1. No se cuantos días van ni cuantos más tendrán que aguantar los
mexicanos a la radio y TV que cada tres o cinco minutos al día pasan un
comercial donde Felipe Calderón Hinojosa, el presidente ilegítimo, hace
propaganda de su quinto y penúltimo informe su gobierno. Propaga en cada
anuncio sus miles de kilómetros de carreteras construidas, las miles de
viviendas, y que los servicios de salud están por acercarse al 100 por
ciento, es decir, medicina universal para todos los mexicanos. La
realidad es que no tengo forma de probar la extensión de carreteras y
las viviendas que dice haber construido, pero sí para demostrar que más
de la mitad de los mexicanos padecen un pésimo servicio de salud
proporcionado por las dos instituciones más importantes del país: el
IMSS y el ISSSTE.
2. El IMSS –fundado en 1943- tiene alrededor de 45 mil
derechohabientes y el ISSSTE –creado en 1960- cuenta con unos 11 mil. El
llamado Seguro Popular, fundado a principios del año 2001, debe tener
inscritos, 10 años después, a unos 35 mil. Hay además hospitales
militares para atender la salud de los milicos y otras instituciones
particulares que atienden –mediante contratos- a instituciones públicas.
Lo que se puede desprender de los números es que se habla de inscritos,
de nóminas burocráticas, de estadísticas con las que se podría hablar
de un 90 por ciento de registrados; pero decir –como lo propaga
Calderón- del servicio universal de salud en México es caer
absolutamente en la falsedad y la demagogia por la enorme deficiencia de
esas instituciones.
3. Pertenezco al ISSSTE y me he atendido en él desde 1960, año en que
se fundó; como investigador puedo hablar de su historia a partir de la
atención que se le ha dado a sus derechohabientes: buena atención en su
primera década, regular en los setenta, mala en los ochenta, pésima a
partir de los noventa y a punto de desaparecer –por ineficiente- a
partir del año 2000. Quizá lo mismo –con algunas diferencias- podría
decirse de la atención en el IMSS donde he estado muy cerca por mis
familiares y amigos, así como pendiente por profesión. ¿En qué se
parecen? Falta de médicos, enfermeras, medicinas, camas; las citas para
consultas generales pueden prolongarse hasta 10 días y para
especialistas entre dos a tres meses. ¿De qué buen servicio de salud
habla Calderón si se le ha abandonado?
4. Al parecer, lo más grave es que los altos funcionarios del IMSS y
del ISSSTE son nombrados con criterios políticos y de amistad por los
altos funcionarios del gabinete presidencial. Como políticos usan los
cargos para hacer méritos y mantenerse en la cima. Esto les impide
“limpiar la casa”, es decir, usar adecuadamente el presupuesto y el
personal a su servicio. Muchos médicos –quizá la mayoría- usan la mayor
parte de su tiempo para atender clínicas u hospitales privados, dándoles
al IMSS y al ISSSTE, un papel secundario o bien, prefieren ser
contratados por la institución pública para hacer cirugías y llevarse a
sus clientes a sus hospitales privados. O bien, el mismo IMSS y el
ISSSTE subrogan médicos, hospitales y medicinas en beneficio privado,
cuyos negocios han crecido exageradamente.
5. Las consultas que en las dos primeras décadas no habían necesidad
de pedirlas días antes, comenzaron luego a pedirse dos o tres días
antes, luego una semana y hoy ni funcionan los teléfonos de citas y sí
hay que ir a la clínicas por la mañana y por la tarde. Los médicos deben
atender a 25 pacientes en su turno de trabajo de seis horas, menos de
15 minutos para cada persona. ¿Y los medicamentos? Generalmente siempre
faltan una o dos medicinas que mediante recibo pasan a recogerla en
alguna farmacia particular o para estar pendiente que llegue a los
cuatro días o una semana. Ante el pésimo servicio de salud, quienes más
sufren son los de la tercera edad y los padres de millones de niños
enfermos. Pero Calderón abre su bocota hablando del magnifico servicio
de salud cuando la gente vive desesperada.
6. El IMSS, al tener como derechohabientes a sectores más humildes
(Obreros, campesinos, empleados pobres) que los del ISSSTE (burócratas,
empleados, profesores de distintos niveles), registra más abandono tanto
en sus servicios de “urgencias” como de hospitalización. Ante la
carencia de camas y lugares en el edificio, hay pacientes que llevan sus
colchones, algodones y gasas para curación; y muchos, ante la falta de
medicamentos, deben comprarlos. ¿O habla Calderón del llamado Seguro
Popular a un sector de la población que no tiene derecho al IMSS y al
ISSSTE que se mal atendía en el SSA o Sector Salud? Esta atención
todavía no es muy clara porque da la impresión de que “peor es nada”, es
decir, que es algo para nuestro pueblo que carecía de todo, pero nada
más.
7. Calderón tiene un gasto de publicidad –según publica la revista
Proceso- que supera todos los registros históricos. Sólo en 2010 se
erogaron 4 mil 558 millones de pesos en ese rubro, un monto que supera
en 2.5 veces el presupuesto de mil 780 millones que lo gastado por
Vicente Fox en su último año de gobierno. Con los casi 17 millones de
pesos derrochados por Calderón en difusión entre 2007 y 2011 se hubieran
podido construir 17 hospitales de especialidades u 89 unidades de
tratamiento de leucemia o dotar de medicinas al Seguro Popular de
Michoacán durante 708 año…”. Por eso y mucho más, cada vez de las 50
veces que diariamente aparece la imagen de Calderón en la TV o su voz de
oye por radio, muchos mexicanos le recuerdan a su madre y ésta tiene
que sufrir tronidos de oído.
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