viernes, 25 de mayo de 2012

Argentina: El maná de la salud Por Carlos del Frade

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(APe).- -Los que más ganaron en estos años son los que más tienen…-dice una y otra vez la presidenta de la Nación. No falta a la verdad, Cristina Fernández de Kirchner. Al contrario: certifica que los números del crecimiento “asiático” de la economía de los últimos tiempos tuvo ganadores nítidos. Los grandes empresarios. Los que están arriba en la cúspide de la pirámide social.

Confesión de parte, relevo de pruebas, suele decirse no solamente en los pasillos de los tribunales sino en la vida cotidiana, en las calles donde se resuelven las ecuaciones existenciales.

Aquellas donde las restas y las sumas siguen los principios del sistema. Los que más son, menos tienen. Los pocos, en cambio, tienen mucho, muchísimo.

En la Argentina del tercer milenio, más allá de los discursos progresistas, la matriz de los años noventa parece consolidarse de arriba hacia abajo. Es más, la propia presidenta acaba de afirmar -hace algunas semanas- que los cambios vienen de arriba hacia abajo. Como el maná bíblico, las mayorías deberán esperar las bondades de sus dioses.

Pero cuando el maná no llega, surgen las enfermedades.

Dice Zulma Ortiz, especialista en salud de Unicef y jefa de Docencia e Investigación del Centro de Investigaciones Epidemiológicas, que “existe una estrecha relación entre la salud de las personas y sus condiciones de vida, ya que un ambiente de pobreza y miseria está atestado de factores que ponen en riesgo de forma permanente la salud. No sólo son estructurales (como falta de agua potable, cloacas o alimentos); existen otros factores como el escaso conocimiento y la adopción o no de conductas preventivas (desde el lavado de manos hasta el saneamiento de las viviendas y sus alrededores), y los obstáculos en el acceso y la utilización de los servicios de salud. Muchas veces se da además un desconocimiento de las señales de alarma ante una "situación de peligro desde el punto de vista físico o biológico".

La investigadora agrega que los casos de tuberculosis y Chagas en la Argentina "están por encima de los valores esperados…Si estaban controladas, el hecho de que recrudezcan definitivamente tiene que ver con una falla del sistema de salud". Según la médica, un ejemplo de que "el sistema no está preparado para ir a buscar a las personas" son las fallas en el modo de distribución de medicamentos para la tuberculosis ya que los mismos se reparten en lugares determinados donde los pacientes deben esperar horas para que se lo entreguen.

Para el bioquímico Aligio Juárez, que trabaja en el Hospital Enrique V. de Llamas en Charata, Chaco, una de las provincias con mayor índice de infestación, en la zona en cuestión, “el Chagas es una enfermedad endémica. Hemos detectado porcentajes de cantidad de infectados en zona rural muy altos: generalmente son familias de muchos integrantes, con viviendas muy pobres, hechas de barro y paja, ranchitos donde el techo y las hendiduras no están bien revocadas, y allí se meten las vinchucas", sostuvo.

Y para Daniela Divola, médica y jefa del Centro de Salud y Acción Comunitaria (Cesac) Nº 35, de la villa 21-24 de Barracas, en los asentamientos pobres, "las patologías ambientales son importantes: infecciones de piel, respiratorias, mordeduras de ratas, parasitosis, gastroenteritis. Todo eso tiene que ver con malas condiciones de vida, polución ambiental, mala alimentación y falta de acceso al agua potable". Sobre la situación particular de la villa que tiene más de cuarenta mil habitantes, la profesional describe que “en el barrio hay casas construidas hasta 30 centímetros del Riachuelo, por lo cual hay gran cantidad de viviendas que están en condiciones ambientales terribles".

La propia Defensoría del Pueblo de la Nación en un reciente informe sobre salud y medio ambiente denunciaba la relación existente entre pobreza, enfermedad y contaminaciones varias.

La verdadera cara de la vida cotidiana de los que no son los ganadores de los últimos años.

La síntesis exacta de las curiosas y perversas matemáticas del sistema: las mayorías, los que menos tienen, deben rezar para no enfermarse, de la misma forma que los perseguidos por el emperador egipcio rogaban por el maná.

La contracara cotidiana de las cifras exitosas.


Edición: 2229

Vìa,fuente:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/

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