Por si quedaba alguna duda, las verdaderas intenciones del
brutal golpe de estado militar perpetrado en Honduras el 28 de junio de
2009 han quedado completamente al desnudo con la reciente “modificación
constitucional” que acaba de aprobar el espurio Parlamento surgido de la
farsa electoral elevando a la presidencia a Porfirio Lobo.
Resulta que antes de dos años de realizado el cuartelazo, los
congresistas actuales encabezados por el Partido Nacional (el partido de
Lobo) han reformado los mismos artículos de la Constitución que, según
los golpistas, pensaba modificar el entonces presidente José Manuel
Zelaya para supuestamente reelegirse en el cargo.
Son precisamente los artículos 5 y 213, considerados como
“inamovibles”, los reformados ahora y que permitirán la convocatoria a
un plebiscito que pudiera dar paso a la reelección presidencial, así
como otorgar la iniciativa legislativa más allá de los poderes
ejecutivo, legislativo, judicial y el tribunal electoral.
En realidad, la desfachatez de los golpistas hondureños no tiene
límites: con esta votación parlamentaria han hecho suyas sin el más
mínimo recato los mismos propósitos que atribuyeron a Zelaya y que
esgrimieron como argumento para justificar el golpe militar que, según
dijeron, se hacía en defensa de la Constitución, que el presidente
pretendía violar.
En ese sentido, puede afirmarse que tanto el golpe militar como la
farsa que “eligió” a Lobo ha rebasado todas las expectativas y que pocos
podían suponer que la doble moral de la oligarquía hondureña -verdadera
organizadora de la asonada que ejecutó el general Romeo- llegara a
extremos como los que estamos presenciando.
Simultáneamente hacen el mayor de los ridículos el Departamento de
Estado norteamericano y sus socios, que se apresuraron a legalizar la
farsa electoral y reconocer la presidencia de Porfirio Lobo -hija del
golpe militar y la comedia electorera- confrontados hoy con la insólita
decisión del Parlamento convalidando las razones por las cuales se
justificó la ilegal acción contra Zelaya.
Por mucho que lo ha intentado, el gobierno de Estados Unidos no logró
imponer el regreso de Honduras a la OEA, por cuanto una serie de
gobiernos latinoamericanos y caribeños que conducen su política exterior
con dignidad e independencia se han plantado con firmeza y han impedido
la presencia del régimen oligárquico-militar, que tiene a Lobo como
cabeza visible. Tampoco pudieron acceder a la Cumbre Iberoamericana y
seguramente no podrán hacerlo a la Comunidad de Estados Latinoamericanos
y Caribeños, actualmente en formación.
Mientras tanto, la represión basada en crímenes y secuestros así como
la incesante campaña mediática de los medios que en su casi totalidad
controla la oligarquía local -los mismos que promovieron el golpe de
2009- no pueden impedir la movilización del Frente Nacional de
Resistencia Popular surgido desde entonces, de los sindicatos, de los
movimientos sociales y de los campesinos, estos últimos con una larga
tradición de organización y lucha en ese país centroamericano.
Desde República Dominicana, donde está radicado, el presidente
constitucional José Manuel Zelaya emitió a fin de año un mensaje
dirigido al pueblo hondureño donde hizo un análisis de la difícil
situación económica y social en que los golpistas han sumido a esa
nación, con el descenso de la recaudación tributaria, el déficit fiscal,
el crecimiento de la deuda interna y externa y las onerosas concesiones
al sector bancario y empresarial, grandes beneficiarios del régimen por
ellos impuesto.
Zelaya concluye diciendo: “Que a nadie le quepa la menor duda, que el
2011 será el año del fin de la persecución política, mi retorno y de la
consolidación de nuestro proyecto de refundación de Honduras junto al
Frente Nacional de Resistencia Popular y todas las fuerzas que lo
integran, el partido liberal en resistencia, UD y muchas organizaciones
más; estamos seguros de lograrlo… Esta Honduras que heredaremos a
nuestros descendientes, hoy sabe defender sus derechos y nunca más
bajará la cabeza ante nadie…”.
Por mucho que intenten silenciarlo, el caso de Honduras no caerá en el olvido y sigue siendo una asignatura pendiente.
Fuente Discrepando
Vìa :
http://tercerainformacion.es/spip.php?article21560
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