El proceso puede realizarse mediante la participación de operadores sucesivos y a lo largo de varios sexenios.
1. Para empezar, tómese el poder público por medio de elección,
conjura, fraude o una combinación de los tres métodos en proporciones
indistintas.
2. Proclámese, con el argumento de la
modernización, la obsolescencia generalizada del estado de bienestar; pregónese la eficiencia, competitividad y rentabilidad de la empresa privada por sobre cualquier otra forma conocida o por conocer de producción, administración y distribución.
3. Sobre la premisa anterior, transfiérase cuanta propiedad pública
sea posible a manos de particulares; la transferencia habrá de
realizarse de tal modo que asegure la incondicionalidad de los
favorecidos al régimen político. Redúzcase de manera artificial el
precio del trabajo (los topes salariales son un buen procedimiento) a
fin de dar veracidad a la promesa de rentabilidad de la iniciativa
privada.
4. Elimínese toda protección a la industria, la agricultura y los
servicios de origen nacional y ábrase el mercado doméstico a la
participación de corporaciones extranjeras; renúnciese a cualquier
negociación que pudiese garantizar condiciones de competencia equitativa
para entidades y firmas locales.
5. Conviértase a desempleados, desplazados y miserables que resulten
de las operaciones anteriores en un gran ejército electoral de reserva,
movilizable por medio de los programas e instrumentos de beneficencia
que remplazarán a los obsoletos derechos en materia de educación, salud,
alimentación, vivienda, empleo, cultura y otros rubros.
6. Una parte de este material humano será empleada como carne de
cañón electoral para asegurar la perpetuación del régimen. Canalícese
parte del sobrante hacia territorio de Estados Unidos, desde donde esa
masa enviará grandes remesas de dinero; empléense esos recursos para
maquillar los indicadores económicos. Otra parte irá a la economía
informal o a la economía criminal y podrá aprovecharse para crear
estructuras igualmente informales de control social o instrumentos de
desestabilización selectiva de regiones en función de las necesidades
políticas del grupo gobernante. A la postre, esas estructuras servirán
también de coartada para la adopción de medidas autoritarias, para la
obtención de fondos no declarables destinados a la promoción de las
patentes propias en competencias electorales e incluso para omitir
obligaciones legales básicas del Estado en el combate a la delincuencia.
7. Establézcase un régimen fiscal de privilegios para los
mayores conglomerados empresariales, increméntense impuestos a la
población en general –especialmente, la asalariada– y endurézcase la
persecución fiscal contra ella. Oriéntese la obtención de recursos a la
sobrexplotación de las dos o tres compañías que aún sean de propiedad
pública y permítase la concesión generalizada de contratos ventajosos
mediante el pago de cuotas no contabilizadas a los funcionarios
encargados de otorgarlos.
8. Permítase y promuévase la explotación de los cargos públicos, ya
sea con la obtención de percepciones muy superiores a la media, mediante
el logro de gratificaciones no previstas en la ley o por ambas vías.
Aliéntese la participación de parientes y familiares de altos
funcionarios en el manejo de concesiones, contratos y otros instrumentos
de vinculación monetaria no formal entre el sector privado y el poder
político.
9. Entréguense potestades y facultades en materia de economía,
comercio, seguridad, migración y otros rubros a potencias extranjeras o a
organismos internacionales dotados de realismo y visión de futuro.
Envíese a un secretario de Gobernación a atestiguar, con sonrisa
bobalicona, cuando una funcionaria extranjera anuncie operativos de exterminio de delincuentes, con tropas foráneas, en territorio nacional.
10. Proclámese, para despistar al enemigo, que el país avanza a pasos
firmes y sólidos por el camino del esplendor económico, de la plena
cobertura en servicios de salud, de la democracia funcional, del estado
de derecho restablecido y la seguridad pública recuperada. Decórese, por
último, con protestas de fe democrática e interés por los pobres.
Vìa,fuente :
http://www.jornada.unam.mx/2012/02/28/opinion/026a1mun
http://www.jornada.unam.mx/2012/02/28/opinion/026a1mun
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