A Katrin Müller-Hohenstein, alemana de 45 años, comentarista de fútbol, le he pillado soñando en el Zeit Magazin:
Sueño
que mi vida es muy otra. Y sueño también con poder atrapar el momento,
poseerlo por un tiempo, retenerle conmigo, que no se esfume como pompa
de jabón. Por ejemplo, cuando marcho de vacaciones con mi hijo y nos
alegramos ambos de las dos semanas que nos aguardan, ya en el vuelo me
entra la tristeza pensando que sólo es un momento, que dos semanas no
son nada, que pronto todo fue.
Le doy vueltas al tiempo. ¿Qué
es el tiempo? El tiempo no existe. Impide que todo ocurra a la vez. Me
resulta misterioso, impredecible. Hace muchos años mi primo pequeño me
preguntó: “¿Qué es realidad?” También era un tipo pensador y soñador. Y
luego me dijo: “Sabes, a veces me pregunto si donde estamos existe
realmente”. He intentado aclarar a un cincoañero que sería bueno que
fuera verdad, que ocurriera lo que soñamos. Pero no sabemos, en cuanto
nos dormimos estamos en otra parte.
Resulta fácil burlar la
realidad. Tumbado en el sofa puedo hacer que mi realidad sea muy otra,
tenga otra percepción, otra sensación. Luego me digo, en realidad da lo
mismo si era sueño o realidad. Me imagino paseándome por la playa,
luciendo el sol y escuchando el susurro de la mar, y lo siento de modo
intenso y fuerte; por un momento se hace realidad. Luego puede alguien
repetirme mil veces que no era verdad, que no ocurrió así. Vale, me
quedo con la impresión.
A veces pienso qué hubiera pasado si
con 25 años hubiera conocido a mi marido y hubiera querido compartir
conmigo aquellos sueños. Antes repetía siempre: “Quiero tener siete
hijos”. Y mi madre respondía: “¡Pues muy bien, que te diviertas!”. Y yo
lo decía muy en serio. A veces pienso qué sería si hace 20 años mi vida
hubiera tomado otro rumbo.
A veces sueño con un mundo en el que me resulte imposible esconderme.
¡Urte berri on!
Fuente, vìa :
http://www.kaosenlared.net/noticia/2011-resulta-facil-burlar-realidad
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