Al menos 30.000 estudiantes universitarios corren riesgo de ser expulsados de los campus españoles por no poder hacer frente a la subida de las matrículas, que han aumentado hasta 540 euros de media.
A este hecho hay que añadir que además se han concedido menos becas al endurecerse los requisitos académicos. Del 5,5 de nota media ahora se pide un 6,5. Y todo ello en un momento en que se experimenta un grave deterioro de las condiciones de vida de la clase trabajadora española fruto de las políticas capitalistas impuestas por el Gobierno de Mariano Rajoy y la llamada “Troika”, conformada por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).
La cifra de alumnos que no pueden asumir la subida de tasas todavía podría aumentar ya que algunas universidades no han incluido todavía en sus estadísticas a los estudiantes a los que se les ha denegado la beca. Solo unos ejemplos: en la Universidad de Sevilla un 15 por ciento más de los alumnos se han quedado sin beca (13.000), en Cataluña las denegaciones han crecido un 20 por ciento, mientras en Salamanca han pasado del 38 al 45 por ciento (5.853 estudiantes).
El caso más gráfico es el de la Universidad Nacional a Distancia (UNED) con 10.500 impagos entre alumnos que no solicitaron beca. “El porcentaje de morosos no ha variado aún respecto al año pasado, pero ahora nos van a llover los casos de gente que no puede hacer frente a las tasas”, cuenta Álvaro Jarillo, vicerrector de Estudiantes. Solo 10.402 de los 32.000 estudiantes que pidieron beca la han obtenido, frente a los casi 15.000 del pasado curso, un 31 por ciento menos.
Algunas cifras de otras universidades o comunidades autónomas permiten hacerse una idea de la magnitud del problema. En Madrid, donde las matrículas se han incrementado un 38 por ciento de media, los campus admiten que hay unos 7.000 estudiantes que no han podido hacer frente al pago de las tasas. En Cataluña hay contabilizados al menos 3.000 casos —el triple que hace tres años—, lo que eleva el impago a unos tres millones de euros. En esta comunidad las matrículas subieron hasta un 67 por ciento.
En las universidades andaluzas contabilizan al menos 5.700 alumnos morosos. En la Universidad Politécnica de Valencia dicen que son 656, en el campus de Oviedo, un millar; en la del País Vasco admiten 241; en Castilla-La Mancha contabilizan 377 o en el campus de A Coruña, 160.
El impago de las matrículas comporta irremediablemente la expulsión del estudiante de la universidad. Se trata de una expulsión administrativa, ya que aunque el alumno puede continuar yendo a clase e incluso realizar los exámenes, se le veta el acceso al campus virtual y no se le rellena el acta con las notas, así que no puede matricularse al año siguiente ni pedir el título ni ningún certificado académico.
LibreRed / EP
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