martes, 19 de abril de 2011

España : Telefónica despide trabajadores mientras incentiva a sus directivos. ¿Se cumplen los supuestos por los que la Administración puede autorizar un ERE ? César Pérez Navarro - Tercera Información

En España no hay límites para la codicia y la desvergüenza. Los directivos de la privatizada Telefónica anuncian el despido vía ERE del 20% de la plantilla de la multinacional en España (unos 6.000 trabajadores) tras alcanzar beneficios récord en 2010 (10.167 millones de euros). Simultáneamente pondrán en marcha tres planes de incentivos (de 565 millones de euros), de los cuales, el de mayor cuantía supondrá la entrega de 450 millones de euros en acciones a 1.900 directivos, esto es, una media de 236.842 euros por directivo, aunque se repartirán de manera desigual. Mientras el plan anterior contempló un máximo de acciones por importe de 29,8 millones de euros en cinco años para los cinco máximos ejecutivos, el nuevo plan establece un máximo de unos 50 millones de euros en tres años para los tres principales directivos : el presidente, César Alierta ; el consejero delegado, Julio Linares, y el consejero ejecutivo José María Álvarez-Pallete.
Veamos que opinan de todo esto los medios de mayor difusión en España ;
En El País se justifica el recorte de plantilla porque el beneficio de sus filiales en España fue un 12% menor en 2010 (4.412 millones) que el año anterior (5.019 millones), aunque las filiales españolas fueron las que obtuvieron mejor resultado de todo el grupo ; “(...) Ese retroceso de la rentabilidad es el que ha llevado a la empresa que preside César Alierta a plantear una reducción de costes que incluye un recorte de la plantilla en España del 20% en tres años (...)” (1).
Por su parte, El Mundo asegura que los trabajadores despedidos “celebran el ERE”, y están “deseando pasear al perro”. Todo ello puede leerse en una noticia encabezada por la publicidad de Movistar ; “ERE en Telefónica : un sueldo para toda la vida”. “(...) Tras el anuncio, ayer, de que la compañía presidida por César Alierta va a plantear un recorte del 20% de su plantilla en España (unos 6.000 trabajadores), la calma (e incluso la alegría) cunde entre los trabajadores (...)” (2).
Para deducir el estado de ánimo de los trabajadores de Telefónica, El Mundo se basa en una selección cuidadosa de comentarios en internet, además de un post de Febrero de 2010 en el blog de un tal Toni Campos, empleado de la transnacional (3). Añade este diario que existe una “connivencia de los sindicatos” con este ERE ; “(...) Los sindicatos también están sospechosamente callados, temerosos, si rechazan y critican el ERE, de enfrentarse a una plantilla totalmente entregada al plan. De entre las tres centrales presentes en Telefónica, sólo CGT ha sido contraria, pero muy de forma muy tibia (...)”. Extraño que El Mundo obvie un comunicado de prensa de UGT del día anterior titulado “UGT no aceptará ninguna medida en Telefónica sin acuerdo previo con los sindicatos” (4), otro bajo el título “CC.OO : Telefónica y la desvergüenza empresarial”, del mismo día (5) u otros de CGT : “La reducción de plantilla de Telefónica es "la peor forma" de iniciar la negociación del convenio” (6). Desde luego, no parece que los sindicatos estén, tal y cómo asegura El Mundo, “sospechosamente callados”.
Para leer las reacciones en el PP y PSOE, enchufen el risómetro y suban el volumen. Leemos en ABC que El PP achaca al “socialismo injusto” del Gobierno la decisión de Telefónica. ; “(...) en esta España del socialismo Telefónica puede en un mismo día suprimir el 20 por ciento de su plantilla, y a su vez, elevar los bonus de sus directivos sin que al Gobierno se le mueva un pelo, sin que pase nada (...)”, afirma González Pons en el papel de vicesecretario de “comunicación” (7).
Rubalcaba -vicepresidente- afirma “tajante” que “no está de acuerdo”, como si la cosa no fuese con él. Zapatero asegura no saber nada : “cuando lo conozca podré dar una opinión”. O cuando sus asesores le indiquen qué debe decir para quedar bien sin incordiar a los directivos de Telefónica. Valeriano Gómez, ministro de Trabajo, “lamenta el recorte de empleo” porque “no es un buen momento para un recorte de ese tamaño”.
Lo sorprendente es que ninguno de los tres, ni cualquier otro miembro del Gobierno cuestione que Telefónica pueda despedir periódicamente a varios miles de sus trabajadores para sustituirlos por una cantidad mucho menor de jóvenes en precario, y que lo haga acogiéndose a un ERE (expediente de regulación de empleo), figura que debe ser autorizada y subvencionada por la Administración siempre que se cumplan determinados requisitos regulados por la legislación española (8) ;
1- Despido colectivo fundamentado en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. 2- Suspensión o extinción de la relación laboral por fuerza mayor. 3- Suspensión de la relación laboral fundamentada en las mismas causas del apartado primero. 4- Extinción de la relación laboral por extinción de la personalidad jurídica del contratante.
Los 7.300 millones en dividendos que Telefónica va a repartir a sus accionistas dejan bien claro que el despido no puede fundamentarse en causas económicas (“cuando la adopción de las medidas propuestas contribuya a superar una situación económica negativa de le empresa”). Tampoco existe causa de fuerza mayor ni se extingue la personalidad jurídica de Telefónica, ya que es la mayor multinacional de origen español por capitalización bursátil y facturación. Pero ¿se cumple el supuesto restante ? : “se entenderá que concurren causas técnicas, organizativas o de producción cuando la adopción de las medidas propuestas contribuya a garantizar la viabilidad futura de la empresa y del empleo en la misma a través de una mejor organización de los recursos”. La pregunta es ¿cómo puede concederse un ERE a una multinacional que ya solicitó otro en 2003, aprobado por Eduardo Zaplana, ministro de Trabajo del PP, y que supuso el despido de un tercio de la plantilla de entonces, es decir, 13.900 trabajadores ? Si en 2003 se justificó con el fin de garantizar la viabilidad futura de la empresa y del empleo, ¿cual es esa garantía ahora si tenemos en cuenta los precedentes ? Más aún, el engaño de la causa por la que se solicita el ERE -la garantía del empleo en el futuro- se hace más patente cuando recordamos otros antecedentes : Telefónica despidió otros 10.848 trabajadores en 1999, acogiéndose a otro ERE que también debió justificarse en la viabilidad futura de la empresa y del empleo en la misma. Este se producía a su vez tras varios programas de prejubilaciones y desvinculaciones en años anteriores que redujeron el cuadro del personal desde más de 76.000 a 53.000 trabajadores, antes de aplicar el ERE de 1999 (9). Actualmente cuenta con 28.000 empleados, que podrían reducirse a algo más de 22.000 si el ERE sale adelante. No es de extrañar que desde Attac propongan al Gobierno “(...) tomar las medidas necesarias dirigidas a nacionalizar a esta compañía hasta hace poco propiedad de toda la ciudadania del Estado Español, para salvaguardar los intereses públicos y el bien general evitando que el dinero y el esfuerzo acumulado durante muchos años por millones de nuestros conciudadanos y conciudadanas se sigan dedicando a lucrar a una minoría de propietarios y directivos escándalosamente bien pagados (...)”.
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(1) http://www.elpais.com/articulo/econ...
(2) http://www.elmundo.es/elmundo/2011/...
(3) http://toniperico.blogspot.com/2010...
(4) http://www.ugt.es/actualidad/2011/a...
(5) http://www.lacerca.com/noticias/opi...
(6) http://www.europapress.es/portaltic...
(7) http://www.abc.es/agencias/noticia....
(8) http://es.wikipedia.org/wiki/Expedi...
(9) http://www.cigtelefonica.com/ere/pd...
Vìa :

http://tercerainformacion.es/spip.php?article24188

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