La
demanda del mineral litio ha aumentado considerablemente en las últimas
décadas por sus múltiples usos en productos tecnológicos. Chile cuenta
con el 41% de la comercialización mundial del producto y el gobierno de
Piñera anunció hace pocos días que ampliará su explotación a
trasnacionales argumentando que Chile no posee ni los expertos ni la
tecnología para darle valor agregado a su explotación. Bolivia y
Argentina, en cambio, proponen una alianza para cuidar el mineral y
darle valor agregado.
Las
grandes reservas de litio que tiene Chile están en la mira del gobierno
para avanzar en su agenda privatizadora de recursos a través de la
entrega de concesiones para su explotación.
La primera semana de febrero el gobierno lanzó diez nuevas medidas para la Agenda de Impulso Competitivo, entre las cuales figura terminar con las restricciones que hoy impiden su explotación por parte de trasnacionales.
El Ministerio de Economía, Pablo Longueira de la UDI, argumenta que es con el objetivo de darle “repropulsión a la industria nacional del litio”.
Esto se haría a través de Contratos Especiales de Operación de Litio (Ceol)
que permitirán la explotación de 523 mil toneladas del mineral por
empresa en concesiones dadas por 20 años. Longueira defendió el plan
diciendo que el país debe recuperar el lugar que siempre ha tenido en la
industria del litio a nivel mundial.
Hoy en día existen 90 proyectos bajo estudio y 20 están próximos a ponerse en marcha. Compañías japonesas como Mitsubishi y Sumitomo, la surcoreana Samsung y la francesa Bolloré están con los dientes afilados para explotar el litio de nuestro país.
Más datos entregó el subsecretario de Minería, Pablo Wagner,
quien explicó que las empresas que deseen concretar la explotación
debiesen invertir entre 300 y 500 millones por cada concesión de 20
años, lo que se expresaría en una ganancia de 350 millones por cada
proyecto.
350 millones suenan bien,
pero esa cantidad de dinero corresponde al cobro de sólo un 7% de la
extracción más los impuestos del litio. Es decir, una cantidad mínima
para todo el dinero que podría dejar el preciado mineral si es que el
país le diera valor agregado a su producción.
LI
¿Qué
tienen en común los satélites, cereales, cohetes, Mp3, baterías
recargables, celulares, marcapasos, computadores, cámaras digitales,
reactores atómicos, IPods, vehículos eléctricos, bicicletas y remedios
anti depresivos? La respuesta es: Litio.
El litio (Li)
es un componente químico que se clasifica dentro del grupo de elementos
alcalinos. Es un metal de color blanco plata, blando, el cual posee una
densidad equivalente a la mitad de la del agua.
Su
estructura lo convierte en el elemento sólido más ligero, el cual se
utiliza en aleaciones conductoras del calor y baterías eléctricas,
debido a su gran cualidad de almacenar energía. Además, desde el siglo
XIX se le usa como medicamento en ciertos tipos de depresión.
Si
bien hace pocos años la mayoría de las baterías se elaboraban con
níquel cadmio, hoy se prefiere el litio, por sus capacidades para
almacenar energía, conducción del calor y la electricidad y ser una
alternativa más limpia y eficiente.
Con
el crecimiento del uso de teléfonos celulares y computadores
portátiles, la demanda de litio está en su peak. Su precio se disparó en
2009 cuando duplicó su valor en los mercados mundiales, alcanzando los
7.000 dólares por tonelada.
RESERVAS EN CHILE
Este
mineral no se presenta como un metal en la naturaleza, sino integrando
diferentes tipos de compuestos, siendo los salares las mayores
superficies en donde se encuentra.
En Chile, el Salar de Atacama
presenta grandes yacimientos de litio, lo que sitúa al país dentro de
los líderes mundiales en la producción del mineral, alcanzando un 25% de
las reservas mundiales. Bolivia cuenta con un 50% de las reservas mundiales, Australia con un 25%, Argentina con un 11% y China con un 13%.
Chile
posee el 41% del mercado y comercialización mundial de este mineral,
contando con más de 50 cuencas cerradas, lo cual otorga la posibilidad
de extraerlo durante 1.500 años más.
Hoy sólo la Sociedad Chilena del Litio (SCL) y la Sociedad Química y Minera de Chile (Soquimich, SQM) tienen
el monopolio para extraerlo. Esto es producto del cambio en la
legislación minera efectuada por la dictadura en los 80′, cuando se
define la distinción entre minerales concesionables y no concesionables.
El
cobre y otros minerales, fueron ubicados en el primer grupo, mientras
que los hidrocarburos y el litio, fueron clasificados dentro de los
minerales no concesionables, los cuales no pueden ser explotados ni
explorados.
Según esta distinción,
este material sólo puede ser producido por el Estado chileno o empresas
estatales dedicadas al rubro. Así mismo, si de otras actividades mineras
se extrae una cantidad significativa del mineral blando, el Estado
deberá tomar conocimiento de esto y utilizar su derecho de
comercialización sobre el elemento.
En
aquella época el litio no se concesionó debido a que fue consideró
“material estratégico” por sus usos en centrales nucleares de fusión y
ojivas nucleares.
La Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) entregó la concesión a SCL y SQM, compañías que han explotado el litio desde entonces.
DUOPOLIO DEL EX YERNO DE PINOCHET
El
duopolio les permite ventas de unos 150 millones de dólares a SQM,
mientras que por el arriendo de los yacimientos la entidad paga unos 20
millones de dólares anuales. SCL, por su parte, no cancela arriendo,
sino que de las ventas de magnesio y cloruro extrajo en 2008 un 13% de
litio, lo que equivale a 1,4 millones de dólares que fueron destinado
para el alquiler.
Pero no todo es
para siempre: los contratos de ambas sociedades caducarán dentro de los
próximos 30 años. SQM tiene firmado hasta 2030 y sólo le es posible
producir 180.000 toneladas de metal litio (960.000 de carbonato del
elemento). La entidad ya ha producido 350.000 toneladas de carbonato,
por lo que se estima que su límite sea el 2023.
Por
otro lado SCL tiene un futuro más auspicioso. Su contrato le permite la
extracción de 200.000 toneladas de metal de litio, pero al contrario de
su par, sin fecha de expiración. 2040 se prevé como la meta para esta
empresa.
Lo llamativo de los salares
chilenos en los que se extrae el litio, es el bajísimo costo de
producción, los cuales son los más mínimos del mercado. Se estima que
los costos en el Salar de Atacama fluctúan entre los US$0,4 – 0,5 por
libra, a los que si se agrega el costo de capital, la producción sería
de a US$0,5 – 0,8 por libra.
No es casualidad que SQM se encuentra ligada a Julio Ponce Lerou, ex yerno de Pinochet, quien cuando fue gerente de Corfo propuso la venta de acciones de SQM y Endesa hasta el 30% del capital de las mismas.
El subgerente de SQM es Patricio de Solminihac, hermano del ministro de Minería, Hernán.
“Estamos a favor de un amplio consenso que posibilite un cambio en la
regulación del litio y que permita a Chile mantener y fortalecer su
liderazgo”- ha dicho el ministro de Solminihac.
Sebastián Piñera, antes de ser presidente, poseía acciones en SQM, las cuales vendió.
Durante el gobierno de Michelle Bachelet,
diversas agencias gubernamentales conformaron una mesa de discusión
para tratar el tema del litio, aunque no se concretó nada.
Licitar hoy nuevos yacimientos implica una reforma a la Constitución.
CHILE, BOLIVIA Y ARGENTINA: “LA ARABIA SAUDITA DEL LITIO”
La revista Forbes
denominó a Chile y sus vecinos, Argentina y Bolivia como la “Arabia
Saudita del litio”, puesto que los 3 países poseen más del 80% de las
reservas mundiales de litio.
Sin embargo, Chile se encuentra en posiciones completamente diferentes a su vecino trasandino y altiplánico.
El gobierno boliviano de Evo Morales, ha invertido en el Salar de Uyuni –mayor reserva mundial de litio– 6 millones de dólares en una planta piloto que trata el mineral.
Argentina por su parte es mucho más audaz. Declaró como mineral estratégico para el desarrollo al litio, creó una Unidad de Gestión Ambiental.
Rodolfo Tecchi, director de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia
del país trasandino, propone que junto con Chile y Bolivia, se pueda
manejar el mercado del litio, llegando a conformar incluso una OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo) del mineral ligero.
Además, el Ministerio de Industria de Argentina, impulsó la producción local de baterías de litio, comenzando con el programa “Conectar-Igualdad”, el cual otorgó computadores portátiles a algunos estudiantes.
LAS CRÍTICAS A SU PRIVATIZACIÓN
“Hay que dejar de pensar en la rentabilidad de las empresas y pensar en el futuro de todos los chilenos”, emplazó Cristian Cuevas, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), a La Moneda.
El
dirigente estableció además, que la actual situación privatizadora del
litio, debiese movilizar a todo Chile, puesto que no hay que dejar pasar
este nuevo saqueo.
Por su parte, el senador Alejandro Navarro, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Senado, denunció un conflicto de interés en el tema del litio por el vínculo familiar antes señalado del ministro de Solminihac..
“Pediremos
la transparencia de los contratos de operación licitados (Ceol),
fiscalizaremos cuánta producción se les pedirá a cada yacimiento,
organizaremos a los indígenas en cuyas tierras ancestrales se extraerá
el litio. No queremos que se enriquezcan países extranjeros o herederos
de la dictadura”- sentenció Navarro.
Lo
que el gobierno y los privados parecen ignorar al cambiar el estatuto
jurídico del litio, es que hacia el 2020 este mineral duplicará la
demanda actual, lo que podría otorgarle ganancias y sostenibilidad al
país.
Francisca Salinas
El Ciudadano
http://www.elciudadano.cl/2012/02/16/48382/litio-el-petroleo-del-futuro-que-chile-regala/
No hay comentarios:
Publicar un comentario