1. ¿El Banco de la Reserva Federal –en el que participan las familias
más poderosas del mundo: la Rothschild, la Rockefeller, Morgan, que
reúne a las instituciones más grandes y poderosas del orbe como las
petroleras, las bancarias y las fábricas de armamentos- es el que
determina todas las políticas del universo y el presidente de los EEUU
es un simple mandadero de él? Llámense Reagan, Bush, Clinton u Obama,
los presidentes yanquis sólo han sido simples administradores, simples
gobiernos ejecutores de las políticas que se determinan en el verdadero
poder de los EEUU. Lo que sucede en EEUU, el gran país imperialista, se
repite en todos los países. Como dicen en México: “los poderes
fácticos”, es decir los más poderosos, muchos ocultos, los que realmente
dominan la economía, la política, el alto clero, son el poder real.
¿Los 30 anotados de AMLO?
2. El pasado cinco de junio Ollanta Humala ganó las elecciones
presidenciales en Perú, mismas que perdió en la segunda vuelta de los
comicios de hace cinco años frente a Alan García. El pasado enero Lula
Da Silva entregó la Presidencia de Brasil a su sucesora, Dilma Rousseff,
así como Bush II, después de gobernar ocho años en los EEUU, en 2009
tuvo que ceder el gobierno a Obama. Así podríamos continuar recordando
los continuos cambios de gobierno que muy poco dicen porque las
condiciones de cada país –de manera fundamental- casi nada cambian de un
gobierno a otro. Una revisión histórica simple nos podría llevar a
reafirmar que ganar las elecciones presidenciales sólo lleva a asumir el
gobierno, nunca el poder que siempre ha estado en manos de los grandes
banqueros, industriales, grupos monopólicos y transnacionales, en la
oligarquía.
3. Podría decirse que sólo mediante revoluciones armadas profundas se
puede tomar el gobierno y el poder al mismo tiempo en un país, tal como
sucedió en Rusia de 1917, en China de 1949 y en Cuba de 1959 al
expropiar a los grandes ricos explotadores, convertir la riqueza en
propiedad del Estado y crear organismos sociales en formas de
cooperativas. Sin embargo las contrarrevoluciones –organizadas y
apoyadas desde fuera por países capitalistas e imperialistas como EEUU,
Inglaterra, Francia, Japón- frenaron los cambios radicales que
correspondían y bloquearon cualquier desarrollo socializante que
propusieron aquellas revoluciones. Esos países resistieron alrededor de
medio siglo al abierto capitalismo, pero jamás pudieron construir nada
de la nueva sociedad que de manera original se proponían. Se expropió a
los expropiadores de cada país, pero llegó el imperio a salvarlos.
4. Todos los gobiernos del mundo, 99 por ciento producto de
elecciones, lo único que han hecho son reformas burguesas para que el
capitalismo logre vivir más décadas. Avanzan al ritmo de la tecnología,
se modernizan construyendo carreteras, extendiendo el transporte,
dilapidan las riquezas y los recursos naturales, contaminan cada vez más
el ambiente y tienen al mundo al borde del abismo, pero mantienen a la
población con férreo dominio. Incluso países como Chile de Allende,
Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador, que llevaron al gobierno a
personajes con tinte democrático, sólo han podido realizar reformas que
el capitalismo acepta, reformas muy limitadas, que no han avanzan hacia
el cambio de relaciones sociales de producción diferentes porque de
inmediato el gran poder del capital le exige al imperio su intervención,
que muchas veces son suficientes con amenazas.
5. Cuando veo a Chávez convaleciente en La Habana, rodeado por los
hermanos Castro me pregunto: ¿Cómo podrá recuperar Chávez la confianza
después de la entrega que hizo de revolucionarios al gobierno asesino de
Colombia? Quizá sólo declarando su apoyo a las FARC y rompiendo
relaciones con el gobierno colombiano. ¿Por qué Chávez cometió ese magno
error? Porque no tiene el poder sino solamente el gobierno. El poder
está en manos de la gran burguesía bancaria, industrial y comercial de
Venezuela, pero por encima de ellos está el poderoso poder yanqui que
puede provocar salida de capitales, escasez de víveres, devaluación
monetaria y determinar todo. ¿Por qué han sido derrocados gobiernos de
América Latina sino no por el “gran atrevimiento de haber declarado
algunos márgenes de independencia”?
6. En Perú, si Ollanta Humala fuera un simpatizante de la izquierda y
quisiera hacer algunas reformas importantes seguramente las podrá
realizar siempre y cuando estén dentro de los límites del capitalismo;
puede repartir algunas tierras, puede “nacionalizar algunas empresas,
puede decretar aumentos de presupuesto en la educación y la salud, puede
incluso pronunciar muchos discursos nacionalistas, pero sin afectar
intereses de los poderosos; nada más. Lo que no puede olvidar es que su
gobierno sólo debe servir a la oligarquía, al verdadero poder asociado
con los EEUU; de lo contrario no tardará ni un año. El otro camino es la
movilización de masas que tampoco es fácil cuando no se les tiene
confianza y sí mucho miedo. Lo más seguro es que sea un gobierno más, un
simple sirviente de la oligarquía que no llegue siquiera el nivel de
Velazco Alvarado, aunque con discurso populista.
7. Todo ello me hace pensar en México, país y traspatio del imperio
de los EEUU. ¿Hasta qué grado los gobiernos yanquis podrán permitir que
se realicen reformas profundas que beneficien a la población pobre?
¿Hasta dónde nuestra gran oligarquía, estrechamente asociada a los
inversionistas gringos, permitirá que la electricidad, el petróleo, las
leyes del trabajo, sigan sin ser privatizadas y acomodadas a procesos
productivistas? ¿Podrán permitir que los movimientos de masas, que el
descontento y las protestas crezcan sin acelerar una intervención
militar? Por eso Peña Nieto del PRI o Cordero del PAN –incondicionales
de los yanquis- pueden ascender fácilmente a la Presidencia. ¿López
Obrador será capaz de usar el movimiento de masas como prioridad en su
gobierno en caso de asumirlo?
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