PIA, Caracas.- Como veníamos denunciando días
atrás, la sumatoria de hechos violentos registrados durante el cierre de
campaña con la circunstancia de un trabajador contratado por PDVSA
asesinado cuando festejaba con sus compañeros luego del cierre de
campaña de Nicolás Maduro, las armas y municiones decomisadas en el
interior del país la semana pasada, los paramilitares capturados en
instalaciones militares, los atentados contra las redes eléctricas que
llevaron a militarizar las centrales y subestaciones de suministro y los
anuncios por parte de la oposición de desconocer el resultado
electoral, estaban todos concatenados en un plan para desatar un GOLPE
DE ESTADO.
Todos estos datos que aparecían como cabos sueltos, están íntimamente ligados y hoy se manifiestan descarnadamente en un torbellino violento de imprevisibles consecuencias ya que la dirigencia irresponsable de la oposición no tiene liderazgo sobre los agentes desestabilizadores.
No basta con que el candidato perdedor llame a “la paz” cuando el mismo, con su verbo histérico, desparramó la gasolina sobre el prado.
Con su actitud brabucona, no solo incendia Caracas, sino también, el capital político que había acumulado en sucesivas participaciones electorales y que le valieron obtener en esta última elección, más de siete millones de votos pasando del 44,31% al 48,98% en seis meses.
Esta decisión de desconocer el resultado llamando a un recuento manual de todos los votos, cuando ya han sido revisadas manualmente el 54 % de las cajas de votación, y habiendo aceptado en anteriores votaciones la condición de voto automatizado que tiene nuestro sistema, forma parte de la trama urdida para justificar una insurrección y un levantamiento militar o intervención extranjera, de generalizarse la represión cruenta a los actos de terrorismo que vienen protagonizando.
Durante la jornada de votación circulaban twits y mensajes de texto que planteaban lo siguiente “Un pequeño porcentaje de opositores en los centros electorales más importantes llevaran escondidos en la correa del reloj un papelito igual al de las maquinas con el voto para Capriles y lo doblaran junto al de la máquina y lo introducirán en la caja, al final, a la hora de la auditoria sobraran los votos para Capriles que la maquina supuestamente no registro y gritaran FRAUDE. Con que solo logren introducir 3 por mesa les será más que suficiente”.
Es por esto que no les alcanza con que se hayan revisado manualmente el porcentaje de mesas antes citado y quieren que sean TODOS LOS VOTOS, es porque hay una trampa montada que forma parte del plan golpista.
La derecha fascista sabe que con ganar las elecciones no les alcanza para desmontar al proceso bolivariano. Piensan que este es “su” momento histórico tras la desaparición física del comandante Chávez y no dejaran pasar la oportunidad.
El golpe de estado es, junto a una intervención militar extranjera, la única forma de destruir la revolución como lo hicieron en Libia y lo intentan en Siria.
El estado y el pueblo venezolano deben responder con toda la fuerza institucional que corresponde, apegado a la ley y a los valores revolucionarios, sin tolerar más atropellos de las hordas fascistas al servicio del imperialismo.
Este momento nos debe encontrar unidos y solidarios en todo el continente. Debemos respaldar la soberanía popular que se ha expresado a través del voto fortaleciendo el respaldo a las instituciones de la nación.
El pueblo bolivariano sabe que el triunfo de Nicolás Maduro constituye un duro revés a las aspiraciones de la derecha que tanto ha hecho por salir de Chávez, y no se dejara manipular por estos farsantes que se visten con piel de oveja ocultando sus verdaderas intenciones.
Ellos vienen por la revolución, nosotros vamos por la consolidación de la victoria. ¡No pasaran!
oscar.rotundo.caracas@gmail.com
www.noticiaspia.com.ar
Vía:
http://www.lahaine.org/index.php?p=68604
Todos estos datos que aparecían como cabos sueltos, están íntimamente ligados y hoy se manifiestan descarnadamente en un torbellino violento de imprevisibles consecuencias ya que la dirigencia irresponsable de la oposición no tiene liderazgo sobre los agentes desestabilizadores.
No basta con que el candidato perdedor llame a “la paz” cuando el mismo, con su verbo histérico, desparramó la gasolina sobre el prado.
Con su actitud brabucona, no solo incendia Caracas, sino también, el capital político que había acumulado en sucesivas participaciones electorales y que le valieron obtener en esta última elección, más de siete millones de votos pasando del 44,31% al 48,98% en seis meses.
Esta decisión de desconocer el resultado llamando a un recuento manual de todos los votos, cuando ya han sido revisadas manualmente el 54 % de las cajas de votación, y habiendo aceptado en anteriores votaciones la condición de voto automatizado que tiene nuestro sistema, forma parte de la trama urdida para justificar una insurrección y un levantamiento militar o intervención extranjera, de generalizarse la represión cruenta a los actos de terrorismo que vienen protagonizando.
Durante la jornada de votación circulaban twits y mensajes de texto que planteaban lo siguiente “Un pequeño porcentaje de opositores en los centros electorales más importantes llevaran escondidos en la correa del reloj un papelito igual al de las maquinas con el voto para Capriles y lo doblaran junto al de la máquina y lo introducirán en la caja, al final, a la hora de la auditoria sobraran los votos para Capriles que la maquina supuestamente no registro y gritaran FRAUDE. Con que solo logren introducir 3 por mesa les será más que suficiente”.
Es por esto que no les alcanza con que se hayan revisado manualmente el porcentaje de mesas antes citado y quieren que sean TODOS LOS VOTOS, es porque hay una trampa montada que forma parte del plan golpista.
La derecha fascista sabe que con ganar las elecciones no les alcanza para desmontar al proceso bolivariano. Piensan que este es “su” momento histórico tras la desaparición física del comandante Chávez y no dejaran pasar la oportunidad.
El golpe de estado es, junto a una intervención militar extranjera, la única forma de destruir la revolución como lo hicieron en Libia y lo intentan en Siria.
El estado y el pueblo venezolano deben responder con toda la fuerza institucional que corresponde, apegado a la ley y a los valores revolucionarios, sin tolerar más atropellos de las hordas fascistas al servicio del imperialismo.
Este momento nos debe encontrar unidos y solidarios en todo el continente. Debemos respaldar la soberanía popular que se ha expresado a través del voto fortaleciendo el respaldo a las instituciones de la nación.
El pueblo bolivariano sabe que el triunfo de Nicolás Maduro constituye un duro revés a las aspiraciones de la derecha que tanto ha hecho por salir de Chávez, y no se dejara manipular por estos farsantes que se visten con piel de oveja ocultando sus verdaderas intenciones.
Ellos vienen por la revolución, nosotros vamos por la consolidación de la victoria. ¡No pasaran!
oscar.rotundo.caracas@gmail.com
www.noticiaspia.com.ar
Vía:
http://www.lahaine.org/index.php?p=68604
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