Pese a las multitudinarias movilizaciones, colegios y universidades
tomadas desde hace ya más de tres meses, a pesar de que el apoyo
ciudadano a los estudiantes llega al 80% y el apoyo al gobierno a un
26%, la derecha no da señales de querer ceder en su postura de defender
el lucro en la educación, a ultranza. El presidente se reunió con la
excrecencia empresarial para consultarles su opinión sobre las
movilizaciones acordando, con ellos, no realizar la reforma tributaria
que pudiera afectarles… pero no se ha reunido con los estudiantes.
Haciendo un poco de historia, desde que
comenzó la carrera presidencial de Piñera, recordando sus eslogan de
campaña, sus promesas en que, incluso, llamaba a los jóvenes a tomarse
el país y ofrecía educación gratuita para todos, cual encantador de
serpientes logra llegar a la Moneda y su mandato se parece más a una
“comedia de equivocaciones” para quienes no le votamos, y los
arrepentidos de haberle creído y votado, se multiplican.
Los problemas aparecen por doquier: damnificados del
terremoto que aún viven en mediaguas, pasando un segundo invierno entre
la lluvia y el barro, y si reclaman, se les reprime con la misma
violencia con que los “profesionales carabineros” han reprimido a
mapuche y estudiantes. El ambiente está enrarecido, qué duda cabe, más
aún cuando hay niños, sí, niños que se encuentran desde hace más de un
mes en huelga de hambre intentando, por ese medio, sensibilizar a la
administración del gremialismo, que sólo tiene oídos para el dulce
sonido del dinero, poniendo por sobre los intereses de todo un país su
compromiso con el empresariado y las transnacionales que se llevan las
ganancias del cobre pagando un royalty irrisorio, obteniendo billonarias
utilidades.
El lucrativo negocio de la educación en Chile es tan
rentable que, quienes están en el poder, no están dispuestos a perderlo,
encontramos autoridades como el ex ministro de educación Joaquín Lavín
relacionado con una universidad privada, el actual ministro de justicia
dueño de otra universidad y que es quien tendría la obligación de
fiscalizar el cumplimiento de la ley que regula el lucro, es decir será
juez y parte. Los conflictos de intereses suman y siguen. La Iglesia,
que, se ofreció como mediadora en el conflicto es, también, sostenedora
de múltiples colegios, que reciben recursos del estado, ¿está en
condiciones de mediar y buscar soluciones?, en el parlamento el problema
no es distinto.
La lucha decidida que han iniciado los jóvenes chilenos
es titánica, los poderes fácticos no cejan en su empeño por imponerse,
llegando al extremo de amenazar con “sacar” a los militares a la calle
según el alcalde de Santiago, para controlar los desórdenes públicos,
¿habrá sido un lapsus del alcalde de o alguna idea planteada en alguna
reunión del gobierno que a él se le escapó?, más aún cuando se nos viene
un nuevo 11 de septiembre que nos recuerda la ignominia cometida con la
complicidad de quienes hoy nos gobiernan y que son los responsables del
sistema educativo que se desea cambiar.
Así como el dictador benefició a sus colaboradores
instaurando el lucrativo negociado de los fondos de pensiones, en
desmedro de los trabajadores, lo hizo con la educación creando un
sistema excluyente, clasista en el cual las diferencias sociales se han
profundizado, pretendiendo imponer, por este medio, el control
ideológico y de vigilancia donde, el Ministerio de Educación cumpliera
el rol de una institución de carácter técnico.
Vìa :
http://www.argenpress.info/2011/08/chile-un-gobierno-sordo-soberbio-y.html
http://www.argenpress.info/2011/08/chile-un-gobierno-sordo-soberbio-y.html
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