(AW) Integrantes de la Comisión de
Solidaridad y Apoyo a la Familia Solano fueron perseguidos y provocados
cuando circulaban por las calles de Choele Choel por Lucas García, hijo
del dueño del local "Macuba Megadisco", donde Daniel Solano fue visto
por última vez con vida. Se realizó la denuncia correspondiente en la
Comisaría.
El comunicado de prensa de la Comisión de Solidaridad y Apoyo a la Familia Solano, fechado el 9 de noviembre, es el siguiente:
Luego de cumplirse el año de la Desaparición Forzada de Daniel
Solano, Pedro Aranda, miembro de la "Comisión de Solidaridad y Apoyo a
la Familia Solano", junto a Javier Ortega y Guillermina Guevara, que
participaron de las jornadas de los días 4 y 5 de noviembre de 2012,
mientras circulaban en su auto, alrededor de las 22 hs del 6 de
noviembre de 2012, fueron interceptados, insultados, amenazados y
perseguidos por el sujeto identificado como Lucas García, quien conducía
un cuatriciclo rojo. Esta persona es el hijo del dueño de numerosos
locales bailables del Valle Medio, entre ellos "Macuba Megadisco", donde
Daniel Solano fue visto por última vez con vida antes de ser retirado
injustificadamente por la fuerza por personal policial que cumplía
adicionales en dicho local esa noche.
La persecución se inició en las cercanías de las calles Avellaneda y
25 de Mayo y duró un poco más de una hora. Ahora procedemos a la crónica
de este desagradable e impune acto de persecución:
Cuando Lucas García intercepta en Avellaneda y 25 de Mayo el auto de
Pedro Aranda, pega su cuatriciclo al conductor y comienza a cerrar el
paso del vehículo en cual se encontraban las tres personas arriba
mencionadas y empieza a insultarlos. En ese momento el miembro de la
Comisión le dice a sus compañeros "no lo miren" (en referencia a que
tenía conocimiento de que varias veces había hecho este tipo de
persecución y amenazas a diferentes miembros de la comisión). Pedro,
Javier y Guillermina prosiguieron su marcha sin mirar ni contestar a las
agresiones, insultos ni provocaciones de Lucas García. Para este
entonces, García cada vez más cerraba el paso del auto de Pedro mientras
gritaba: "¡Cagón cagón, bajate vení a pelear! ¡Mírenme, mírenme, junten
huevos entre los tres y bájense cagones! Manga de faloperos".
Esta persecución fue a 20 km por hora hasta la calle Islas Malvinas.
En esa intersección el agresor sigue por la calle Avellaneda mientras
que los compañeros, al bajar más la velocidad y quedando atrás de
García, doblan por la calle Islas Malvinas. Luego se dirigen al
multirubro "El Bahiano", Pedro se baja a dialogar con la propietaria del
local y los otros dos compañeros se quedan en el auto.
A los pocos minutos Lucas García vuelve a parase con su cuatriciclo
al lado del auto y mirando con saña a los compañeros que allí se
encontraban, los insulta y provoca para que se bajen a pelear, tocando
su cintura, por lo que los compañeros temían que García sacara un arma
de fuego. Esta situación fue vista por la gente que se encontraba
comprando dentro del local, tanto así como su propietaria. Allí se
emitió el primer intento de comunicación con otros miembros de la
Comisión alertando el peligro de la reiterada persecución y la violencia
de Lucas García. El llamado está registrado a la hora 22:36.
Cuando este sujeto se va, luego de 10 minutos de insultos, nos
dirigimos a la verdulería "La Quinta", donde la compañera que estaba en
el auto ve que el cuatriciclo pasa por una de las calles transversales a
toda velocidad.
Nos dirigimos hacia el domicilio de Pedro y su compañera Mercedes
Pino (también miembro de la Comisión), al bajarse éste para dejarle la
cena a sus hijas, nuevamente aparece Lucas García, evidenciando que
conocía muy bien el domicilio de los miembros de la Comisión. Los otros
dos compañeros, Javier y Guillermina, se encontraban en el auto. Sufren
nuevamente las agresiones e insultos por parte de Lucas García, que se
toca la cintura nuevamente como si estuviera a punto de sacar un arma.
García se retira furioso, por la calle Urquiza para el lado de San
Martín, luego de 15 minutos de agresiones. La compañera se baja del auto
para entrar en la casa.
Al instante vuelve por Urquiza en contramano y con las luces del
cuatriciclo encendidas, apuntando a nuestro compañero Javier que estaba
solo dentro del auto, con intención de cegarlo. Ante el griterío
empiezan a salir los familiares que viven detrás de la casa de Pedro y
Mercedes, Clara Grandon de Kühn y Ernesto Kühn (suegros de Pedro y
padres de Mercedes) que se asustan y no saben qué es lo que estaba
sucediendo.
Clara interpela al agresor y le pregunta qué es lo que estaba
sucediendo. Lucas García responde: "Entregame al barbudo así me grita
asesino como lo hizo el otro día afuera de mi bar". Esto es en
referencia a la marcha que hubo el día domingo donde más 300 personas
salieron a recorrer las calles de Choele Choel pidiendo justicia por
Daniel Solano, y el pueblo pasó frente a una de las confiterías del
padre de Lucas García cantando "Macuba, compadre, vos sos el
responsable" (Este cántico hace alusión a la costumbre que se da en ese
boliche de vender bebidas alcohólicas incluso a los menores que entran y
luego mediante señalamiento de dedo se saca por portación de rostro o
cualquier otro motivo por la fuerza a los varones en medio de la noche
propinando golpes y demás agresiones).
En los gritos furiosos del agresor se develó que conocía la
estructura familiar del miembro de la Comisión y el parentesco que había
entre ellos, dando evidencias de un estudio de inteligencia de su
familia, lugares que frecuenta y con quién está relacionado.
El sujeto se retira cuando la señora Clara dice que va a llamar a la
policía, tal cual lo demuestra la grabación de ese momento, pero para
esto nadie respondió los cuatro llamados al 101. En ese instante se
acerca más gente alertada por los gritos.
Un grupo de compañeros se dirigen a la comisaría a hacer la denuncia
pertinente. El sargento Martín Etchegaray, que está a cargo de recibir
las llamadas de emergencia se contradice al responder porqué no atendió
la llamada al 101, primero dirá "El teléfono nunca sonó, sino yo lo
hubiera atendido" y luego al reiterarse la pregunta dice "El teléfono
sonó, lo atendí pero se cortaba".
Al instante llegan varias personas alertadas por este hecho a demostrar solidaridad con sus compañeros.
El hecho curioso es que mientras nos encontrábamos en la comisaria
haciendo las denuncias, Mercedes Pino estaba esperando en la vereda,
reconoce el rodado Renault Clio negro de vidrios polarizados, que
primero pasa frente a la comisaría con los vidrios cerrados y en una
segunda oportunidad con su vidrio bajo, saludando y tocando bocina a
nuestra compañera, en señal de burla, allí se confirma que era Lucas
García quien manejaba el auto.
Al llegar a su casa, Pedro advierte que la certificación de las
actuaciones extendida en la comisaría 8va no estaba suscripta por el
Oficial Actuante, tratándose del Oficial Ayudante Martín Hueche, razón
por la cual nuestro compañero vuelve a la comisaría solicitando la
rúbrica correspondiente, la cual se efectuó.
Pero lo más curioso aún, es que el día domingo, Pedro Aranda no se
encontraba en la marcha, teniendo como testigo de este hecho al
intendente de Choele Choel, Daniel Belloso.
Este hecho devela dos cosas: una es que la sociedad de Choele Choele
no se calla más y quiere terminar con la impunidad de la noche, ya que
el canto fue en conjunto, deseo del pueblo y no de una sola persona como
quiso dar a entender Lucas García. Esto evidencia el motivo de la
persecución a Pedro Aranda, ya que muchas veces se ha expuesto en los
medios de comunicación y en los actos que se realizan para difusión de
las actividades de la Comisión, denunciando las circunstancias que
llevaron a fin la desaparición de Daniel Solano. El Valle Medio reclama
por cambios profundos de las instituciones y políticas de Río Negro y no
por un cambio de funcionarios que sostengan la estructura corrupta e
impune de siempre.
Lo otro que se destapa es lo siguiente: ante el levantamiento del
pueblo, los poderosos, temiendo la pérdida de su poder de sometimiento,
reaccionan de la manera que solo saben hacerlo: con violencia, amenazas y
metiendo miedo a quienes buscan mejorar su vida y la de la sociedad en
la que habitan.
Relacionamos este hecho con los disparos que los autos de integrantes
de la Comisión sufrieron el 29 de octubre y el 5 de noviembre de 2012,
por las cuales se realizaron las denuncias correspondientes, y los
peritos tomaron muestras de los impactos en los vehículos de Pedro
Aranda y Ayelén Fandiño.
El día de hoy, 7 de noviembre de 2012, cuando Pedro y Mercedes
estaban dirigiéndose a su trabajo y pasaron a dejar su hija a la
escuela, se cruzan en la intersección de Alsina y 9 de Julio, con el
abogado de la familia García, Dr. Eduardo Antonelli, quien los mira
intimidatoriamente. Cuando cambia el semáforo la familia continúa la
marcha hasta la escuela 10, donde la niña se baja y al mirar por el
espejo retrovisor advierten que el Dr. Antonelli sigue en la posición en
la que lo vieron mirando en la misma actitud intimidatoria hasta que el
auto dobló en la calle Pacheco.
Dejamos constancia que ante cualquier atentado, daño, o si se llega a
ver lesionado de alguna manera tanto la integridad física o bienes
materiales de Pedro Aranda, Mercedes Pino, o alguno de los miembros de
la Comisión o familiares de éstos, hacemos responsable a los sospechosos
de participar en la desaparición forzada de Daniel Solano.
Todo lo relatado arriba consta en el Acta de Denuncia Penal Expte. N° F1-9333-12.
No dejaremos de seguir luchando para que se sepa la verdad de lo que
le pasó a Daniel Solano y que los responsables cumplan su condena:
llámense policías, funcionarios públicos, negociantes, mafiosos o
empresarios.
Repudiamos este hecho de persecución mafiosa y hostigamiento a
militantes que con solidaridad y amor luchan por una sociedad mejor.
Comisión de Solidaridad y Apoyo a Daniel Solano
Vía,fuente:
http://www.agenciawalsh.org/aw/index.php?option=com_content&view=article&id=9573:causa-daniel-solano&catid=37:gf&Itemid=63
No hay comentarios:
Publicar un comentario