Partidarios del asesinado Coronel Gadafi tomaron el lunes el control de la localidad de Bani Walid, al suroeste de Trípoli, matando a cinco milicianos del nuevo régimen libio. A plena luz del día, atacaron la base de la Brigada del 28 de Mayo, la más importante de la zona y la única que depende directamente del Ministerio de Defensa de Trípoli. Los asaltantes gritaban «¡Alá, Muamar (Gadafi), Libia y nada más!». La víspera habían distribuido panfletos con el siguiente mensaje: «Volveremos pronto y echaremos a las ratas». El portavoz del nuevo consejo local de la localidad, uno de los últimos bastiones del viejo régimen en caer tras la ofensiva militar del pasado año, aseguró que reclamaron la intervención del Ejército, pero el nuevo Ministerio de Defensa y el Consejo Nacional de Transición les traicionó y no les brindó ayuda.
Se trató del ataque más grave desde la caída del gobierno de Gadafi y en plena crisis política en el seno del CNT, cuyo vicepresidente, Abdelhafidh Ghoga, tuvo que dimitir el domingo tras ser agredido por estudiantes que le recordaban su pasado gadafista.
Por su parte, desde la resistencia gadafista señalan que aunque los medios internacionales no informen, la resistencia cada vez está mejor organizada, más apoyada por el pueblo, más osada y agresiva. Señalan que están firmemente decididos a vengar todos los crímenes cometidos contra el país, su independencia, contra el pueblo y su líder, y a liberar Libia del dominio imperialista. La resistencia gadafista afirma que la toma de Bani Walid constata que la invasión de Libia será altamente costosa para los imperialistas. Afirman que la resistencia alienta el espíritu de resistencia de la vecina Argelia, del pueblo tunecino, de las masas egipcias y africanas en lucha por construir repúblicas independientes anticolonialistas, antiOTAN, antifeudales y antimperialistas.
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Audio publicado en Más Voces : www.masvoces.org
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