NC Health Hazards Control Unit (HHCU),
Control de Peligros a la Salud, en Carolina del Norte
Teléfono (919) 707-5950
Fax: 919-870-4808
Asbesto
o amianto es el nombre de un grupo de minerales que existen en la
naturaleza. Son fibras muy pequeñas que se inhalan fácilmente y pueden
causar graves problemas de salud. Cuando el asbesto pasa al aire, el
respirar las fibras puede llevar a un mayor riesgo de cáncer de los
pulmones; cáncer del revestimiento del pecho o de la cavidad abdominal
(mesotelioma), y cicatrizado del tejido pulmonar (asbestosis).
Muchos
de los productos utilizados en la construcción y los materiales de
aislamiento que se usaban en las viviendas antes de mediados de los
años 80 en los países del primer mundo contenían asbesto. Esos
productos y materiales siguen utilizándose en muchas otras naciones
catalogadas como pobres o en vías de desarrollo. México entre ellas.
El
asbesto se convirtió en un producto comercialmente atractivo porque es
fuerte, no se quema, resiste la corrosión y es un buen aislante. En
Estados Unidos, su uso comercial comenzó alrededor de 1900, como
aislante en las máquinas de vapor. Desde entonces se ha usado para crear
unos 3 mil productos diferentes, incluyendo aislantes y materiales a
prueba de fuego. El apogeo del uso del asbesto en las escuelas se dio
desde la Segunda Guerra Mundial hasta los años 70.
El término asbesto
designa un grupo de minerales naturales fibrosos que han tenido o
siguen teniendo un uso comercial debido a su extraordinaria resistencia
a la tensión, su escasa termoconductividad y su relativa resistencia
al ataque químico. Por estos motivos se utiliza en el aislamiento de
los edificios, como componente de diversos productos (tejas, tuberías de
agua, mantas ignífugas y envases médicos), como aditivo de los
plásticos y en la industria automovilística (revestimiento de embragues
y frenos, juntas y amortiguadores).
Las
principales variedades de asbesto son el crisotilo (asbesto blanco) y
la crocidolita (asbesto azul). Otras formas son la amosita, la
antofilita, la tremolita y la actinolita.
Los productos comunes que pudieran contener asbesto incluyen:
-
Cañerías de vapor, calderas y conductos para hornos
aislados con una manta de asbesto o cinta de papel-asbesto. Estos
materiales pueden soltar fibras de asbesto si se les daña, reparan o
quitan incorrectamente.
-
Tableros de fibra prensada, cartón grueso y papel
que se usan como aislamiento alrededor de calderas y estufas de leña.
Al quitar estos enseres se pueden desprender las fibras de asbesto y
pasar al aire; así como si se corta, rasga, rompe, lija, perfora o
serrucha el aislamiento.
-
Juntas para puertas de hornos y estufas de leña o de carbón.
-
Materiales para insonorizar o decorar que se
aplican con rociador en las paredes o los cielos rasos. Materiales
flojos, sueltos, desmoronados o dañados por el agua pueden soltar
fibras. Lo mismo ocurre al lijar, perforar o raspar el material.
-
Compuestos de resanado y empalme de paredes y
cielos rasos y pinturas con textura. Al lijar, raspar o perforar estas
superficies se pueden desprender las fibras de asbesto.
-
Techado, tejas y enchapado de paredes externas de asbesto-cemento.
-
Baldosas o azulejos elásticos para pisos (asbesto
de vinilo, asfalto y hule), el respaldo de láminas de vinilo para pisos
y los adhesivos usados para instalar las baldosas. Al lijar las
baldosas se puede soltar fibras al aire. Lo mismo ocurre al raspar o
lijar el respaldo de las láminas de vinilo al quitarlas.
Las autoridades sanitarias de
Estados Unidos oportunamente advirtieron a la población lo que debía
hacer el dueño de una casa cuando en ella hubiera materiales que
contuvieran asbesto. Por ejemplo, que sea personal calificado y
equipado para manejarlo el que realice las reparaciones grandes y quiten
el material. Además, que las reparaciones menores y la toma de
muestras para determinar si existe asbesto también las realice personal
calificado.
Le
advierten a la población que no quite materiales que pudieran contener
asbesto sin usar el equipo de protección personal y los controles
ambientales apropiados. Que no barra ni sacuda los muebles o use la
aspiradora si hay materiales que pudieran contener asbesto. Que tampoco
serruche, lije, raspe o perfore agujeros en materiales que contienen
asbesto.
Igualmente, que no use abrasivos,
lana de acero o cepillos de rasquetas eléctricas para quitar la cera de
un piso de asbesto. Ni lijar o aplanar un piso de asbesto o el
respaldo del mismo. Cuando hay que reemplazar un piso de asbesto, es
mejor instalar el piso nuevo por encima del viejo, si es posible.
En fin, la población debe tomar
todas las precauciones posibles a la hora de entrar en contacto con
obras o materiales que contengan asbesto. Y no es para menos porque se
trata de un producto de enorme peligrosidad y que, está demostrado,
causa cáncer. Para mayor asesoramiento e información sobre todo lo
descrito antes, comunicarse con la Unidad para Control de Peligros a la
Salud, ubicada en Carolina del Norte (NC Health Hazards Control Unit),
en el teléfono (919) 707-5950.
A ese teléfono debían llamar todos
los días nuestras autoridades de salud, medio ambiente y trabajo porque
en México el asbesto sigue utilizándose en muchas actividades. Y
porque, como veremos más adelante, ocasiona daños a la población, en
especial entre los trabajadores.
Y es que, entre otras cosas, el
asbesto es origen de una enfermedad respiratoria llamada asbestosis,
debida a la inhalación de fibras de asbesto. Sobre todo esto nos
ilustra el doctor Avilio Méndez Flores, un divulgador reconocido de los
temas relacionados con la salud pública y muy apreciado en Venezuela,
su país de origen, y en el resto de América Latina.
Según el doctor Méndez Flores, la
inhalación de fibras de asbesto puede producir formación de tejido
cicatricial (fibrosis) en el interior del pulmón. El tejido pulmonar
cicatrizado no se expande ni se contrae en forma normal, y tampoco
efectúa el intercambio gaseoso. La severidad de la enfermedad depende
del tiempo de exposición al asbesto y de la cantidad inhalada.
Agrega el distinguido médico que
las fibras de asbesto se utilizaban comúnmente en la construcción antes
de 1975. La exposición a este elemento ocurre en las minas de asbesto,
industrias molineras, en construcción, fabricación de refractarios y
otras actividades económicas. En las familias de las personas que
trabajan con el asbesto, la exposición puede ocurrir también debido a
las partículas que llevan en su ropa a la casa.
Y agrega el editor de la revista Temas médicos (www.ciencias-medicas.com)
que las enfermedades relacionadas con el asbesto incluyen: placas
pleurales (calcificación), mesotelioma maligno y derrame pleural. Los
mesoteliomas pueden desarrollarse después de 20 o 40 años de haberse
expuesto a ese elemento. En la actualidad es menos probable que los
trabajadores desarrollen esta enfermedad debido a las regulaciones
gubernamentales.
¿Cuáles son los síntomas de la
enfermedad? Dificultad respiratoria con el ejercicio. Tos. Opresión y/o
dolor en el pecho. El estudio de los pulmones puede ayudar a
diagnosticarla: radiografía de tórax; pruebas funcionales pulmonares;
tomografía computarizada de los pulmones y gammagrafía pulmonar con
galio, entre otros estudios.
El citado especialista advierte que
no existe cura disponible, pero es esencial suspender la exposición
posterior al asbesto. Para aliviar los síntomas, el drenaje postural,
la percusión del tórax y la vibración pueden ayudar a eliminar las
secreciones de los pulmones. Además, el médico puede prescribir
medicamentos en aerosol para disolver las secreciones. Es posible que
las personas con esta afección necesiten recibir oxígeno por medio de
una máscara o de una cánula plástica que se inserta en las fosas
nasales. Asimismo, ciertos pacientes pueden requerir un trasplante de
pulmón.
El
pronóstico depende de la duración y magnitud de la exposición. Los
pacientes que desarrollan mesoteliomas malignos tienen probablemente un
pronóstico desalentador, con un 75 por ciento de muerte de los
afectados por la enfermedad en el curso de un año.
Por todo lo anterior, la persona
que ha estado expuesta al asbesto o presenta síntomas inexplicables
debe buscar asistencia médica pues el examen oportuno mediante la
adografía de tórax puede ayudar a prevenir la asbestosis.
El asbesto en las escuelas de Estados Unidos
La Agencia de Protección Ambiental
del vecino país (EPA, por sus siglas en inglés) publicó un documento
donde advierte sobre todo lo relacionado con la presencia del asbesto
en las instalaciones escolares de Estados Unidos y que es aplicable al
resto del mundo. Lo hizo conjuntamente con la Asociación Nacional de
Padres y Maestros (PTA, por sus siglas en inglés) y la Asociación
Nacional para la Educación (NEA, por sus siglas en inglés) debido a la
preocupación por el asbesto en las escuelas primarias y secundarias.
El documento es muy útil porque
ayuda a los padres de familia y a los maestros a responder las
preguntas y aprender sobre aspectos relacionados con el asbesto en las
escuelas.
Igualmente identifica las
responsabilidades de las juntas escolares y demás funcionarios del
sistema educativo para proteger a los niños y empleados de las escuelas
de una posible exposición al asbesto.
Igual que cuando se fuman
cigarrillos, cuantas más fibras sean inhaladas por una persona, mayor
será el riesgo de que desarrolle alguna enfermedad relacionada con el
asbesto. Los problemas más graves los sufren algunos trabajadores que
laboraron en industrias donde estuvieron expuestos a niveles muy altos
de asbesto en el aire. Por ejemplo, los de fabricación de barcos.
En Estados Unidos y otros países
preocupa el riesgo que los niños y quienes trabajan en las escuelas
pueden enfrentar debido a la presencia de asbesto en esos sitios, aun
cuando los niveles de asbesto sean bajos. Por ello, el Congreso aprobó
el Acta para la Respuesta de Emergencia a los Peligros de Asbesto
(Asbestos Hazard Emergency Response Act - AHERA) en 1986.
Y es que una fibra típica de asbesto
es mil 200 veces más pequeña que un cabello humano. Estas fibras
individuales generalmente se mezclan con algún material que las
aglutina, de tal forma que puedan usarse en muchos productos
diferentes. Debido a que las fibras son tan pequeñas y ligeras, pueden
permanecer flotando en el aire durante muchas horas luego de ser
liberadas de los materiales que las contienen. Esto aumenta la
posibilidad de que alguien las inhale.
¡Cuidado!, asbesto a la vista
Según la agencia ambiental de
Estados Unidos (EPA), existen materiales que contienen asbesto en la
mayoría de las escuelas primarias, secundarias y de tipo charter
de ese país. Se usa generalmente en las escuelas como aislante y en
materiales de construcción. También en baldosas para pisos y
cielorrasos, en tuberías de cemento-asbesto, en papel corrugado para
envolver, en aislamiento acústico y decorativo, en aislamiento de
tuberías y calderas y en aplicaciones por aspersión para prevención
contra fuego.
Y aunque los materiales de asbesto
intactos e inalterados generalmente no constituyen un riesgo para la
salud, pueden ser peligrosos cuando sufren daño o deterioro con el
tiempo ya que dejan escapar fibras. Si estas fibras son inhaladas,
pueden ocasionar problemas de salud.
En fin, luego de varios años tomando
medidas para prevenir enfermedades y reemplazar con otros productos al
asbesto; de elaborar oportunamente planes de manejo de ese producto en
las escuelas, el problema se ha resuelto en parte. Pero la amenaza
continúa. Para ofrecer todo tipo de ayuda hasta existe una línea de
información (hotline) para Asuntos Relacionados a la Ley de
Control de Sustancias Tóxicas (TSCA, por sus siglas en inglés). Es el
(202) 554-1409. Y para obtener información gratuita sobre el asbesto
basta llamar al (800) 471-7127.
La EPA hasta tiene un mediador de
interés público (ombudsman) que presta ayuda a los ciudadanos en
asuntos relacionados con el asbesto en las escuelas, contesta sus
preguntas y escucha sus inquietudes y quejas. Usted puede comunicarse
con esta oficina llamando al número gratuito: (800) 368-5888.
Métodos adecuados para manejar el asbesto
Las autoridades escolares de
Estados Unidos consideran que, en cada caso específico, se debe elaborar
y cumplir un plan especial de mantenimiento que asegure que los
materiales que contienen asbesto están en buenas condiciones. Éste es
el método más común cuando los materiales están en buenas condiciones
al momento de la inspección inicial.
Igualmente,
reparar las tuberías o cubiertas de calderas –conocidas como
aislamiento del sistema térmico– dañadas. Rociar el material con algún
agente sellador para evitar la liberación de fibras, proceso conocido
como encapsulación. Colocar una barrera alrededor de los materiales, lo
que se conoce como confinamiento. Remover el asbesto bajo
procedimientos especiales.
Por tratarse de una tarea que
corresponde a todos (familias, maestros, estudiantes, trabajadores o
cualquier otro tipo de empleado escolar), recuerda que la presencia de
asbesto en una escuela por sí misma no significa que la salud de sus
ocupantes está en peligro. Si es manejado adecuadamente y mantenido en
buenas condiciones presenta un riesgo relativamente pequeño. Por eso,
los reglamentos federales no exigen la remoción de todo el asbesto
desmenuzable de las escuelas sino hasta que el edificio es demolido.
El asbesto en la construcción
Como advierte el Centro de
Protección de los Derechos de los Trabajadores (The Center to Protect
Workers’ Rights-CPWR), por ser dañino para los pulmones, en Estados
Unidos está prohibido utilizar el asbesto en muchas cosas. Pero todavía
se hace en la construcción, principalmente en paneles para techos y
empaques. Y los trabajadores todavía se ven expuestos al asbesto
durante la remodelación y demolición. Se encuentra por lo general en
materiales viejos contra incendio, tejas, pisos de vinilo, aislamiento
en las tuberías y en algunos productos para carreteras y tuberías de
cemento y refuerzo de cemento.
El CPWR señala cómo miles de
trabajadores de la construcción han muerto de enfermedades ocasionadas
por trabajar con el asbesto o por estar cerca de éste sin protección.
Calcula que 10 mil personas morirán cada año durante los próximos 10
años por haber estado expuestas en el pasado al asbesto. Y es que,
recuerda, las enfermedades ocasionadas por el asbesto pueden tomar hasta
20 años o más en aparecer, una vez que la persona se ha expuesto a
cualquier tipo de asbesto.
El peligro
Quienes corren el mayor peligro de
exposición al asbesto son los trabajadores que instalan aislamientos,
los plomeros, los que tienden tuberías y los electricistas y
trabajadores que instalan hojas metálicas. Sin embargo, cualquier
trabajador de la construcción puede estar expuesto durante el
mantenimiento, la remodelación o la demolición de un edificio viejo o
una carretera. Algunas veces, las familias también corren el riesgo, ya
que el asbesto puede llevarse a casa en la ropa o los zapatos de los
trabajadores.
El CPWR recuerda que todo edificio
construido antes de 1980 en Estados Unidos puede tener asbesto en el
material de aislamiento, contra incendios, pisos, paredes o techo. Los
edificios más nuevos en el techo o el piso. Y advierte que todo el que
va a trabajar con fibras de asbesto debe recibir una capacitación
especial, como exigen diversas agencias gubernamentales.
Los patrones deben pagar la
capacitación, la cual puede durar entre uno y cuatro días. Cabe
preguntar si esa capacitación se le brinda igualmente a los
trabajadores ilegales, procedentes de México y América Central y que se
ocupan en la construcción en el vecino país. Como ninguno de ellos
pertenece a los sindicatos que defienden los derechos de los
trabajadores estadounidenses, hay la sospecha de que los inmigrantes no
reciben capacitación ni la protección debida. Un asunto que debía
considerarse en las negociaciones bilaterales de nuestro país con
nuestro vecino y socio comercial. Y que igualmente se aplica a quienes
trabajan en los campos agrícolas y están expuestos a diversas
sustancias tóxicas vía los plaguicidas.
En esa tarea, resulta necesaria la
participación del Centro de Protección de los Derechos de los
Trabajadores (The Center to Protect Workers’ Rights, CPWR), y el
Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (National
Institute for Occupational Safety and Health, NIOSH) que han elaborado
reportes sobre los inmigrantes y las tareas que desempeñan en la
construcción y otras actividades donde pueden estar expuestos al
asbesto.
La exposición al asbesto en el mundo
Según estudios confiables, unos 125
millones de personas se encuentran expuestas al asbesto en el lugar de
trabajo. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, esa
exposición laboral causa más de 107 mil muertes anuales por cáncer de
pulmón. Se calcula que un tercio de las muertes por cáncer de origen
laboral son causadas por el asbesto. Además se calcula que cada año se
producen varios miles de muertes atribuibles a la exposición doméstica.
En su resolución WHA58 sobre
prevención y control del cáncer, la Asamblea de la Salud de la ONU
instó a los Estados miembros a prestar especial atención a los cánceres
relacionados con exposiciones evitables, en particular la exposición a
sustancias químicas en el lugar de trabajo. En su resolución WHA60, la
Asamblea de la Salud pidió a la OMS realizar campañas mundiales para
eliminar las enfermedades relacionadas con el asbesto, teniendo en
cuenta un enfoque diferenciado en la reglamentación de sus diversas
formas, de conformidad con los pertinentes instrumentos jurídicos
internacionales y los datos científicos más actualizados relativos a las
intervenciones eficaces.
La eliminación de las enfermedades
relacionadas con el asbesto tiene dos componentes principales: la
asistencia a los países que siguen utilizando el crisotilo y la
relacionada con las exposiciones derivadas del uso histórico de todas
las formas del asbesto.
Junto con la Organización
Internacional del Trabajo, otras organizaciones intergubernamentales y
la sociedad civil, la OMS colabora en la eliminación de las
enfermedades relacionadas con el asbesto. Se parte del principio de que
la forma más eficiente de eliminarlas consiste en detener el uso de
todos los tipos de asbesto; aportar información sobre las soluciones
para sustituirlo por productos más seguros y el desarrollo de mecanismos
económicos y tecnológicos para estimular esa sustitución; la adopción
de medidas para prevenir la exposición al asbesto tanto in situ
como durante su eliminación, y mejorar el diagnóstico precoz, el
tratamiento y la rehabilitación médica y social de los pacientes con
enfermedades relacionadas con el asbesto. Finalmente, la creación de
registros de las personas expuestas al asbesto en la actualidad o en el
pasado.
Vía,fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2013/01/28/eco-e.html
http://www.jornada.unam.mx/2013/01/28/eco-e.html
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