(apro).- La histórica derrota electoral del gobernante PSOE y el
ascenso del PP en los comicios municipales y autonómicos ya era una
tendencia dominante en las encuestas españolas, antes del surgimiento de
las movilizaciones convocadas por la plataforma Democracia Real Ya, los
colectivos de Anonimous y decenas de organizaciones articuladas al
margen de los partidos y de los medios masivos de comunicación, a través
de redes sociales señaladamente de izquierda o en contra del
bipartidismo.
Una extraña paradoja se construye entre el mundo de la “democracia
formal” y la “democraica real” española. Las urnas reflejaron el rechazo
al partido gobernante y un repunte de su adversario histórico, el
Partido Popular, de Mariano Rajoy, mientras que las movilizaciones y las
redes sociales, que han inspirado la Spanish Revolution, apuntan a una dirección claramente opuesta.
Por ahora, el ganador es Mariano Rajoy. Él y sus aliados mediáticos,
especialmente comentaristas de la televisión privada, promueven ya la
convocatoria a unas elecciones nacionales anticipadas, porque "no se
puede perder un año más" y porque el gobierno de Rodríguez Zapatero “no
está en condiciones” de continuar la administración federal.
No fue poco lo que perdió el Partido Socialista Obrero Español al
disminuir en más de 10 puntos su votación, en relación con los comicios
de 2007. El PP le arrebató a los socialistas los gobiernos de Aragón,
Castilla-La Mancha, Extremadura, Islas Baleares y Cantabria, y refrendó
su victoria en Madrid, la capital que se ha convertido en el epicentro
de una movilización ciudadana que ha sorprendido a todo el mundo.
A pesar de su victoria, el PP no tiene una mayoría cómoda. Obtuvo 8
millones 400 mil votos, 37.57% del total, diez puntos arriba del PSOE.
La lejana tercera fuerza Izquierda Unida tuvo un ascenso importante en
aquellas autonomías donde se fracturó el bipartidismo, especialmente en
Extremadura, pero está muy distante de disputarle a las dos
organizaciones dominantes su control. Obtuvo 6.31% de los votos.
La tendencia dominante en otras autonomías fue el corrimiento hacia
la derecha en las urnas. En general, según un análisis de Pere Rusiñol,
las derechas pasaron de 43.1 a 47.7% de los votos, en general, mientras
las izquierdas disminuyeron de 45.2 a 39.7%. El mayor vuelco fue en
Canarias, donde las izquierdas retrocedieron 11.9 puntos; en Aragón, con
9.9% de caída, y en La Rioja, con 9.48% menos.
En Cataluña, las dos formaciones de centro-derecha (Convergencia y
Unión) y el PP es probable que formen un gobierno. La izquierda de
Ezquerra Republicana tuvo una brutal caída en Cataluña, que generó la
renuncia de la cúpula dirigente.
El índice de participación electoral fue del orden de 66.2%. El voto
nulo y la abstención llega a 1 millón de votos, que representa casi 5%
del total, lo que implica un ligero incremento con relación a las
elecciones del 2007.
Las primeras palabras del presidente José Luis Rodríguez Zapatero
reflejan un crudo diagnóstico. En su mensaje nocturno achacó la
responsabilidad a la crisis económica, que ha provocado el desempleo de
23% de la población económicamente activa y un durísimo plan de ajuste
que ha disminuido los apoyos presupuestales en seguridad social,
educación y salud.
"Entiendo que estos resultados tienen una clarísima relación con la
crisis económica que vivimos desde hace tres años, con la desaparición
de dos millones de puestos de trabajos", afirmó Rodríguez Zapatero.
"Es una crisis que tiene muchos efectos en el estado de ánimo de los
trabajadores, que hoy han expresado su malestar. Por ello era de esperar
que el PSOE recibiera un castigo en las urnas", justificó el presidente
español, quien abandonará el poder en 2012, si es que la derecha
partidista no consigue adelantar los comicios generales.
La otra crisis: "No somos mercancías de partidos y banqueros"
Sin embargo, el avance del PP y de otros partidos locales de centro
derecha no responde aún a la principal crisis que se ha detonado a raíz
de las multitudinarias movilizaciones y al plantón en Plaza del Sol.
El movimiento de los indignados no es sólo contra el gobernante PSOE,
sino contra el bipartidismo dominante y la mercantilización electoral.
Sin tener un signo partidista claro, el movimiento de los indignados es
una clara proclama contra el sistema dominante.
Fabio Gándara, un joven abogado de 26 años que arrancó en Facebook y
en otros blogs la plataforma Democracia Real Ya, junto con dos amigos
desempleados, sintetizó así en declaraciones a El País la principal crítica que comparten cientos de organizaciones civiles:
"Son dos los principales culpables: los políticos, nuestros supuestos
representantes, que actúan en connivencia con los grandes poderes
económicos, y los poderes económicos, que mediatizan a los grandes
partidos, imponen un marco de desregulación y especulan con los bonos de
los países".
De este diagnóstico viene uno de los lemas más exitosos de la
plataforma Democracia Real Ya: "No somos mercancías en manos de
políticos y banqueros".
Nuevos medios: la gente es el mensaje
En paralelo con la crisis y teniendo como precedente las revueltas en
los países árabes, en España se está consolidando una tendencia de la
nueva era digital de las comunicaciones horizontales y de las audiencias
convergentes.
A diferencia del axioma de Marshall McLuhan –"el medio es el
mensaje"–, en España se está demostrando que no son los medios sino las
audiencias las que están modificando los mensajes, a los medios mismos y
a las movilizaciones.
El guionista de televisión Guillermo Zapata lo explicó así en su
artículo "Siete palabras-claves desde la Puerta del Sol", publicado en La Jornada este domingo:
"La comunicación es la forma de organización política. La gente se
convierte en medio de comunicación. Las redes sociales no son tanto el
medio, como el territorio expresivo y organizativo. El sentido común se
teje en forma de flujo y de mente. De la lógica de la confianza
compartida de Facebook se pasa a la lógica de la vivencia directa de
Twitter".
Esta es la auténtica novedad y la revolución española que se está
gestando en Plaza del Sol y en decenas de ciudades españolas. Es la
revolución de los indignados que abandonan la invisibilización a la que
estaban condenados en los grandes medios y en la mercadotecnia
electoral, que los reducen a datos estadísticos o a vacías promesas de
empleo o, peor aún, que los simplifican como ninis, al igual que en México.
Al hacerse visibles y poderosamente efectivos para mantener durante
más de una semana un plantón multitudinario, los indignados crean sus
propias plataformas y medios: decenas de blogs y una web general que
transmite en vivo y en directo las deliberaciones que continuarán una
semana más, al menos en Plaza del Sol.
Fuente, vìa :
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/91606
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/91606
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