Organizaciones
ambientales han advertido que se necesitan políticas públicas más
claras respecto a seguridad laboral, información, transparencia y la
entrega de una digna atención en salud teniendo en cuenta a aquellos
afectados que no pueden volver el tiempo atrás.
El pasado 22 de diciembre, cerca de 70 trabajadoras agrícolas fueron atendidas en distintos centros asistenciales de Pelarco y Talca en la Región del Maule, producto de una intoxicación masiva por pesticidas registrada en el fundo Orti – Pérez, ubicado en la localidad La Esperanza en la ruta K-45, camino a Pelarco.
María Elena Rozas de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL), manifestó en conversación con Radio Universidad de Chile que “no hay buenas prácticas” en el sector, lo que se refleja en diversas consecuencias que son permanentes.
“Hay
una intoxicación crónica que no aparece en las noticias ni en ninguna
parte y es incluso más grave que una intoxicación masiva aguda porque es
permanente durante todo el año y durante mucho tiempo. Eso deviene en
enfermedades graves como cáncer y otras alteraciones genéticas que se
expresan en otras generaciones”, denunció la dirigente.
María Elena Rozas aclaró que “la intoxicación aguda es la punta de iceberg de un problema mayor que ocurre en Chile desde hace muchos años y que no se ha podido legislar a fondo”.
“(La
legislación) es insuficiente y siempre que hemos planteado soluciones
más radicales como la prohibición de los plaguicidas dañinos, el Ministerio de Agricultura
se ha negado y eso significa que en Chile se siguen usando plaguicidas
extremadamente nocivos para la salud y el medioambiente”, dijo.
Las
cifras en esta materia no son claras, pero existen antecedentes de que
la intoxicación de temporeros por la utilización de plaguicidas ha
aumentando de manera sistemática desde el año 1997.
Las últimas cifras oficiales de la Red de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de Salud (Revep)
del año 2008 señalaron que se registraron 849 casos, superando la cifra
de 2007 que ascendió a 727 casos. Para la dirigente de Rapal las responsabilidades no se han asumido.
“No
se puede dejar la responsabilidad en el eslabón más débil que es el
trabajador agrícola. Creo que cuando se usan venenos, las
responsabilidades las tienen fundamentalmente los reguladores. En Chile
desafortunadamente no ha habido una política pública que incentive, por
ejemplo, la agricultura orgánica. Eso ha estado absolutamente ausente
desde siempre porque sólo ha habido un enfoque químico para enfrentar el
problema de las plagas”, aseguró.
Organizaciones ciudadanas como la Red de Acción en Plaguicidas y sus alternativas para America Latina (RA-PAL) Chile, estima que por cada caso que se registra oficialmente, hay otros cuatro que no son notificados a la autoridad sanitaria.
Fuente: Radio Universidad de Chile
24 de diciembre 2011
Tomado de www.terram.cl
Vìa:
http://www.elciudadano.cl/2011/12/30/46394/intoxicaciones-de-temporeras-por-plaguicidas-%E2%80%9Cson-solo-la-punta-del-iceberg%E2%80%9D/
http://www.elciudadano.cl/2011/12/30/46394/intoxicaciones-de-temporeras-por-plaguicidas-%E2%80%9Cson-solo-la-punta-del-iceberg%E2%80%9D/
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