viernes, 27 de abril de 2012
Argentina: Era en abril Por Ignacio Pizzo (*)
(Ape).- Cualquier parecido con la realidad es pura poesía, el mes de abril es el elegido para dar cuenta de la pena y la gloria en una buena parte de las estrofas de nuestro amplio repertorio musical, tanto del tango como de la trova. En esta oportunidad, se presenta de manera atormentada y burlona , una vez más, para ponernos en ridículo. Una beba con solo veintiseis semanas pudo tomar la vida. Luz Milagros, pide nacer el 3 de abril del 2012 a las 10:24 horas en el Hospital Perrando de Resistencia provincia del Chaco. Clampeado el cordón umbilical, nexo biológico imprescindible para la vida intrauterina, inició un tenebroso recorrido y durante 12 horas, engrosó las estadísticas de mortalidad fetal en la morgue del hospital porque sus signos vitales no se encontraron al momento del nacimiento. La encuentra su madre y su padre con vida , ellos quisieron verla, acudiendo a lo simple, a lo irremediable del duelo y, abruptamente, se vieron abriendo un mundo de preguntas, al escuchar que Luz Milagros, hasta ese momento Abigail, estiraba su jadeo para atrapar algún bocado de aire, alguna pisca de calor.
Por doce horas fue Abigail. Dada las circunstancias, luego se llamó Luz Milagros. Sólo el intento de dar una respuesta certera es un cuento irónico. Sin embargo, aunque se hagan listas de palabras como negligencia, milagro, impericia, desidia, lo que no deja lugar a dudas es que sucedió en la provincia de Chaco. Uno de los rincones del país, de los más postergados, donde de manera insólita, recientemente se dieron a conocer las cifras de mortalidad infantil y orgullosamente el gobernador Capitanich anunció que la tasa es de un dígito: 9,7 por mil. A nadie le queda duda de que este indicador debe ser monitoreado y debe ir en descenso. Pero detrás del dato está la sombra de cada pieza humana, que forma nuestro rompecabezas y hoy, en Chaco por cada mil pequeños somos 9,7 menos, aunque las cifras no están confirmadas.
Por otro lado, es sumamente curioso que una de las provincias mas pobres, haya tenido en el 2007, 21,2 por mil de mortalidad en menores de un año. Esto equivale a decir que hay un descenso de 11,5 puntos en 5 años. Esta baja tan notoria hace que pongamos nuestra desconfianza a flor de piel. La manipulación de registros últimamente y de manera lamentable se nos ha hecho costumbre. Sería una tasa más baja que la de Buenos Aires y a nivel nacional la tasa bajó tan solo de 13,3 a 11,9 por mil. Los datos son sólo fotografías de un tiempo breve, son muestras de acontecimientos donde quienes los publican no forman parte del elenco. Quienes los anuncian, no conocen al protagonista. La excepción está cuando hay actuaciones de reparto, como el de una beba chaqueña que decide vivir a pesar de la cadena de deshumanización que comienza en un ministerio y termina en un hospital, donde la muerte se huele por los pasillos. Porque no creo en la existencia de las responsabilidades individuales sino en la ley física de la aceleración, al punto de no registrar al otro, en una vomitiva pugna por tener antes que ser, porque al parecer somos pequeñas unidades de plusvalía formando el gran globo. Es así como la gobernación de Chaco prometió a la familia de Luz Milagros la ampliación de la casa, le compró al padre una moto -porque la que tenía le había sido robada el mismo día del nacimiento de la beba- y le dio vales por alimentos.
La Negra Sosa cantaba que cambia lo superficial y lo profundo. Y al cambiar la forma de clasificar a Abigail que hoy es Luz Milagros, que pasó de ser parte del indicador mortalidad fetal integrar la lista de los prematuros, cambiamos la muerte por la vida, vaya si todo cambia.
(*) Ignacio Pizzo es médico generalista. Casa del Niño de Fundación Pelota de Trapo.
Vìa,fuente:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/
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