La Guerra del Agua
(Cochabamba, Bolivia, 2000)
I
Un día como hoy, 4 de abril del 2000,
hace trece años, se iniciaba la movilización popular de cochabambinos y
cochabambinas, en contra de la privatización del agua.
A esta movilización se la llamó: “La
Batalla Final”, eran cientos de miles de hombres , mujeres, jóvenes,
ancianos y ancianas, niños y niñas, que salieron de sus casa, escuelas,
comunidades, fábricas, para decir ¡Ya Basta¡ al modelo político de
imposición, de soberbia, de desprecio, de ignorarnos que existimos…y el
¡Ya Basta¡ al modelo económico de “despojo y saqueo, al que nuestro
Pueblo había sido sometido, pero resistido siempre, durante siglos h en
particular a partir de agosto de 1985.
A estas alturas de la lucha, iniciada
por los hermanos y hermanas regantes de la Llajta, en noviembre de 1999,
la movilización ya no solo era en contra de la pretendida
mercantilización y negocio con el agua, por parte de un puñado de
políticos y empresarios, sino que se convirtió ya en ese glorioso abril
en que la gente demandaba DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, TRANSPARENCIA Y
DEFENSA DE LO COMUN.
Hoy las cosas no han cambiado mucho,
vivimos bajo un régimen cuya característica principal es el desprecio a
grandes sectores de la población que pelearon por reales cambios en la
economía y la política, un gobierno autoritario, soberbio y que no
tiene, en absoluto, la RECIPROCIDAD con este Pueblo que de manera
generosa expuso su vida, porque el presente y el futuro nuestro y el de
nuestros hijos e hijas, sea construido por nuestras propias manos, sin
intermediarios, SIN PARTIDOS, SIN CAUDILLOS, SIN PATRONES.
Hoy como hace trece años, estas tareas
pendientes y señaladas con absoluta nitidez por la gente sencilla y
trabajadora del campo y la ciudad de nuestra Cochabamba, siguen
vigentes…
II
7 de abril, fue un Viernes, primer
Viernes de Abril del 2000, un día de mucha lucha, detenidos por la
policía, engañados por el gobierno que dijo que se cambiaba la Ley y se
iba Aguas del Tunari.
Al final, al anochecer de ese día,
allanaron la casa de mis padres, dispararon cuatro veces para
asesinarme, yo no estaba ahí, mis padres pusieron el pecho a la
prepotencia y a la violencia.
Hoy fui al Cementerio a dialogar con mi
Madre y mi Padre, les agradecí por el apoyo, la protección y la mirada
que siempre me inculcaron, de un horizonte y destino posible, al igual
que la gente de nuestro Pueblo.
Mis padres y hermanos y hermanas, me
dieron eso ánimo, fortaleza, protección y ante todo comprensión. Gracias
a ustedes, a la gente de las calles y los caminos.
Mi esposa y mis hijos quienes sufrieron
días, semanas y meses de angustia, pero ante todo de confianza en que no
íbamos a claudicar y…no lo hicimos…no lo haremos jamás.`
Se declaró el estado de sitio….en la noche del 7 de abril
III
8 y 9 de abril…de aquel 2000, se declaró el estado de Sitio y como
jamás había pasado, la gente no se fue a sus casa, salió con más
fuerza…los militares y policías tuvieron que irse a sus cuarteles y para
salir debían pedir permiso a la gente en las calles, algunos prestaron
sus ropas de “civil” a los soldados…
Fueron tomados presos y confinados varios compañeros y compañeras, unos “con razón”, otras personas fueron infiltradas.
Asesinaron a Víctor Hugo Daza, un joven
que pasaba casualmente por la calle Brasil, asesinaron a cuatro
indígenas aymaras en Omasuyos, a 400 Km. de distancia, también peleaban
por las aguas y sus demandas.
No podía hablar, la voz se había ido,
como el miedo se fue,..masqué retama por horas y volvió la voz, como la
esperanza…porque el Pueblo estaba firme y había derrotado a las balas, a
la soberbia…
LLoré cuando un periodista me llamó al
celular para que pueda decir que yo no había muerto ni había sido tomado
preso…lloré de dolor por los muertos y de alegría por la vigorosidad de
nuestra gente…lloramos en las barricadas, vestido de muchacho
veinteañero, con la gente, nos abrazamos y eso nos dio mas fuerza.
Abril eterno…..ayer, hoy y
mañana…abril…en tus días no solo soñamos…nos alegramos, nos
hermanamos…nos hablamos…nos re-conocimos…nos amamos…nos juntamos…contra
la muerte…por la vida…
IV
9 y 10 de abril…las calles llenas de
gente, de alegría, de fortaleza, de vigor, de ánimo….el gobierno no tuvo
otro remedio que “buscarnos” para llegar a “acuerdos”, no había tales
la decisión popular estaba tomada: se iban la Bechtel, Edison y Avengoa y
se cambiaba la ley, en base a la propuesta de los hermanos Regantes.
En otras palabras: No más “despojo”,
fuera los saqueadores y…las y los que decidimos somos “nosotros y
nosotras” y no unos cuantos políticos y empresarios…es decir ya no
creemos en la política de partidos y no más economía de saqueo.
La “soberanía reside en el Pueblo” dicen las Cartas Constitucionales de los Estados y aquí se cumple eso que está en el papel.
La gente se fue a ocupar los edificios de los partidos políticos y los “jefes” huyeron como ratas…
Los militares y Policías en sus cuarteles
El prefecto (Gobernador) renunció.Los militares y Policías en sus cuarteles
El Alcalde y las demás “autoridades” desaparecieron.
Es decir el “poder efímero de los de arriba” se derrumbó ante el “Poder de los de Abajo”.
No había nadie en sus palacios y oficinas
La Plaza central, las calles y caminos
estaba “ocupada” por sus legítimos dueños y dueñas…nosotros y nosotras,
la “gente sencilla y trabajadora de la ciudad y el campo”, como dice
nuestra hermana…Raquel Gutiérrez.
Por primera vez cientos de miles de
hombres, mujeres, jóvenes, “jovenas”, niños, niñas, ancianos y ancianas,
se sentían soberanos y soberanas, habían recuperado el “Poder”
expropiado por los partidos, los Caudillos y los Patrones.
Saboreamos en carne, hueso y espíritu nuestro Poder y eso…no lo olvidaremos jamás.
Saboreamos en carne, hueso y espíritu nuestro Poder y eso…no lo olvidaremos jamás.
Eso hicimos en nuestro abril…eso debemos de volver a hacer…deberán haber más abriles…eterna…infinitamente….
V
Y llegó el 12 de abril del 2000, día
antes el Congreso de diputados y senadores modificó la Ley de Aguas y la
Bechtel fue echada…los políticos también…recién pude salir a la calle a
re-establecer mi vida cotidiana.
Era el día del niño.., había dormido,
como hace semanas atrás, en las casa de amigos y amigas, quienes de
manera generosa me brindaron un lugar, un poco de comida y mucho, mucho
afecto y respeto…salí a la calle y para esperar el microbús que llevaba a
mi hijo de 6 años, Diego, a la Escuela, no lo había visto semanas…el
chofer de la movilidad había estado a mi lado en las luchas, Don Ramón,
me reconoció, paró la movilidad, subí y abracé a mi hijo, lloramos….y el
bus siguió su camino con la alegría de los niños y niñas rumbo a
clases, luego de varios días de no haber asistido a las aulas, ni haber
visto a las maestras.
Todo estaba en calma, salvo mi corazón y mis pensamientos…qué logramos??…me preguntaba solitario en la calleAhí recordé lo que, en conjunto, escribimos el comunicado de la Coordinadora el domingo 6 de febrero de ese año y que decía:
“….El otro gran logro de esta movilización es que perdimos el MIEDO. Salimos de nuestras casas y nuestras comunidades para hablar entre nosotros, para conocernos, para nuevamente aprender a confiar unos a los otros. Ocupamos las calles y los camine, porque somos los verdaderos dueños. Lo hicimos sobre la base de nuestra propia fuerza. Nadie nos pagó ni nos multó. Para nosotros población trabajadora de la ciudad y el campo, este el auténtico significado de la Democracia…Decidimos y hacemos, discutimos y ejecutamos……”
No solamente habíamos “desprivatizado” el agua…sino también la política, el monopolio de quiénes toman lasdecisiones……
…EL AGUA ES NUESTRA ¡CARAJO¡¡ Y….LAS DECISIONES TAMBIEN…Esta historia continúa…..
Vía:
http://www.agenciasubversiones.org/?p=7440
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