El reciente
anuncio de las flexibilizaciones a la Ley Migratoria que está vigente en
Cuba desde 1976 y que entre otras cosas elimina el permiso de salida
conocido como “tarjeta blanca”, ha causado revuelo en la isla. Sin
embargo, el nuevo decreto incluye varios incisos que podrían impedir la
salida de los ciudadanos cubanos. El más polémico es el inciso “h”,
donde se advierte que la tramitación del pasaporte podrá ser negada
“cuando por razones de interés público lo determinen las autoridades
facultadas”. Además, el Estado anunció que “se mantendrán las medidas
para preservar el capital humano creado por la Revolución, frente al
robo de talentos que aplican los poderosos”, lo que podría evitar que
ciertos profesionistas sigan necesitando autorizaciones especiales para
salir del país
La Habana, Cuba. Si
existe algún cambio en esta isla, con igual impacto tanto en el plano
real como en el simbólico, es precisamente la reforma migratoria que
desde el próximo enero cobrará vigencia en el país.
Justo cuando menos se esperaba –no en
una Asamblea Nacional ni nada por el estilo– el gobierno cubano se lanzó
al ruedo y publicó un conjunto de medidas que modifica la ley
migratoria vigente que desahogarán un tanto la vida de los cubanos,
ampliarán sus posibilidades de realización y su sentido de autonomía.
La insularidad, demasiado literal en las
últimas décadas, estaba pasando ya una factura demoledora. Éste es un
paso lógico –imprescindible- dentro de la urgente actualización
económica, social y de todo tipo que el Estado ha venido promoviendo en
los últimos tres años. Si ahora alguien niega visas o salidas, por
ejemplo, y no se dude que pasará, serán las embajadas extranjeras. En
términos concretos, la salud financiera de los habitantes de la isla es
igual de precaria. La posibilidad de que viajen con plena soltura
dependerá del poder adquisitivo. Pero en el plano político, y en
cuestiones de credibilidad, estas medidas significan un bálsamo para el
proyecto socialista cubano.
En entrevista, el abogado cubano José
Pertierra, residente en Washington, declaró: “Llevábamos años esperando
el anuncio”, dijo, “es prudente que los niños tengan que pedirle
autorización a sus padres para poder salir de su casa a pasear, pero no
se le debe restringir de esa manera a los adultos. Los requisitos de la
tarjeta blanca y la carta de invitación son ejemplos de un paternalismo
desbordado que no hacía nada más que generar un resentimiento
innecesario entre la población”.
Y añade: “El fenómeno de la emigración
cubana se parece a todas las demás. Es fundamentalmente económico: los
migrantes son personas que deciden emigrar para tratar de mejorar su
situación económica en otro país donde quizás tengan más oportunidades
para ganar un mejor salario”.
Dos puntos principales. Confundimos, o mejor, convertimos, durante
demasiado tiempo, las meras razones personales en razones políticas. La
búsqueda de prosperidad en conflictos ideológicos.
Ha sido éste, si revisamos las
facilidades tanto para los emigrados como para los cubanos residentes en
el país, un salto que debiera traducirse en felicidad. Aún se mantienen
ciertas restricciones para los profesionales, por lo pronto lógicas,
pues ningún país del tercer mundo cuenta con el capital intelectual de
Cuba. Pero es muy probable que, si se lograse una organización interna,
sobrasen los universitarios que hoy, gracias al caos, parece que faltan,
y podrían los ingenieros, los arquitectos, tal vez hasta los maestros,
contratarse en el extranjero sin necesidad de renunciar a su residencia o
ciudadanía.
Hemos hecho algo que en el terreno
político se entiende como astucia, quitarnos la culpa de encima. Hemos
hecho algo que en el terreno cívico se entiende como un principio
básico, el derecho de entrar y salir del país cuando nos venga en gana.
Hay quien no saldrá nunca de Cuba, y
habrá quien no regrese. Pero ambos, de un lado o de otro, sabrán que
ningún poder superior se los impide. Y eso, digo, será suficiente.
http://desinformemonos.org/2012/11/la-modificacion-migratoria-cubana-un-balsamo-para-el-proyecto-socialista/
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