Cuidar los recursos naturales y el ambiente, e impedir el saqueo
El desarrollo de emprendimientos
mineros a gran escala en varias provincias argentinas, con impacto en el
medioambiente y en recursos naturales escasos como el agua potable, es
un tema que ha producido fuertes confrontaciones. El debate debe tomar
en cuenta todos los elementos en contra y a favor, porque toda actividad
humana productiva afecta y modifica el medioambiente. Pero no todas las
actividades productivas son buenas para una población, y hay que poner
en la balanza, en un país donde hay riquezas suficientes -aunque mal
distribuidas- si se justifica la utilización de bienes esenciales como
el agua, para la obtención de minerales que no son fundamentales para la
vida.
Por Irina Santesteban
En la provincia de La Rioja, el "Proyecto Famatina" surgió en 1999
con la explotación minera, en especial la extracción de oro. La empresa
Yacimientos Mineros de La Rioja (Yamiri), que luego fue adquirida por
capitales canadienses, fue la primera que comenzó la actividad de
exploración y explotación de minerales como el oro y la plata. Luego se
asoció con la firma canadiense Barrick Gold, que a su vez había logrado
en 2006 la autorización para iniciar tareas de exploración del cordón
serrano Famatina, con el objetivo de extraer oro y uranio.
En ese momento, tanto el gobierno municipal como el provincial
adoptaron una política a favor del desarrollo de la actividad minera,
con el argumento que esto tendría una alta incidencia en el desarrollo
local y regional.
Inmediatamente, se organizaron grupos de vecinos defensores del
medioambiente, en la llamada Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el
No, que integran una coalición más amplia denominada Asambleas Riojanas.
A través de marchas y cortes de rutas, fueron haciendo visible el
reclamo de oponerse a la explotación minera a cielo abierto, y a la
utilización de cianuro.
En 2007 fue destituido el gobernador Angel Maza, que fue reemplazado
por el vicegobernador Beder Herrera, quien impulsó la ley de prohibición
de la minería a cielo abierto con cianuro (Ley 8731). Pero luego de
ganar las elecciones y ser erigido gobernador, Beder Herrera renegó de
aquellas convicciones, y pasó a ser un firme defensor de la explotación
minera.
Liberalidad
El cerro Famatina se encuentra a 277 kilómetros de la ciudad capital,
La Rioja, y el agua que se utiliza en esa explotación proviene del río
Amarillo, cuyas nacientes se hallan en contacto con el mineral a
extraer. Esa agua se utiliza para consumo humano y riego.
Los cortes y marchas de los vecinos que manifiestan en contra de la
minería a cielo abierto fueron varias veces reprimidos y algunos de los
asambleístas, procesados y detenidos por el juez de Chilecito, Alfredo
Ramos.
En 2009 y 2010 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió
en sendas oportunidades con empresarios de la Barrick Gold, entre ellos
el CEO Peter Munk, y su gobierno ha mantenido la legislación que
favorece la actividad minera con beneficios fiscales, tales como la
deducción total de sus inversiones para el cómputo del Impuesto a las
Ganancias. Semejante liberalidad con estas grandes empresas, no es la
misma que se aplica, en cambio, a los trabajadores, que desde hace años
le reclaman al gobierno que no se grave al salario con este impuesto. Ni
siquiera se logra que se aumente el mínimo no imponible al mismo ritmo
que los incrementos salariales.
Sin control
Sobre la producción total de las empresas mineras, las provincias,
que son las propietarias de los recursos naturales según la Constitución
Nacional de 1994, sólo se quedan con un 3 por ciento. Y esa producción
no se establece con control del Estado, sino que es el resultado de una
declaración jurada que realiza la empresa.
En La Rioja el gobernador Beder Herrera fue reelecto con el 67,2 por
ciento de los votos y en su campaña electoral había ratificado su
oposición a la minería a cielo abierto, que lo había llevado a impulsar
una ley que prohibía esta explotación, que luego fue rápidamente
derogada por él mismo. La misma suerte corrió una norma provincial que
promovía la realización de una consulta popular vinculante, para que sea
la ciudadanía la que decidiera sobre la explotación minera.
Beder Herrera firmó en 2011, un convenio entre Energía y Minerales
Sociedad del Estado (EMSE) y Osisko Mining Corporation, para continuar y
ampliar la explotación de minerales a cielo abierto.
Cortes
Para impedir esto, los pobladores de Famatina cortaron los accesos en
Altos de Carrizal, a principios de enero, con la consigna "El agua es
más importante que el oro". La movilización fue aumentando en
adhesiones, y el gobierno provincial reprimió esa protesta, con lo que
la solidaridad también fue aumentando, incluidos músicos populares como
Rally Barrionuevo y León Gieco. El festival de Cosquín fue una caja de
resonancia de ese conflicto, así como el suscitado en Belén y Andalgalá,
en la vecina provincia de Catamarca, donde también sus pobladores
habían sido reprimidos por intentar impedir el paso de los camiones de
la empresa minera La Alumbrera.
En contra
Los argumentos del gobernador Beder Herrera son los 200 puestos de
trabajo que se crearían en la primera etapa de exploración. Y asegura
que, si se llega a la etapa de explotación "serán miles de puestos de
trabajo para toda la provincia".
Sin embargo, productores locales riojanos dicen que si el gobierno
promoviera políticas de apoyo a la producción local, como pequeñas
fábricas de dulces, comercialización de frutas o el turismo local,
habría la misma o mayor cantidad de puestos de trabajo.
Por su parte, el intendente de Famatina, Ismael Bordagaray, que tiene
una posición favorable al reclamo de los vecinos que se oponen a la
megaminería, contradice al gobernador y dice que la empresa minera
Osisko ofrecerá sólo 30 puestos de trabajo para famatineños en una
primera etapa y luego podrían sumarse 80 vacantes más.
Bordagaray fue duramente interpelado por Héctor Durán Saba,
presidente de Energía y Minerales Sociedad del Estado (EMSE), socia de
Osisko, quien lo acusó de llegar al municipio a través del proyecto
político de Beder Herrera, y por eso debería dar "un paso al costado".
Suspendida
Bordagaray se defendió diciendo que hay que interpretar el mensaje de los vecinos.
Finalmente eso fue lo que ocurrió y el gobernador riojano tuvo que
demorar el inicio de las actividades de exploración de la empresa
Osisko, que debían comenzar el 16 de enero, hasta que se obtenga una
"licencia social" para realizarlas.
Luego de una marcha en la capital riojana, que reunió a cerca de diez
mil personas frente a la Casa de Gobierno, Beder Herrera prometió que
suspendería la actividad minera hasta que pueda explicar las bondades de
los proyectos mineros y hasta que la gente no esté de acuerdo. Afirmó,
como lo hizo su par catamarqueña, Lucía Corpacci Saadi, que las empresas
no usan cianuro ni contaminan.
Argumento
Según la ex secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti,
eso es mentira. La minería a cielo abierto para la extracción de
minerales como el oro o la plata, utiliza el cianuro para la separación
del metal de la roca. Para obtener un gramo de oro, se deben pulverizar
400 toneladas de roca y utilizar millones de litros de agua.
Según esta ex funcionaria, La Alumbrera consume 50 millones de litros
de agua por día, o sea utiliza en un mes más agua de la que necesita
toda la población de Andalgalá para abastecerse en un año.
Picolotti también afirmó, contrariando a los defensores de la
minería, que dicen que no hay glaciares ni en Catamarca ni en La Rioja,
que en esta última provincia existen cerca de 300 glaciares, que están
siendo afectados por la explotación minera.
Lo más grave de esta situación, es que en la mayoría de las
poblaciones cercanas a la cordillera y a esas explotaciones mineras, la
falta de agua para consumo humano y para otras actividades -agricultura,
cría de ganado, etc.- es uno de los mayores problemas que afectan a
esos pobladores.
Balanza
El debate sobre la minería debe tomar en cuenta estos elementos,
porque toda actividad humana productiva afecta y modifica el
medioambiente. Pero no todas las actividades productivas son buenas para
una población, y hay que poner en la balanza, en un país donde hay
riquezas suficientes -aunque mal distribuidas-, si se justifica la
utilización de recursos naturales esenciales como el agua, para la
obtención de minerales que no son esenciales para la vida.
Y si esa producción queda en manos de empresas extranjeras, que
saquean nuestro suelo, se llevan toda la producción y ofrecen muy pocos
beneficios a la zona, entonces con más razón hay que oponerse a estos
emprendimientos.
Sólo el Estado debería explotar los recursos naturales, consultando
democráticamente a los pobladores de la zona y cuidando el
medioambiente, que no es nada más ni nada menos que cuidarnos a quienes
vivimos en este suelo.
Agencia Rodolfo Walsh
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