(apro).- El proyecto carbonífero Mina Invierno, en Isla Riesco,
implicará la muerte de huemules, cóndores, ballenas y pingüinos que
habitan en este rico pero frágil ecosistema ubicado en la Región de
Magallanes, en el extremo sur de Chile.
Este proyecto, que fue aprobado el 16 de febrero por el Servicio de
Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Magallanes, considera la
construcción de un puerto de embarque del carbón y la explotación de un
yacimiento de carbón a cielo abierto. El área total intervenida en la
mina Invierno será de 15 millones de metros cuadrados, siendo este
proyecto carbonífero el más grande de Latinoamérica.
El SEA está integrado por personas cuyos cargos son de confianza del
presidente Sebastián Piñera, quien en todo momento se ha mostrado
partidario da dar luz verde a este proyecto. Cabe consignar que Piñera
tiene intereses comprometidos en esta iniciativa: tiene 9.5 millones de
dólares en acciones en la empresa Copec (grupo Angelini), principal
impulsora del proyecto junto con Ultramar (al grupo Von Appen).
El 25 de marzo pasado, Alerta Isla Riesco (principal grupo opositor a
la Minera) presentó un recurso de reclamación por la aprobación del
proyecto ante el SEA. Cuatro días después, este organismo lo envió al
Consejo de Ministros de la Comisión Nacional de Medio Ambiente
(Conama), el cual deberá decidir, en el transcurso de mayo, si acepta la
queja o si da luz verde a la ejecución del proyecto.
Este Consejo de Ministros está encabezado por la ministra de Medio
Ambiente, María Ignacia Benítez, teniendo entre sus miembros al titular
de Minería y Energía, Laurence Golborne. Este último, antes de asumir
como ministro de Piñera, en marzo de 2010, había sido gerente de Aes
Gener, una de las empresas generadoras de energía más interesadas en que
se ponga en marcha el proyecto en Isla Riesco. Lo anterior, debido a
que termoeléctricas de su propiedad, entre las que está la mega central
Campiche, necesitan de este insumo para ponerse en marcha.
El 28 de abril pasado, la presidenta del Partido por la Democracia
(PPD), Carolina Tohá, ingresó un escrito ante la Contraloría General de
la República solicitando que los miembros del Consejo de Ministros
fueran inhabilitados. La solicitud se ampara en el hecho que su jefe
directo, el presidente Piñera, tiene interés personal en su aprobación
por las razones antes mencionadas.
Según se establece en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA)
presentado por el titular del proyecto, éste considera una inversión
global estimada de 180 millones de dólares. La explotación tendría una
vida útil de unos 12 años, estimada en función de 73 millones de
toneladas de reservas medidas y con base en un nivel de producción de 6
millones de toneladas anuales de carbón.
Este proyecto carbonífero no se agota con Mina Invierno. En la página
web de Minera Isla Riesco se afirma que se espera que las labores
extractivas se prolonguen por 25 años, dado que se considera continuar
las labores mineras con la explotación de tres yacimientos más: Adela,
Río Eduardo y Helena.
Los reclamos
Apro tuvo acceso al documento presentado por Alerta
Isla Riesco al Consejo de Ministros. En éste se menciona que existen
errores metodológicos y falta de información respecto a la flora y
fauna. “Minera Invierno sólo realiza estudios de línea base en los
terrenos de Estancia Invierno, limitando enormemente las áreas de
afectación (…) esto ha sido ampliamente criticado por especialistas en
el tema, que recalcan la importancia de considerar y abarcar los
distintos subsistemas de Isla Riesco, ya que existe un precario
equilibrio entre ellos y una mutua necesidad de los diversos ecosistemas
existentes”.
Los opositores a la minera sostienen en su escrito que se hace
necesario extender las áreas de impactos y diagnosticar los mismos en
las múltiples especies de flora y fauna que ahí conviven.
También expresan que la compañía minera no tomó en cuenta la
presencia y afectación de especies en peligro de extinción y
conservación como son el Chorlo de Magallanes (especie endémica de la
región); Aguilucho de Cola Rojiza, mamíferos voladores (murciélago) poco
estudiados y existentes en la zona; el Gato Montés; además del huemul.
Tampoco se incluyeron estudios de musgos, líquenes, humedales cercanos,
arácnidos, entomológicos, etcétera.
Según el mencionado recurso de reclamación, “existe certeza de que
habrá contaminación hídrica, a través de material particulado
precipitable y de suspensión, acidificación y secundariamente
lixiviación de metales pesados; de todas las cuencas a intervenir”.
Fauna amenazada
Mina Invierno se encuentra próximo a la costa del Seno de Otway,
cuerpo de agua con estrechas vías de comunicación con el océano Pacífico
que, por lo mismo, tiene bajas tasas de circulación y renovación. Esta
baja tasa de recambio implica que todos los elementos que caigan en él
–en especial el polvo de carbón-- se acumularán durante los 25 años que
duraría la explotación de todos los yacimientos.
En entrevista con Apro, la vocera de Alerta Isla
Riesco, Ana Stipicic, sostuvo que el Seno de Otway “es muy vulnerable a
cualquier tipo de contaminación”. Destaca que en éste viven especies en
peligro de conservación como el petrel gigante; lobos marino común y
fino; cuatro tipos de delfines (entre ellos el endémico delfín chileno) y
otros cetáceos como la orca y la ballena jorobada. En sus aguas habitan
también la colonia de Pingüinos de Magallanes.
Stipicic afirma que “la contaminación del Seno de Otway, junto a las
aguas de lastre de los buques cargueros, son una real amenaza la cual no
es reconocida por la minera”. También señala que el EIA de la minera no
toma en cuenta las consecuencias en el ecosistema marino adyacente a la
mina ni el impacto de los buques que transportarán el carbón por las
agitadas aguas marinas del extremo sur de Chile.
Según establecen investigaciones del Centro de Estudios del Cuaternario de Fuego-Patagonia y Antártica
(Cequa), Riesco es una de las pocas islas en que habita el huemul. Esta
especie está en peligro de extinción estimándose que en Chile quedan
menos de 2 mil ejemplares. Además, junto con el cóndor, forma parte del
escudo nacional de este país suramericano. El estudio de impacto
ambiental de Minera Isla Riesco no considera la presencia del huemul en
la mencionada isla, aunque es un hecho comprobado que existe.
El proyecto minero también afectará a una gran cantidad de aves. En cerro Palomares, ubicado a 8 kilómetros de Isla Riesco, en la ribera oriente del canal Fitz Roy,
existe una colonia de cóndores. De hecho, es el único lugar de
nidificación cercano al mar existente en Chile. El gran problema es que
este lugar es muy cercano al único camino de acceso a Isla Riesco, cuyo
tránsito aumentará exponencialmente en caso de ponerse en marcha la
carbonífera.
Esto podría significar la disminución e incluso la extinción de esta
importante colonia de cóndores, según coinciden los expertos.
En entrevista con Apro, el presidente de Comité
Nacional Pro Defensa de la Fauna y Flora (Codeff), Bernardo Zentilli,
sostuvo que la destrucción de hábitat “evidentemente que va a tener un
impacto negativo sobre la fauna silvestre”. Afirma que muchos animales
morirán por la afectación de sus ecosistemas y por la llegada de
enfermedades y por la incorporación de otras especies especialmente
perros.
Zentilli, que es ingeniero forestal, afirma que otros de los grandes
problemas es que la irrupción de cientos de nuevos habitantes a la isla,
así como el enorme tráfico de carga, implicará la llegada de nuevas
especies de animales –como el perro--, así como de enfermedades que
supondrán un serio peligro para este frágil ecosistema, que derivará en
la muerte de animales autóctonos.
Especial preocupación expresa Zentilli por los huemules.
“Este proyecto carbonífero –afirma el ecologista-- fue aprobado en forma completamente irregular”.
Argumenta: “En el proceso de evaluación, se aprobó el puerto (2009) y
la explotación de la mina (2011), como si fueran dos proyectos
distintos”. Señala que “esto es un escándalo, estamos ante una forma
totalmente oscura de aprobar proyectos”.
Y detalla: “En el EIA se asegura que los vientos máximos en la zona a
intervenir son de 39 kilómetros por hora, cuando toda persona que
conozca Magallanes sabe que es normal que los vientos sobrepasen
largamente los 100 kilómetros por hora. Sería increíble que el gobierno
aprobara algo así”.
El representante de Codeff estima que, dado que el proyecto es a rajo
abierto, y los vientos son tan fuertes, “el polvillo de carbón, que es
altamente tóxico, se va a expandir por una región que queremos
proteger”. Codeff es la organización de defensa del medio ambiente más
antigua de Chile (1969).
Por otra parte, expresa el naturalista, otra consecuencia de Isla
Riesco será la proliferación de centrales termoeléctricas a carbón, “lo
que va a derivar en que el índice de contaminación atmosférica per
cápita (de Chile) va a llegar a niveles espantosos puesto que ya son muy
altos.
“Además –agrega--, toda esta energía es para apoyar la
explotación minera que está dejando muy pocos beneficios a Chile.
Aparte, las mineras ocupan gran cantidad de agua en una zona (Norte de
Chile) en que hay una gran carencia de agua para la producción de
alimentos y para el consumo humano”.
Fuente, vìa :
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/91036
La imagen no proviene de la fuente original
No hay comentarios:
Publicar un comentario