(APe).-
“…cedida la palabra al trabajador, el mismo expresa que su despido fue
discriminatorio por hablar con el delegado Germán Tonero y ratifica su
reclamo de reincorporación…La empresa ha actuado legalmente por lo cual
rechaza el término de “injustamente despedido”, niega la existencia de
despido discriminatorio alguno en el caso, niega que haya sido despedido
por hablar y esta es la primera vez que sale a la luz la eventual e
hipotética causa del despido…reiteramos que el despido es sin causa…”,
se puede leer en el expediente número 01604 – 0128890-5 del Ministerio
de Trabajo de la provincia de Santa Fe, delegación Rosario.
El acta es del primero de marzo de 2013 y
la empresa es nada menos que la General Motors. La multinacional ganó,
utilidades netas, 274 millones de pesos durante el año 2012 de acuerdo a
sus propios balances. A razón de 761 mil pesos diarios; 31 mil pesos
por hora; 528 pesos cada sesenta segundos de ganancias netas. Cifras que
la ubicaron como la empresa número 46 entre las mil que más ganaron en
la Argentina durante el bicentenario de la creación de la bandera, aquel
símbolo parido por los ideales de un general rebelde que quería ver
flameando en la vida cotidiana de los habitantes de estos arrabales del
mundo a la bandera de la igualdad.
La General Motors despide por hablar con un delegado.
La multinacional que tiene ganancias y
tecnología del primer mundo y del tercer milenio impone prácticas
típicas del siglo diecinueve.
Narciso Canteros fue feliz el lunes 22 de setiembre de 2003.
Los medios masivos de comunicación hablaron de él. Hasta lo fotografiaron.
Durante años había visto morir albañiles como él sin que nadie recordara sus nombres.
Un artista construyó un par de manos que simbolizaban la fuerza y la habilidad de los obreros de la construcción.
El miércoles 24 de setiembre, bien temprano, recibió el telegrama de despido.
La empresa adujo ciertas reformas presupuestarias.
Narciso dice que está prohibido pensar y que semejante desafío a la patronal se paga muy caro.
Ahora el hombre que peleó durante años para
que los obreros muertos tengan un recuerdo forma parte de la legión de
desocupados del Gran Rosario.
Diez años después, Narciso Canteros fue
tapa de los diarios “La Capital” y “El Ciudadano”. Se lo mostraba
jubiloso, saltando sobre una red y con su casi legendario caso amarillo
de albañil.
“Referente de Manos a la Obra, se tiró al vacío para probar una red”, fue el título repetido.
Narciso era reconocido.
Primera plana para él y su obsesión: la
seguridad de sus compañeros de la construcción, los que pueblan las
estadísticas cada vez más groseras de accidentes laborales fatales.
“Narciso Canteros, líder de la ONG, saltó
desde seis metros y demostró que la malla puede salvar vidas. Ahora
resta que en el Palacio Vasallo se imponga el sistema como obligatorio
en Rosario. Gritaba de emoción segundos después de las 12.20” del martes
23 de abril de 2013, sostenía la crónica periodística.
“Es que había logrado un objetivo
autoimpuesto desde hacía mucho tiempo: demostrar la resistencia de las
redes anticaídas que él mismo venía propiciando para los edificios en
construcción. Así fue que el responsable de la organización Manos a la
Obra se arrojó sobre la malla de polipropileno desde una altura de seis
metros bajo la supervisación de un equipo del Instituto de Mecánica
Aplicada (Imae) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR)”, apuntaba
“La Capital”.
-Esto es para los familiares de los amigos
que ya no están - dijo y sostuvo que si se hubiese usado este
dispositivo de seguridad algunas de esas muertes habrían sido evitables.
Se refería a los albañiles que se precipitaron desde diferentes obras
en construcción.
Esa de tapa en los diarios locales que los
mostraron a Narciso Cantero, albañil de toda la vida, arrojándose a una
red que pensó para cuidar la vida de sus compañeros, es un
reconocimiento y un triunfo de la dignidad de los trabajadores.
Cuando lo conocimos, a principios del
tercer milenio, nos contó que fue despedido porque quiso recordar a los
compañeros muertos y la patronal prohibía la memoria.
Narciso sintetiza en su cuerpo y en su vida
la siempre existente conciencia de clase, a pesar de los pesares, las
mentiras, las patronales y las burocracias varias.
Vía:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=7738:dignidad&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106
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