En el año 2007, por razones desconocidas, la Superintendencia de Bancos (SBIF) dejó de publicar tres destacadas informaciones relativas a las Tarjetas de Crédito no bancarias, las cuales eran de especial relevancia por su impacto económico y social sobre MILLONES de chilenos.
La SBIF dejó de publicar cifras referidas al total de Tarjetas de Crédito emitidas (no las vigentes) por operadores no bancarios. El segundo guarismo que dejo de publicarse se refiere al Total del Monto de Líneas de Crédito Autorizadas versus el Monto de las Líneas de Crédito Utilizadas. Finalmente la SBIF también dejó de publicar el desagregado entre operaciones derivadas de compras en sus establecimientos y las operaciones derivadas de avances en efectivo.
El total de Tarjetas emitidas hasta el año 2007 alcanzaba a la suma de 29.000.000. de estas. Suponiendo que esta cantidad no ha incrementado y considerando que la SBIF en su página web indica que a marzo de este año existían 15.000.000. vigentes, hay por lo tanto 14.000.000. de tarjetas que han sido puestas fuera de servicio, lo que afectaría a más de 3.000.000. de chilenos a las cuales se les ha inhabilitado el uso de tarjetas. No hay cifras más recientes.
En el año 2007 las empresas emisores de Tarjetas de Crédito no bancarias reportaban a través de la SBIF que el total de créditos autorizados que no se habían utilizados alcanzaban U.F.59.000.000., que equivalen a $7.820.456.000.000., monto que los usuarios de tarjetas tendrían disponibles para compras o anticipos de dinero, lo que constituye 2,5 veces el total del endeudamiento a esa fecha. No hay cifras más recientes.
Por último estos emisores de tarjetas no bancarias destinaron en el año 2007 la cantidad de $248.500.000.000. para avances en efectivo que representan un 31% de las compras hechas con tarjetas de crédito. No hay cifras más recientes.
Estos antecedentes son relevantes para desarrollar el concepto del Punto de No Retorno, al cual habrían llegado MILLONES de chilenos que jamás podrán pagar sus deudas. Este fenómeno masivo -derivado de la incapacidad de instituciones gubernamentales para ponerle atajo a los excesos que los operadores de tarjetas de crédito no bancarias (casas comerciales)-, está teniendo hondo impacto en la población chilena y es el germen de las sorpresivas y masivas manifestaciones que han ocurrido recientemente, ya que traspasan todos los ámbitos de la población de ingresos medios y bajos.
En navegación aérea existe el llamado Punto de No Retorno y es cuando el avión ya no puede regresar a su base original. En el mundo empresarial cuando una empresa no es capaz de generar los recursos de caja necesarios para cumplir con sus compromisos de pago de intereses financieros, es cuando entra en un camino sin retorno que inevitablemente termina en su quiebra.
Haciendo un símil, podemos suponer que cuando una persona deudora no tiene ingresos suficientes para cancelar sus compromisos mensuales, -como los que originan las Tarjetas de Crédito-, podemos decir que ha pasado el Punto de No Retorno. Su destino será aumentar su endeudamiento, hasta el instante que tendrá que declararse en falencia financiera (moroso).
La etapa posterior al Punto de No Retorno del deudor y la quiebra de éste se denomina “bicicleteo” y podrá mantenerse en este proceso mientras pueda seguir endeudándose. Los avances en efectivo han facilitado significativamente a quienes “bicicletean”. Lo destacado es que cuando un deudor pasa el Punto de No Retorno puede transcurrir mucho tiempo “bicicleteando”, endeudándose cada vez más y más, sin que se prendan las alarmas que digan que su situación es irremediable.
Es así como podremos definir al “bicicletero no moroso” como la persona que habiendo pasado el punto de no retorno, no ha sido declarada morosa, pero que ya está irremediablemente condenada a no poder cancelar sus compromisos originados por las Tarjetas de Crédito.
Si los usuarios de Tarjetas acumulan varias tarjetas con las cuales operan y una gran cantidad ha pasado el umbral del no retorno la enfermedad estaría afectando a numerosas empresas emisoras y no sólo a La Polar.
Es por estos antecedentes y la trascendencia económica y social que presuponen la operación de las Tarjetas, se hace necesario establecer entre otros el registro consolidado de las deudas de los tenedores de estas tarjetas.
Junto con esto establecer límites estrictos de la cantidad de crédito que puede asignar un operador. Prohibir los avances en efectivo. Considerar como parte de los intereses aquellos cargos por servicios originados por empresas relacionadas a la emisora de Tarjetas. Afectar a IVA todos los intereses que se cargan a las Tarjetas de Crédito.
Lo que debe de preocupar a la autoridad es que los operadores de Tarjetas de Crédito tienen en su cartera a miles de deudores que han pasado el umbral del punto de no retorno, los que pueden seguir endeudándose, lo que irremediablemente se transformarán en pérdidas seguras de sus carteras.
Han actuado con desidia diversas reparticiones públicas -y agrego las Facultades de Economía- por no haber hecho presente las graves consecuencias macroeconómicas y sociales derivadas del fenómeno de las Tarjetas de Crédito,
Es altamente probable que globalmente el sistema de las Tarjetas de Crédito haya pasado el umbral del no retorno y se haya transformado en un cáncer terminal del modelo de “libertinaje” de mercado establecido en Chile.

Fuente, vìa :
http://www.theclinic.cl/2011/06/19/el-cagazo-de-las-tarjetas-de-credito/