El próximo 5 de junio será el momento en que por medio de una segunda vuelta electoral se conozca quién es el candidato elegido por el pueblo peruano para gobernar el país. El cargo se lo disputan Keiko Fujimori y Ollanta Humala.
Precisamente para mostrar su postura en esta tesitura más de 100 escritores, concretamente 109, han hecho pública una carta en la que expresan su rechazo a la candidata de Fuerza 2011 representada por Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori , hoy condenado a 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad.
Dicho documento viene firmado por autores de muy diferentes características e ideologías, entre los que se encuentran Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Fernando Iwasaki, Santiago Roncagliolo, Jorge Eduardo Benavides o Gabriela Wiener. Todos ellos tienen en común oponerse a la amenaza de una resurrección de la dictadura fujimorista.
Los escritores califican al régimen de Alberto Fujimori “el periodo más siniestro” en la historia de los gobiernos republicanos del Perú
y “una década criminal cuyas funestas consecuencias no debemos olvidar,
relativizar ni pasar por alto”. Precisamente consideran “el mayor triunfo de la democracia peruana ha sido el rechazo a esa dictadura,
el procesamiento judicial de sus líderes y el castigo legal a los
innumerables delitos y crímenes contra la humanidad que cometió”, de ahí
su oposición frontal a su hija, que nunca en ningún momento ha roto con
el pasado llegando a considerar esa época incluso el mejor Gobierno
que ha tenido el país.
Todo esto es lo que hace que los escritores opten por el llamamiento a
votar a Ollanta Humala, al que vigilarán para que cumpla lo prometido,
pero que se convierte en la oposición a la instauración de una nueva
dictadura.
Manifiesto completo:
CONTRA EL REGRESO DEL FUJIMORISMO
Y A FAVOR DE LA DEMOCRACIA
Quienes suscribimos esta carta expresamos nuestro enérgico rechazo ante
la amenaza que, contra la democracia y la libertad de los peruanos,
supone la posible resurrección de la dictadura fujimorista.
El régimen de Alberto Fujimori marcó el periodo más siniestro en la
historia de nuestros gobiernos republicanos. Fue una década criminal
cuyas funestas consecuencias no debemos olvidar, relativizar ni pasar
por alto. En los últimos años, el mayor triunfo de la democracia peruana
ha sido el rechazo a esa dictadura, el procesamiento judicial de sus
líderes y el castigo legal a los innumerables delitos y crímenes contra
la humanidad que cometió. El Perú debe rechazar una vez más la impunidad
y reforzar su fe en una democracia con justicia para todos y con
posibilidades de progreso dentro de un orden legítimo.
Los escritores que firmamos esta carta venimos de lugares muy
distintos del espectro político peruano y tenemos ideas divergentes
sobre cómo debería ser el manejo económico y social del Perú. Creemos,
sin embargo, en el valor de la libertad, el rechazo a la criminalidad y a
la violencia de estado, la defensa del orden legal y el respeto a los
derechos humanos. Pensamos que estos son cimientos cruciales para la
construcción de una nación justa y solidaria.
El candidato presidencial Ollanta Humala ha jurado públicamente
defender esos principios. Creemos que nuestro deber en este momento es
escuchar ese juramento y que nuestra obligación inmediatamente posterior
será vigilar su cumplimiento. El presente nos ha dejado con esa
alternativa que es la vía válida de oposición a la reinstauración de la
dictadura.
La democracia es el ejercicio de una negociación: todo gobierno debe
escuchar a su sociedad civil. La sociedad civil tiene el deber de guiar a
su gobierno, hacer sentir su poder y su mandato y fiscalizar su
rectitud. Pero esa negociación sólo es posible cuando el poder lo ocupa
un movimiento político. El crimen está fuera de ese espectro: no se
negocia con quienes han abandonado la política y han elegido la
criminalidad.
Por estas razones, los abajo firmantes llamamos a la sociedad a
mantener su poder de representación, rechazando el regreso de la
dictadura y solidificando, mediante el voto por Ollanta Humala, con una
actitud activa y vigilante, nuestro orden democrático. El nuestro es un
llamado esperanzado y optimista a la unidad nacional: este 5 de junio,
los peruanos debemos defender, a través de un voto responsable y cívico,
nuestra dignidad, nuestra libertad y nuestra democracia.
Fuente, vìa :
http://tercerainformacion.es/spip.php?article25397
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