lunes, 27 de febrero de 2012

Venezuela. El 27 y 28 de febrero de 1989 hubo una opción : La sublevación social como respuesta a la injusticia.....por Antonio Gonzalez Ordoñez


El pueblo se expreso en furia callejera El pueblo se expreso en furia callejera
Las razones para que esa nefasta casta de dirigentes políticos de la derecha venezolana jamás regrese al poder está a la vista, el aparato represivo del Puntofijismo, el desguace del las empresas del estado para venderlas a las transnacionales, y la política de exclusión social. 
 
 
 
 
Antonio González Ordoñez
Transcurridos 23 años del movimiento insurreccional popular del 27 y 28 de febrero de 1989.  Bautizado por los cronistas de aquellos días como El Caracazo, la mayoría de los analistas coinciden en que dicho movimiento espontaneo de los sectores populares  representó el punto de quiebre en la capacidad de aguante de las masas ante la explotación y la burla de los intereses capitalistas internacionales y sus aliados venezolanos.
Es necesario ubicarse en el contexto histórico de la decadencia del denominado Puntofijismo, quien hacia aguas en medio de la crisis, por las políticas aplicadas en el país, las cuales fueron impuestas desde el llamado consenso de Washington, es así como  en febrero del año 1989 Carlos Andrés Pérez asume la presidencia por segunda vez. Es bueno resaltar que en el 1989 también, se realizaron las primeras elecciones de Gobernadores y Alcaldes, regidas por la nueva Ley Orgánica de Régimen Municipal. Antes de ello, los gobernadores de todos los estados eran designados desde el nivel central por el presidente de la República y los alcaldes por dichos gobernadores.
Los desequilibrios macroeconómicos, arcas del Estado exhaustas, renta petrolera insuficiente para satisfacer las crecientes demandas de la población, pobreza y desencanto social, constituían el cuadro de la Venezuela de esos años.
A menos de un mes de asumir con un discurso anti-FMI y de haber compartido actos con diversas personalidades internacionales en la llamada coronación de CAP, el entonces presidente anunció el llamado Paquetazo. Doblegando la soberanía del país ante el organismo internacional de crédito.  Dichas medidas trajeron consecuencias brutales para la población pues se liberaban las tasas de interés y el tipo de cambio, aumentaban todos los servicios públicos y el combustible. Los precios de los alimentos se dispararon inmediatamente y los especuladores empezaron a acaparar y esconder la mercadería.
El 27 y 28 de febrero se encendió la llama del descontento popular, que llevó a cientos de miles de personas a salir a las calles de Caracas y de otras ciudades del país para protestar el implemento de aquel perverso paquete neoliberal. En pocas líneas, Luis Cipriano Rodríguez  da una visión del episodio histórico  en el libro El Caracazo (publicado por la imprenta nacional este año en la colección "4F. La Revolución de febrero")  "Resulta evidente que el 27 y 28 de febrero hubo un estallido social. Su modalidad y procedimiento fueron distintos a los de otras experiencias venezolanas del pasado; sin embargo, esta también fue una protesta contra explotadores y opresores de diverso signo. El abasto, la carnicería y la camioneta de pasajeros fueron esta vez los símbolos inmediatos de una vida cotidiana caracterizada por diferentes formas de violencia; consiguientemente, la acción espontánea de los manifestantes se orientó hacia tales negocios, quemándolos y saqueándolos. Durante esos días 'hubo de todo', con múltiple participación desesperada, donde diferentes capas populares -incluyendo sectores medios- desbordaron sus descontentos, frustraciones e incluso, deformaciones".
En respuesta a la manifestación del pueblo el gobierno suspendió las garantías constitucionales e impuso un toque de queda durante varios días. Según los testimonios que hicieron las organizaciones de derechos humanos en todos los barrios céntricos y de las afueras de Caracas, las víctimas podrían llegar a dos mil. Las cifras oficiales de muertos referían al menos unas 300 personas, no obstante el número de asesinatos derivados de la masacre ascendería a más de 10.000 personas, la mayoría a manos de los cuerpos de seguridad. Estos hechos son poco conocidos ya que los medios de comunicación privados en el país se encargaron de satanizar la legítima protesta popular (los llamaron saqueadores) y ensalzar aquellas atrocidades cometidas contra el pueblo indefenso.
Los sucesos de Febrero de 1989, en los cuales las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) fueron obligadas a reprimir al propio pueblo del cuál provenían generaron una gran crisis en los mandos militares intermedios. Crisis que al evaluarse en los debates permitieron elevar la conciencia de oficiales que hasta aquellos días habían permanecido al margen de las actuaciones políticas públicas.  El nuevo esquema moral instalado en Venezuela por AD y COPEI se basaba en la corrupción en todos los órdenes,  para desgracia del movimiento popular la CIA y la derecha habían  captado progresivamente, dirigentes y militantes de la “izquierda” que se fueron incorporando a este modelo, bien actuando como intelectuales, académicos o “dirigentes progresistas”, bien vinculándose al poder establecido.
En resumen  la razones fundamentales de los hechos de febrero de 1989 según estadísticas oficiales de esos años corroboraban: que la pobreza crítica superaba el 30 por ciento, la marginalidad estaba situada en más del 50 por ciento, las dos terceras partes de la población contaba con ingresos familiares inferiores a 9 mil bolívares, frontera para la subsistencia".
A de veintitrés años del Caracazo, miles de víctimas siguen esperando justicia, verdad y reparación. No hay ninguna persona condenada, ni siquiera procesada por esos crímenes. El único fallo que existe fue el que emitió la Corte Interamericana de Derechos Humanos, condenando al estado venezolano y ordenando la inmediata reparación de las víctimas. Hasta ahora se indemnizó a cuarenta y cinco personas. Para finalizar podemos afirmar que las razones para que esa nefasta casta de dirigentes políticos jamás regrese al poder está a la vista, el aparato represivo de la Cuarta República, el desguace del las empresas del estado para venderlas a las transnacionales, la dependencia hacia Estados Unidos y la política de exclusión social, fueron y seguirán siendo la causa de la respuesta popular frente a la explotación.
Aordonez47@hotmail.com

Vìa,fuente:
http://www.kaosenlared.net

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