El 70 por ciento lo está por la intensa explotación, por sus ingresos
miserables, por la falta de empleo, por enfermedades que no son
atendidas en los hospitales, por falta de una educación adecuada, por la
inseguridad, por los robos, los asesinatos y por la gigantesca
corrupción gubernamental, etcétera, etcétera.
Pero lo grave es que también los super millonarios y los mismos
gobernantes están “hasta la madre”: Slim, porque tiene que luchar mucho
para ser durante varios años el hombre más rico del mundo; Calderón
porque quiere reelegirse imponiendo en la Presidencia a uno de sus
criados panistas; Peña Nieto está “hasta la madre” porque Beltrones y
López Obrador no le dejan el camino libre a la Presidencia.Además me he dado cuenta que Salinas, aquel presidente ladrón y asesino, está hasta la madre por las denuncias que recibe por querer seguir gobernado tras el trono; los empresarios y el ejército repiten que también ellos están hasta la madre porque juntos no han podido establecer en México un dictadura total y porque tengan que esconderse tras los gobiernos neoliberales.
Si estamos todos hasta la madre, ¿Por qué no se las rompemos –pero de verdad- a aquellos culpables que por acumular riquezas, altos cargos políticos, ser los beneficiarios privilegiados del sistema hace que estemos hasta la madre? Lo que sucede es que hay que estar hasta la madre de verdad, como Sicilia; salir a romperles su ídem en la calle y no simplemente la moda.
pedroe@cablered.net.mx
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