martes, 26 de marzo de 2013

Chile: Las tres tareas pendientes..por Álvaro Cuadra

Después de la tragedia del golpe de estado en Chile, nuestra sociedad debe enfrentar tres tareas impuestas por dicha tragedia histórica. Lo inmediato y urgente fue hacerle frente al autoritarismo de corte fascista encabezado por Augusto Pinochet. En lo mediato, la tarea fue pensar en formas de reconstruir una democracia para el país e instalar un horizonte económico y social de justicia y dignidad para los chilenos. Esta agenda histórica sigue vigente desde hace cuatro décadas y, digámoslo, hemos avanzado muy lentamente.
Si bien el año 1990 abre un nuevo periodo para nuestro país, un largo bostezo de casi veinte años, lo cierto es que todavía no hemos superado el diseño militar que preside nuestra institucionalidad hasta el presente. No habremos superado la dictadura mientras nuestro país no restituya la soberanía popular en una carta constitucional de todos los chilenos. Si bien se ha logrado abolir la forma dictatorial con su brutal represión y se ha llevado a la justicia a “algunos” de los culpables, la cruda verdad es que todos estos años muchos verdugos, civiles y militares, siguen impunes y el dictador murió en su cama eludiendo toda responsabilidad histórica. La primera tarea está inconclusa, Chile no ha roto la herencia de la extrema derecha ni ha desatado los nudos autocráticos en el país.
Hasta aquí, la imposibilidad de romper con una constitución de facto que prolonga el poder militar y empresarial bajo fórmulas pseudo democráticas, hace imposible aproximarnos siquiera a formas democráticas más avanzadas e inclusivas. En una palabra, no hemos superado el modelo militar de una Democracia Oligárquica, diseñada para el enriquecimiento de unos pocos y el sometimiento de las mayorías. Con la complicidad de muchos políticos de turno, incluidos casi la totalidad de los concertacionistas, se ha aceptado una constitución espuria, injusta y excluyente, pretendiendo una impostura democrática. Ni siquiera hemos iniciado en serio la segunda tarea que nos depara el presente siglo, darle a Chile una nueva democracia, popular, inclusiva y amplia, donde las mayorías se expresen en elecciones libres.
Por último, tampoco se ha planteado un orden tecno económico que instale en Chile un horizonte de equidad y dignidad para todos. Ayunos de toda imaginación política, nuestras élites se conforman con la herencia dictatorial. Nadie imagina la posibilidad de un orden post neoliberal que restituya al estado sus capacidades reguladoras y fiscalizadoras, sus capacidades de administrar las riquezas básicas del país y preservar el medio ambiente para las futuras generaciones. Hacer todo eso en un clima democrático y participativo, protagonizado por las mayorías.  En estos tiempos de elecciones presidenciales, es bueno y necesario plantear estas tareas pendientes de la sociedad chilena. Pues, mientras la mayoría de los candidatos engañan a sus públicos con sandeces, solo están postergando un proceso histórico que fermenta en cada protesta, en cada reclamo de los movimientos sociales.
- Investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados. ELAP. Universidad ARCIS


Vía:

http://www.piensachile.com/index.php?option=com_content&view=article&id=11098:las-tres-tareas-pendientes&catid=1:opinion&Itemid=2

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