1.
Hoy lunes no escucharé noticias; después de 50 años de escuchar lo
mismo en lo electoral, me se de memoria las acusaciones, tonterías y
cinismos de los políticos. Antes sabíamos todos que el PRI obtendrían
el 95 por ciento de los cargos; hoy sabemos –con excepción de los ilusos
que votan- que los cargos se dividirán entre el PRI, PAN, PRD que son
exactamente lo mismo. Es decir, antes era un solo partido el que se
quedaba con todo; hoy es una clase política que funciona igual que el
PRI que dominó durante siete décadas. No son las mismas personas; sus
partidos tienen nombres diferentes, pero gobiernan, engañan, roban
igual, permutan cargos, se enriquecen, sean hombres, mujeres, jóvenes o
viejos; e sea, están hechos con la misma pasta y la misma ideología.
2.
Se llamaba antes presidencialismo y corporativismo, hoy se llama “Pacto
por México”. Antes el presidente y su equipo lo decidía todo; hoy éste
como que “se hace tonto”, como que “no interviene”, pero le impone a los
partidos –por medio del PRI- todo todas sus políticas. Los partidos
(PAN, PPS, PARM y muchos más de izquierda y derecha) que antes sólo eran
subsidiados ampliamente por el gobierno, hoy además del subsidio
multimillonario, les otorgan diputaciones, senadurías, gubernaturas,
televisión y radio. ¿Qué el pueblo vota y decide? Es un decir que
provoca mucha risa, porque con tantos millones de pesos que se dilapidan
en las elecciones, un desempleo y hambre permanente, los votos se
inducen, se compran y se venden con enorme facilidad. Después de las
elecciones las cosas continúan igual de pactadas.
3.
¿Qué quien ganó en California, Zacatecas o Quintana Roo? Depende del
partido que te manipule o los medios de información que consultes. Es lo
mismo que preguntar si los presidentes Salinas y Zedillo del PRI fueron
tan malos y peores que los presidentes Fox y Calderón del PAN. Yo creo
que moriré invicto: sin haber votado nunca; pero pienso que tampoco lo
hace la CNTE, el EZLN, la gente de Sicilia y los radicalizados de
izquierda. Y no es que sea malo votar; lo que sucede es que es tan
evidente que en México sigue el 70 por ciento de la población en la
miseria, que los partidos son sectas que se sirven así mismos, que los
millonarios se hacen más ricos, que los servicios de salud, educación y
vivienda están cada vez en peores condiciones, que votar es contribuir a
que las cosas continúen igual. ¿Para qué entonces sirven los procesos
electorales?
4.
Y no se trata solamente de nulificar los votos o de anularlos votando
por un perro, un gato o un cerdo; lo importante es llegar a la
convicción de que con votar no se soluciona absolutamente nada mientras
el pueblo no tenga conciencia o conocimiento de lo que sucede en el
país, mientras no piense que todos los políticos y partidos sólo buscan
realizar negocios y que el pueblo lleva un siglo votando para que las
cosas sigan igual. Muchos incluso dicen que –dada la situación económica
de hambre del pueblo- vale más recibir cien pesos, una despensa o un
saco de cemento del PAN, del PRI, del PRD, que no recibir nada a cambio
del voto. Y lo grave es que esta práctica lleva muchas décadas y parece
que perdurará mucho más tiempo. ¿Se olvida para qué sirve gastar miles
de millones de pesos en elecciones y en medios de información?
5.
¿Qué carajos le importa al pueblo el partido que haya ganado o perdido
las elecciones? Obvio muchos viven con la promesa política y la
esperanza de que su hijo obtenga un trabajo en el gobierno, en la
burocracia, o logre una beca para la escuela; otros tienen la esperanza
de que les construyan una carretera, un parque o le suban un peso a los
jornales. Así con esas esperanzas pasan las décadas, las generaciones y
los siglos los habitantes de los pueblos sin ver y sin luchar porque sus
vidas de explotados y oprimidos cambien. En tanto los políticos en
México –con un enorme cinismo- cambian de un cargo a otro manteniéndose
en el aparato de poder de 10 a 50 años y cobrando lo equivalente a 200
veces el salario medio de un trabajador. Pero los procesos electorales
siguen vivitos y coleando por la dilapidación de un gran presupuesto
público.
6.
Los que hoy vivimos, en 100 años o menos ya estaremos muertos. No nos
dará vergüenza que una ínfima minoría de poderosos ricos nos haya
oprimido y aplastado a pesar de que somos el 90 por ciento de la
población que se los podría deglutir de un bocado. ¿O será que un siglo
sean pocos años para alcanzar nuestra liberación? No sé qué harán China,
India, Brasil, Rusia, frente al imperio de los EEUU y los países
europeos; no sé si los musulmanes se dejarán aplastar por occidente; no
se si la carrera nuclear continúe o si el mundo se destruirá por la
contaminación atmosférica provocada por los grandes países. Lo que me da
risa y coraje es que sigamos metidos en entretenimientos electorales
creados por las clases dominantes y los medios de información. ¿Qué pasó
con los demás grupos de izquierda que han dejado a la CNTE solitario en
las calles? (8/VII/13)
Pedro Echeverría V.
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