miércoles, 25 de abril de 2012

Mèxico: Explosiva conducción de la política económica calderonista...Autor: Álvaro Cepeda Neri *

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Se puede y debe someter a discusión que el eje de la conducción de las políticas, entre ellas la económica, al cuarto para las 12 del final calderonista y de cuyas consecuencias depende la vida diaria de quienes tienen o no un empleo, sigue anclada en cómo se desempeña el presidencialismo que el calderonismo no estaba preparado para ejercer. Y es que los panistas, que se han movido entre la derecha y ultraderecha (económica, religiosa católica y de adicción al “dejad hacer, dejad pasar”), aferradas al neoliberalismo económico de la apertura total al libre mercado, sin avivar un mercado interno, permitieron el desmantelamiento de los pocos logros y conquistas que mantenían un mínimo estado de bienestar.
 
“Ha sido siempre la consecución del poder económico lo que ha hecho surgir en una clase la idea de su candidatura a la dirección política. Es peligroso y a largo plazo inconciliable con el interés de la nación el hecho de que una clase (más –agrego– si es una facción de aventureros del capitalismo y arribistas de la política) económicamente en decadencia detente el poder político[…] y más peligroso[…] que las clases hacia las cuales se desplaza el poder económico, y con ello la perspectiva del poder político, no estén políticamente maduras para la conducción del Estado” (Max Weber, El Estado nacional y la política económica).
 
Con esto voy a la información proporcionada por Verónica Gascón y Juan Carlos Miranda (Reforma y La Jornada, 11 de abril de 2012): Un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) nos dice que 27 millones de mexicanos prestan su fuerza de trabajo sin contar con seguridad social ni prestaciones. Y que el salario (de uno a tres salarios mínimos) ha perdido el 42 por ciento de su poder adquisitivo. Porque la prestación laboral al margen de una mínima vigencia de las leyes del trabajo, por el creciente desempleo y consecuente aumento de la informalidad, hacen que los trabajadores con salario –y los que no lo tienen– se emparejen ante la dramática realidad depauperizadora por la pésima conducción de la política económica del Estado, en complicidad con patrones y banqueros que se aprovechan del desamparo de los trabajadores.
 
Esto genera una crisis que puede estallar cuando, asalariados y no, ya no soporten ser empujados a la desesperación social al no tener servicios médicos o tenerlos de fachada (como el mentado seguro popular) y que su poder de compra sea cada vez más reducido. La nación es un volcán social. Y estallará antes o después de las elecciones, donde los partidos actúan como si esta crisis fuera más o menos controlable. Y no es así. Pongamos la oreja en las faldas de ese volcán… Se escuchan ruidos de las vísperas de revueltas por hambre, por desempleo, por la galopante inflación… Y la incontenible “guerra” de las instituciones del Estado que no han podido, al menos, mantener a raya a los narcotraficantes y sus sicarios, es otra causa de la mala conducción presidencial del timón de la nave estatal.
 
*Periodista
 
Vìa,fuente:
http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2012/04/24/explosiva-conduccion-de-la-politica-economica-calderonista/

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