Un infante de Marina de EEUU reconoció este lunes durante un juicio haber asesinado a mujeres y niños irakíes en lo que es uno de los casos criminales más graves protagonizados por soldados estadounidenses durante la invasión de Irak.
Frank Wuterich
Las muertes en Haditha el 19 de noviembre de 2005 aún alimentan furia en Irak y fueron la razón principal para que la demanda de Washington de que se concediese a los soldados estadounidenses inmunidad del sistema legal irakí no se materializara.
La masacre es considerada uno de los momentos definitorios de la guerra, al visibilizar aún más la masacre y los abusos cometidos por el Ejército de ocupación de Estados Unidos en momentos en que además se revelaron fotos de abusos de prisioneros por parte de soldados norteamericanos en la prisión de Abu Ghraib.
A pesar de que Wuterich reconoció haber participado en dicha masacre, llegó a un acuerdo con la Fiscalía Militar por el cual si se declaraba culpable se vería beneficiado. Debido a este pacto, el sargento tan sólo cumplirá una condena máxima de tres meses de prisión, una reducción de dos tercios de su paga y la degradación a soldado raso cuando sea sentenciado, muy probablemente este martes.
Además, el acuerdo prevé que los cargos de homicidio sean retirados.
“Nadie niega que los acontecimientos … fueron trágicos, especialmente Frank Wuterich”, dijo el abogado defensor Neal Puckett en declaraciones al diario North County Times el lunes. “Pero el hecho es que él ha sido exonerado totalmente de los cargos de asesinato presentados contra él por el gobierno y los medios de prensa”.
El eje del caso en el consejo de guerra era si Wuterich reaccionó apropiadamente como líder de marines para proteger a sus hombres en medio de una guerra caótica o desestimó reglas de combate y les ordenó que disparasen indiscriminadamente contra civiles irakíes.
LibreRed.net / AP
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