad del aumento de agentes contaminantes sobre la población si se instalara Monsanto, ya que los científicos calificaron de muy grave el escenario socio-ambiental y recomiendan no someter a esta población a los efectos de, entre otros contaminantes, el polvo de cereales que emanaran de los silos (como producto del uso de sustancias tóxicas para los seres vivos) y la actividad productiva de Monsanto que pronto se concretará en esa localidad.
Para docentes e investigadores de la U.N.C., Malvinas Argentina posee el perfil de enfermedades que caracteriza a los pueblos fumigados en la Argentina. Dentro de las principales enfermedades detectadas, los profesionales puntualizan que: “las neumopatías obstructivas son las enfermedades más frecuentes y junto con las dermatitis su presencia es mayor en las zonas periféricas. La prevalencia de abortos espontáneos es de 25 por cada 100 mujeres en edad reproductiva, la más alta registrada en el país y junto con los numerosos casos de niños con malformaciones congénitas en las zonas más fumigadas del pueblo, expresan el impacto de los pesticidas en la salud reproductiva de la población. Los tumores y cánceres detectados también siguen el patrón de distribución que prioriza las zonas del pueblo expuestas a agrotóxicos.”
Primavera sin Monsanto
Con este estado de situación, donde la justicia se ha comportado de forma benevolente para con los empresarios y dilatoria de las demandas de lxsvecinxs que luchan por la vida, la voluntad de la Asamblea que resiste la instalación de Monsanto no ha decaído y proyecta nuevas acciones para resistir al Monoplio.
“Ecos Córdoba” dialogó con Esther Quispe Integrante de la asamblea, mientras se realizaba el escrache a la Casa Radical. Para ella la convocatoria fue positiva ya que: “vinieron vecinos de los pueblos comprometidos por la lucha ambiental, el suelo y del agua” y subrayó que es muy bueno haber terminado aquí en la “Casa Radical”, ya que es un símbolo, porque Daniel Arzani es intendente radical”. Consultada sobre el nuevo informe encargado por la justicia el cual dio resultados similares al realizado por el CONICET, Quispe consideró: “No nos sorprendió el resultado del perito socioambiental enviado por el tribunal. Es lo que venimos escuchando de los vecinxs y en el estudio del CONICET”.
El silencio del intendente y la actitud negadora de este nuevo resultado, no ha hecho decaer la idea de que es el pueblo el que debe decidir la instalación o no de Monsanto en la localidad y para lxs asambleístas la oportunidad para que se realice la expresión popular debe ser en el marco de las elecciones de octubre.
No obstante y mientras continúan con sus demandas desde las asambleas socio ambientales se está convocando para el 19 de septiembre a realización de una jornada de denuncia y festival que se llamará “Una Primavera sin Monsanto” en Malvinas Argentinas, para la cual esperan la presencia solidaria de personas de todo el país.
Vía:
http://www.agenciawalsh.org/defensa-del-medio-ambiente/136-dma/11113-2013-08-23-21-51-33.html
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