(APe).-
Cuando los norteamericanos mataron a King Kong, en el cine, los
espectadores yanquis lloraban por la injusticia que se cometía ante ese
monazo incomprendido, enamorado, tierno en su grandeza de cachorro
herido por aviones, abrazado al Empire State con gesto de no entender a
esos plomitos made in USA que entraban en su cuerpo de Rey del paraíso
perdido.
Cuando los norteamericanos mataron a King Kong, fue el
mayor éxito de taquilla de la década del 30, y los espectadores
lloraban en la oscuridad de la sala porque sabían del crimen que su
ejército estaba cometiendo en nombre de la civilización occidental y
cristiana. Aunque después salían aliviados de que la Séptima Avenida no
estuviese llena de monos gigantescos. Podían comer una hamburguesa
tranquilos, tomar un whisky o un sedante para dormir su conciencia
patriótica, su insomnio de gloria irrefrenable, su sonambulismo de
mercado.
Desde entonces se les fue haciendo costumbre masacrar
medusas del espacio, marcianitos verdes, negros, guerrilleros, latinos,
vietnamitas, godzillas norcoreanos o iraquíes...
Cuando los
norteamericanos mataron a King Kong, asesinaban lo mejor del ser humano,
el instinto de conservación, el amor por la naturaleza, la libertad
indomable y salvaje, la maravillosa bestia que todos llevamos dentro.
Cuando
los norteamericanos mataron a King Kong, se mataban a ellos mismos. Se
transformaban en un muerto que engulle vida, gelatinoso, omnipotente,
chupasangre, salido de la más mediocre película de terror hollywoodense.
Y desde allí continuaron interpretando ese miserable guión escrito con
sangre ajena y tecnología, mientras nosotros, los monos, los diferentes,
los subdesarrollados, resistimos sus embates como bien o mal podemos;
ahuyentando aviones con una mano y, con la otra, abrazando lo poco que
nos queda...
Quizás eso explique por qué nuestras crías ya nazcan
mostrando los dientes, afilando sus garras, preparando el zarpazo y el
regreso de un nuevo animal indoblegable...
Imagen: “Hombres atrapados” – Sergio Moreno
Vía:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=7689:cuando-los-norteamericanos-mataron-a-king-kong&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106
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