En un arranque de impotencia, Cameron ha confesado que baraja el apagón de Internet como medida para frenar la escalada de violencia y saqueos que han puesto en jaque al país, algo que ya utilizaron los gobiernos totalitarios de Egipto o Túnez con escasos resultados. Además, no ha descartado desplegar el ejército en las calles de las principales ciudades.
En la Cámara de los Comunes, el primer ministro británico, James Cameron, ha declarado sobre las medidas que va a tomar para evitar más disturbios en Inglaterra.
“No
permitiremos una cultura del miedo en nuestras calles”, ha
sentenciado el primer ministro, James Cameron, al comienzo de su
comparecencia. La inestable situación que vive Scotland Yard, ha llevado al Gobierno a tener en consideración la opción de sacar a los soldados a las calles de Reino Unido.
“Inicialmente habría pocos policías en la calle”, ha reconocido Cameron. La Policía ha cometido un error al tratar los hechos como un problema de orden público en lugar de una problema de criminalidad, ha afirmado el primer ministro. Después ha asegurado que recurrirá al Ejército como última opción, que es “la mejor actitud. Pero el Gobierno lo tendrá en cuenta”.
“Inicialmente habría pocos policías en la calle”, ha reconocido Cameron. La Policía ha cometido un error al tratar los hechos como un problema de orden público en lugar de una problema de criminalidad, ha afirmado el primer ministro. Después ha asegurado que recurrirá al Ejército como última opción, que es “la mejor actitud. Pero el Gobierno lo tendrá en cuenta”.
"Todo el país está impresionado con las terribles escenas de gente saqueando, violencia, vandalismo y robos", ha indicado Cameron, que ha vuelto a calificar los disturbios de "delincuencia pura y dura". "Os buscaremos, os encontraremos, os procesaremos y os castigaremos", ha sentenciado el dirigente.
Sobre las medidas que el Gobierno ha tomado, el dirigente británico ha afirmado que harán todo lo posible “para que la gente deje de usar sistemas de mensajería instantánea para planear disturbios”. Además, Cameron ha confirmado que la Policía está autorizada para usar balas de goma y cañones de agua contra los violentos.
Otras medida que ha sorprendido es que los agentes de seguridad podrán “ordenar a los ciudadanos a quitarse las máscaras si son sospechosos de haber cometido un crimen”, ha dicho el primer ministro.
El coste de los disturbios
El Gobierno se hará cargo del coste de los disturbios para la aseguradoras del país, que ya es de 200 millones de libras (227 millones de euros), según Cameron. Así mismo, el Estado asegura a las personas que se han quedado sin hogar a raíz de los incendios que se han desarrollado los últimos días en la ciudad.
Cameron también ha hablado sobre la muerte del joven que produjo el comienzo de los actos violentos. “La muerte de Mark Duggan está siendo investigada”, pero el primer ministro se ha mostrado contrario al oportunismo de los matones.
Acerca de la cercanía de los Juegos Olímpicos de Londres, que se inaugurarán el 27 de julio de 2012 y en los que la seguridad es el gran reto, Cameron se ha mostrado tranquilo. "A un año de los Juegos, necesitamos demostrar que el Reino Unido no destruye, sino crea; que no abandona sino resiste, y que no mira atrás, sino hacia delante", ha concluido.
Anonymous amenaza a David Cameron: “Si cortas las redes sociales, las repercusiones serán muy graves” El primer ministro británico ha anunciado que no le temblará el pulso si tiene que cortar el acceso a redes sociales y servicios de mensajería para frenar las revueltas, coordinadas a través de Facebook, Twitter o el servicio de mensajería de Blackberry. Nuevas detenciones en varios puntos de Reino Unido por alentar la revuelta.
“A la atención del primer ministro británico: si cortas el acceso a redes sociales, las repercusiones será muy graves”. El grupo ciberactivista Anonymous se ha pronunciado con contundencia después de que David Cameron anunciase en su comparecencia ante el Parlamento que está decidido a impedir a los británicos acceder a Facebook, Twitter y el servicio BlackBerry Messenger durante las revueltas.
En un arranque de impotencia, Cameron ha confesado que baraja el apagón de Internet como medida para frenar la escalada de violencia y saqueos que han puesto en jaque al país, algo que ya utilizaron los gobiernos totalitarios de Egipto o Túnez con escasos resultados. Además, no ha descartado desplegar el ejército en las calles de las principales ciudades.
La policía ha denunciado que los disturbios de los pasados cinco días en Londres, Manchester o Birmingham se han visto alimentados, según las autoridades, por el uso de Twitter, Facebook o el chat de Blackberry.
El primer ministro británico ha reconocido ante la Cámara de los Comunes que “estamos trabajando con la policía, los servicios de inteligencia y la industria para ver si frenamos a la gente que usa estas webs y servicios para comunicarse cuando sabemos que están incitando a la violencia, el desorden y la criminalidad”.
Ya el pasado martes David Lammy, diputado por Tottenham –localidad especialmente golpeada por los disturbios–, solicitó que se cortaran los servicios del móvil de nueva generación Blackberry.
“Con medidas como esta conseguirás que las masas rujan. Creenos, ya no volverán a estar en silencio. Estaremos vigilando”, advierten a Cameron desde @AnonymousIRC. “No lo permitiremos”, anuncia el colectivo hacker desde @GroupAnon, una de las cuentas que usan en Twitter, en la que anima a sus seguidores a demostrar su oposición a la medida.
Desde una de las cuentas en Twitter del colectivo Anonymous, @AnonActionUK, ya se ha anunciado la puesta en marcha de la llamada #OpBritain, una operación “en un estado inicial”, pero que “podría ser enorme si conseguimos el apoyo de la gente adecuada”.
Además, el grupo ha aprovechado para mandarle un mensaje a los políticos del parlamento: "¿por qué ninguno se ha preguntado todavía la causa de los disturbios?", antes de recordarle al primer ministro que “somos Anonymous. Somos legión. No perdonamos, no olvidamos, espéranos”.
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