Unas de las características de
capitalismo como forma político-social de acumulación de riqueza,
(entiéndase dinero en su forma física o ficticia financiera). Es que
necesita saltarse todas las barreras, tanto políticas, económicas,
financieras o militares para seguir creciendo.
Cuestión
necesaria para llevar sus planes a buen puerto es limitar en lo posible
la oposición de los afectados, en este caso los países árabes, como la
de sus propios pueblos.
Esta guerra que se ha desatado contra Libia indudablemente tiene la categoría de guerra de rapiña.
Se
observa que en ella se desarrolla todas las artes diplomáticas, bajo
cuerda, para quedarse con su parte del pastel todos los países que están
interviniendo en la agresión al pueblo árabe en general y a sus
aspiraciones a la libertad y a elegir su destino.
Están
intentando ponerse de acuerdo para ver quien es el que va gestionar
después de la agresión a Libia sus riquezas. Francia y Reino Unido son
los que curiosamente más están apostando por desbancar a Gadafi, no
querrán que EE.UU. lo estropee como en Irak o Afganistán.
EE.UU.
en principio sigue diciendo que el objetivo no es desprenderse de
Gadafi, mientras la prensa Rusa asegura que Obama ha prometido a Putin
respetar los contratos firmados. Se supone que a China le habrá
prometido lo mismo. Ya tenemos la justificación de la abstención en el
consejo de seguridad.
Habrá que ver si de
confirmarse el control por parte de Francia y Reino Unido del “después
de”. Si van a cumplir con la promesa de Obama.
Alguien
podría decir, que siendo Gadafi aliado de occidente en la guerra contra
el “terrorismo”. ¿Para que montar esta agresión?. Pues sus
multinacionales ya controlaban sus riquezas.
El concepto de mercado exterior, concepto al que Rosa Luxemburgo aludía definiéndolo como “ el mercado no capitalista, tanto si esta situado dentro como si esta fuera de las fronteras políticas”.
Y que según Lukács “El
capitalismo en expansión no puede subsistir sin él, pero por otra
parte, en lo concerniente a este mercado su función social no es otra
que destruir su estructura social originaria convirtiéndolo al
capitalismo, transformándolo en un mercado capitalista “interior” aunque sea esto mismo lo que ha de acabar posibilitando sus aspiraciones de autonomía”.
Por
lo tanto el capitalismo amenazado de muerte por esta crisis nunca
conocida. Se ve en la disyuntiva de transitar hacia otro modelo
pacíficamente, cosa que nunca ha pasado en la Historia. O intentar
mantenerse mientras puedan, cosa que creo que esta pasando.
En
este sentido se inscriben todas las presiones político-militares y las
guerras por acaparar cuantos más recursos y materias primas a escala
mundial.
Por lo dicho más arriba, la necesidad de
convertir el mercado exterior en interior al capitalismo, hace necesario
desprenderse de todos estos sátrapas que gobiernan en su nombre pero
que no posibilitan los mecanismos necesarios para una expoliación más
rápida de sus recursos naturales.
Estos son países en su mayoría semi-feudales y sus estructuras no son las adecuadas para la acumulación capitalista.
Estas
riquezas se acumulan en las manos de estos oligarcas y ni el FMI ni
ninguna otra organización capitalista tiene el control de esa enorme
cantidad de capitales, que posiblemente serviría para enjugar la deuda
de los EE.UU.
Por otro lado el imperio occidental
no puede permitir que se le escape otra presa como la de Venezuela. Allí
sigue presionando para que vuelva al redil y no sirva de modelo para
los demás países del continente y menos que ese modelo sea exportado al
resto del mundo. Ya en Egipto algunos ínternautas decían querer algo
parecido a Venezuela.
Por lo tanto esta guerra
tiene dos misiones, por un lado modificar las estructuras
socio-económicas de estos países, para posibilitar la rapiña de sus
riquezas más rápidamente, pues esta crisis capitalista no perdona y esta
engordando cada día más.
Y por otro sirve de
advertencia a los díscolos para que vean lo que les puede pasar, o lo
que les va a pasar, pues creo que si la crisis avanza como es
previsible, los próximos serán Siria, Argelia, Irán y seguramente
aliados como Arabia y los países del golfo, no perdamos de vista
también a países ricos en un bien fundamental para el futuro como es
el agua.
Otro de los objetivos de este macabro plan
imperial al conseguir el control de estas riquezas es imposibilitar o
cuando menos retrasar el crecimiento de los países emergentes.
China
para dentro de 20 o 30 años necesitará más del 50% de las materias
primas mundiales para seguir creciendo y evitar estallidos sociales
dentro del país. ¿Va a consentir esta jugada del imperio occidental?.¿Y
si no lo consiente que pasará, la tercera guerra mundial?.¿Qué hacer?. Decía Lenin “ el proletariado lucha por el socialismo y contra sus propias debilidades”. Una de las debilidades la desunión de la clase obrera. Desunión que el capitalismo tiene entre sus objetivos de clase, sabedor que la opción contraria es decir la unión de la clase obrera sería un arma tan poderosa que imposibilitaría la continuidad del capitalismo.
Nuestro
objetivo imprescindible es conseguir esta unidad, es difícil y más
cuando el reformismo apoya descaradamente la agresión a Libia y su
guerra de rapiña, pero me consta que lo que plantean las direcciones
reformistas no es compartido por las bases de estas organizaciones
reformistas.
La guerra imperialista procura, aliados por
todas partes al proletariado, esta crea una situación en el mundo en la
que el proletariado puede ponerse verdaderamente a la cabeza de todas
los oprimidos y explotados, donde la lucha por su liberación puede
llegar a convertirse en guía y señal para la liberación de todos los
esclavizados por el capitalismo. Lukács.Por lo tanto manos a la obra.
Rogelio Raposo
Fuente, vìa :
http://www.kaosenlared.net/noticia/objetivos-imperiales
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