(apro).- Luego de reconocer que los bombardeos realizados el jueves 7
en Brega mataron a rebeldes libios que viajaban en tanques, la
Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) rechazó ofrecer
disculpas por las bajas.
El contraalmirante Russell Harding, vicecomandante de las operaciones
de la OTAN en Libia, indicó que la Alianza no tenía información de que
las fuerzas de oposición estuvieran operando los tanques, pues antes
sólo las tropas del líder libio Muamar El Gadafi los usaba.
Según la cadena Al Arabiya, fueron 50 los rebeldes que fenecieron por
el “fuego amigo” de las fuerzas de la OTAN, aunque no se sabe con
exactitud cuántas víctimas fatales hubo.
Además, según Harding, en las poblaciones costeras del oriente del
país, como Brega y Ajdabiya, las milicias opositoras está en permanente
acción avanzando y retirándose en su lucha contra las fuerzas
gadafistas, lo que dificulta a la OTAN distinguir entre unos y otros.
Los rebeldes reclamaron con enojo este y otro ataque de la semana
pasada, en el que murieron 13 rebeldes que lanzaron disparos al aire,
aparentemente para festejar la llegada de los aviones de la Alianza, y
fueron confundidos con atacantes de Gadafi.
Estos reclamos también provocaron reacciones de molestia entre
funcionarios de la OTAN porque los insurgentes ven a la Alianza como su
fuerza aérea, cuando el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU se
limita a proteger a la población civil.
Harding indicó, desde la sede de la OTAN en Nápoles, que los aviones del operativo Protector Unificado
concluyeron 318 incursiones aéreas y destruyeron 23 objetivos en toda
Libia en las últimas 48 horas, y “todo parece indicar que dos de
nuestros ataques de ayer resultaron en muertes” de rebeldes, aceptó.
“No me estoy disculpando. La situación en tierra era y permanece aún
muy fluida y hasta ayer no teníamos información de que las fuerzas
(rebeldes) estaban usando tanques'', subrayó.
Más tarde, tras las declaraciones de Harding, el secretario general
de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, salió al paso para lamentar
"profundamente" la muerte de varios rebeldes libios en los ataques del
jueves pasado en Brega.
"Este es un incidente muy desafortunado. Lamento profundamente la
pérdida de vidas", señaló Rasmussen en una declaración al canal de
televisión de la OTAN.
La semana pasada, el dirigente de la OTAN usó una frase similar
cuando se informó que aviones de la Alianza dispararon contra rebeldes y
mataron a 13. Fue un “accidente lamentable” dijo en esa ocasión.
Rasmussen dijo que la situación en el terreno en Libia “es muy
inestable” pero "hacemos todo lo posible para evitar víctimas civiles”
en las incursiones.
Por otra parte, el gobierno estadunidense anunció un nuevo golpe al
régimen de Gadafi, quien hace un par de días envío una carta al
presidente Barack Obama para solicitarle que suspendiera las operaciones
de la OTAN en Libia.
En lugar de eso, informó que congelará los bienes de cinco altos
funcionarios del gobierno gadafista y de dos empresas manejadas por
hijos del líder libio.
La intención es aumentar la presión sobre el régimen al que ya se le
han aplicado otras sanciones financieras. “Vamos a continuar exponiendo
e imponiendo sanciones sobre altos funcionarios del gobierno libio que
decidan continuar del lado de Gadafi”, indicó el subsecretario interino
del Tesoro para Terrorismo, David S. Cohen.
Los cinco funcionarios afectados con la nueva medida son: el primer
ministro Ali al-Mahmoudi Al Baghdadi y el ministro de Petróleo y
presidente de la Compañía Nacional Petrolera de Libia, Shukri Ghanem;
Abdulhafid Zlitni, secretario general del Comité Popular de Finanzas,
quien también funge como presidente interino del Banco Central de Libia.
Tohami Khaled, director de la Oficina de Seguridad Interna, y Bashir
Saleh, jefe de gabinete de Gadafi y presidente de la entidad oficial
conocida como Portafolio Libio de Inversión Africana, completan la lista
de funcionarios sancionados.
También se congelarán los bienes de dos organizaciones: la Fundación
Internacional Gadafi para el Desarrollo y la Caridad y la Asociación de
Caridad Waatasemu. La primera está a cargo de Saif Al Islam Gaddafi,
hijo y miembro de la directiva de Gadafi, y la segunda está bajo el
control de Aisha Gadafi, la única hija del líder libio.
Fuente, vìa :
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/90085
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