Partido Popular y Banco Santander
Alfredo Jalife-Rahme
No es lo mismo la fase de auge, que diluye los excesos criminales de
los países, que la fase de su desplome, la cual exhibe los ocultados
defectos y abusos debajo de los tapetes, como sucede en todas las
naciones, pero que en el caso de España cobra singular significado
debido al poderoso vínculo cultural y afectivo que mantiene con
Latinoamérica (LA), no se diga con países árabes.
Lejos de un schadenfreude (el placer que incita la calamidad
ajena), la descomposición del imperante neoliberalismo de la España
contemporánea, muy distante de su gloriosa época de oro literaria y
hasta imperial, y su putrefacción casi en todos los ámbitos –social,
político, energético, financiero y hasta periodístico– provoca una
depresión lastimosa.
La España del fiscalista (literal) ex presidente José María Aznar
López, del presidente Mariano Rajoy –ambos del vilipendiado Partido
Popular, curiosamente inspirador del colonizado PAN mexicano en vías de
extinción electoral– y hasta de su anacrónico rey sin compasión pública
por los elefantes, colisiona con la España del inmortal Cervantes y de
su austero rey Felipe II.
España, al borde la balcanización, aún no se encuentra a los niveles
del desplome de su imperio en 1868, pero sus megaescándalos pueden
alcanzar niveles superiores, en medio de un desempleo aterrador, cuando
cunden veleidades secesionistas desde Cataluña hasta el País Vasco.
Cuando se analicen las razones por las cuales España alcanzó tal
degradación es probable que a la cabeza de sus factores múltiples se
encuentre su incrustación a la globalización financierista y la
aplicación sin miramientos del neoliberalismo deshumanizado a nivel
local.
El neoliberalismo español naufraga sin visos de salvación. Todo lo
contrario: los parámetros apuntan a su mayor descomposición a lo largo
del año y quizá de toda la década.
No ha sido la mejor época para la imagen tan mancillada de España en
el mundo, aún la quinta potencia industrial europea –con la notable
excepción del desempeño impresionante de algunos de sus deportes (v.gr
futbol y basquetbol)– desde los fraudes del yerno del rey, pasando por
la pantagruélica corrupción del gobernante Partido Popular de corte
fascistoide hasta las mafiosas hazañas de Banco Santander (el mayor de
Europa continental, uno de los 10 primeros del mundo y con un capital
atribulado de 90 mil millones de dólares).
La Jornada (01/02/13) ha reseñado la extensa red de
megacorrupción de “dinero negro” que salpicó al presidente Rajoy y a los
altos mandos del Partido Popular mediante lubricaciones delincuenciales
de las empresas favorecidas por el modelo neoliberal.
Mas allá de los malos manejos de la petrolera Repsol y las gaseras
españolas en LA, donde han sido puestos en la picota por voraces,
depredadoras y mafiosas, y por encima de las triangulaciones
delincuenciales de José María Aznar, copartícipe en la aventura
fracasada de la invasión a Irak y Afganistán y accionista privilegiado
de firma especulativa Cerberus– “uno de los fondos buitre más
importantes de la City”, según El Confidencial (10/12/12)–, llama la atención la tarea de socavamiento secuencial de The Financial Times (10/06/12, 12/10/12, 22/11/12, 21/01/13 y 31/01/13) en contra del banco Santander.
Algo muy fuerte habrá sucedido entre los supuestamente aliados, el
británico RBS y Banco Santander, para el despliegue exagerado de The Financial Times, que
en un artículo muy extenso sobre su mandamás Emilio Botín, el “hombre
más poderoso de España”, amén de ridiculizarlo, adelanta la “tormenta
perfecta (¡súper-sic!)” que viene ¡Uf!
Tampoco se puede soslayar el ambiente macroeconómico desfavorable al
contumaz neoliberalismo español cuando ha arreciado tanto la guerra por
los capitales escasos en todo el planeta, como la “guerra de las
divisas” que afecta al euro (la divisa española), además de la “guerra
bancaria” desatada entre Banco Santander y el banco británico RBS (que
muchas fuentes presumen representa los intereses de la realeza).
Cerberus es codirigida por la familia Bush, el ex vicepresidente Dan
Quayle y John Snow, ex secretario del Tesoro. Todo lo concerniente a
Cerberus apesta.
Ya habíamos advertido premonitoriamente sobre las aventuras poco
ortodoxas de Banco Santander (ver Bajo la Lupa 03/10/07, 30/04/08, y
10/02/10), que ahora se ve arrastrado en otro megaescándalo en Italia
por sus tratativas delincuenciales con el banco más antiguo del mundo
(¡500 años!) Monte dei Paschi di Siena (MPS).
Mi artículo “Crisis del Euro: El problema no es tanto España como
Banco Santander” valió la reproducción del portal de la Universidad
Pública de Santiago de Compostela Fírgoa (10/02/10), que se había
inquietado al respecto.
En forma destacada, Ana Patricia Botín, hija del mandamás de Banco
Santander, dizque “entró en forma personal” al consejo de administración
de la polémica empresa Televisa, según el muy desinformativo rotativo,
de propiedad británica con disfraz español, El País (30/04/99) y que opera como desestabilizador Caballo de Troya en LA (v.gr el montaje canalla sobre Chávez).
Ahora resulta que, según El Confidencial (28/01/13), un
“juez implica a Banco Santander en el escándalo de MPS”: el banco
toscano “acusado de manipular sus cuentas para ocultar pérdidas, firmó
un acuerdo secreto (¡súper-sic!) con Emilio Botín y con JP Morgan para
dividir las ganancias por la venta de Antonveneta” por Banco Santander,
que “adquirió esta entidad por 6 mil 300 millones y posteriormente la
traspasó por 9 mil millones a MPS. En poco más de dos meses y medio,
Santander se embolsó unas ganancias de más de 3 mil millones” .
Nada que ofenda: tal triangulación delincuencial es muy del estilo de
las trasnacionales españolas (v.gr la abultada venta de gas peruano a
la dupla Mouriño/Calderón en detrimento de México).
El grave problema radica en que la colusión mafiosa Banco
Santander/MPS/JP Morgan ha salpicado a unos días de las elecciones al
gobierno italiano de Mario Monti (proveniente de Goldman Sachs) y a su
banco central que recapitalizó a MPS por 5 mil millones “en medio del
escándalo de productos derivados que han aumentado el agujero en las
cuentas de la entidad”, mediante los llamados “bonos Monti”.
Es la segunda vez que el legendario banco MPS es rescatado tras el
empréstito por 2 mil 500 millones del gobierno de Silvio Berlusconi que
aún no devuelve desde 2009 cuando tuvo pérdidas cuantiosas en un
contrato de derivados con el banco nipón Nomura.
El Confidencial ilustra que MPS “tiene como socio una
fundación (sic), cuya mayoría de miembros los nombra el ayuntamiento de
Siena, históricamente en manos de la izquierda italiana”.
La riqueza acumulada desde el Renacimiento por la resplandeciente
República de Siena puede desaparecer después de sus gloriosos años en el
agujero negro de los “derivados” de la desregulada globalización
financierista, lo cual puede afectar al sistema bancario de México:
apabullantemente de mayoría extranjera, donde Banco Santander se lleva
una enorme tajada del pastel.
Para el Renacentismo humanista peor que la quiebra material era la pérdida del alma de los individuos.
Vía,fuente:
http://apiavirtual.net/2013/02/08/neoliberalismo-delincuencial-espanol/#more-55335
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