Patria es humanidad (José Martí)
(APe).- Treinta años y qué tierra era. Qué patria. Qué soberanía.
Qué, cuando la guerra abría la boca y se devoraba voraz a los pibes que
le pusieron entre los dientes. En qué esquina nos paramos a llorar
cuando los cargaron en los trenes hacia el sur. Mareados por la locura,
nos refugiamos en un par de sueños clavados en la piel, nos defendimos
con la rabia y la ternura ante tanto aluvión de nacionalidad falluta, de
golpe en el pecho, de bandera nuevita y planchada plantada en la
frente.(Y nacer es un atajo/ que conduce hasta el azar. Los azares
son mi patria. Mi patria es la humanidad). Los vimos irse y volver a los
que tuvieron la suerte (o no). Se los trajeron del norte, de las
siestas quemantes, morenos y olvidados. Se los llevaron de prepo, sin
saber dónde iban, casi niños, los sacaron del potrero, de Pink Floyd y
Charly García, de la changa para zafar, de la colimba humillante, del
furgón de cola de la dictadura que se ahogaba en su propia sangre y
necesitaba más, más combustible humano para vivir, más carne joven para
engordar.Se los llevaron y los depositaron sin más en la boca de los
lobos, en sus propias bocas asesinas y bajo las bombas de los otros. En
los pies más helados del planeta, en una tierrita que no era más que una
marcha que se cantaba de vez en cuando en los actos de la escuela. Los
pusieron ahí y ellos no sabían para qué. Los murieron de hambre y de
frío. De armas que no sabían ni cómo sostener. De comidas negadas que se
guardaban los genocidas en sus casas protegidas. De estacas en brazos y
pies con el torso desnudo sobre los campos de hielo. Tucumanos pequeños
y debiluchos puestos en caja con la misma metodología de la represión
implacable en los montes. Judíos torturados con más saña por serlo.
Puestos a defender qué patria. La que les negaba la comida. La que los
utilizó como carnada para perpetuar el horror. (Mi paz es la de los
otros/ y no sé si la querrán. Esos otros y nosotros y los muchos otros
más,/ todos somos una patria./ La patria es la humanidad).Destrozados,
mutilados, muertos sin saber por qué, enloquecidos, despreciados,
lastimados y torturados por los mismos que asesinaron y desaparecieron a
otros miles como ellos, por los mismos y con las mismas manos y con la
misma crueldad. Vestidos de soldados, con fierros letales en las manos,
viendo morir y viéndose morir, matando absurdamente, con los sueños
pisoteados en el pozo, sin vida ya aunque estuvieran vivos.Fue la
despedida feroz de los monstruos. Su último delito de lesa humanidad. El
último de sus genocidios. Que se fueron robándose parcelas
irrecuperables de infancia. Esa patria que fueron los sueños nuestros.
De ser todos y uno para la vida. (Yo con mis manos de hueso/ vos con
tu vientre de pan / yo con mi germen de gloria / vos con tu tierra
feraz / vos con tus pechos boreales /yo con mi caricia austral /
inventamos una patria / patria es humanidad).
Vìa,fuente:
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/
http://www.pelotadetrapo.org.ar/agencia/
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