(APe).-
Los niños y jóvenes que decimos amar, la mayoría de ellos mastican en
las ochavas el agrio pan de la agonía. Decimos niños aunque ya sabemos
que no son del pasado ni de mañana, sino de nunca. La birra el Paco y la
tristeza general danzan en las periferias rabiosamente, porque no le
encuentran un “alma musical al alfabeto”.
En sentido amplio,
democracia es una forma de convivencia social en la que sus miembros son
libres e iguales y votar a nuestros representantes implica tener
afilado el discernimiento como una daga. En Democracia el Voto se
convierte en nuestro mayor ritual que le otorga sentido al sistema
político elegido para gobernarnos. No podemos mas que festejar. Porque
los muchachos con su nuevo protagonismo han de traer un poco de jazmín
del aire, y las góndolas de los supermercados dejarán de ser el altar de
estos sistemas que huelen a perro muerto.
Es casi obvio decir
que si les otorgan el voto es porque tienen la mayor capacidad para
elegir y ser elegidos. Yo apuesto a que sí, porque sería un sueño que
nuestro presidente tenga 17 años, y que nuestros diputados de 16 años
canten un Ángel para tu Soledad de los Redondos, mientras votan que el
Hambre es un crimen. De lo contrario diría Roque Dalton: Conozco
perfectamente mi dolor: viene conmigo disfrazado en la sangre y se ha
construido una risa especial.
Vía,fuente:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/index.php?option=com_content&view=article&id=7376:el-voto-de-los-pibes&catid=35:noticia-del-dia&Itemid=106
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