Campo al que, desde otras perspectivas hemos
convenido hace mucho es una monstruosidad intentar ponerle puertas. La
grandeza de este gran invento que es la Red de Redes está en que nadie
es dueño de nada que no sea el dominio que ha registrado, que además es
barato. Todo lo demás es de todos y por consiguiente de ninguno.
Por otra parte "propiedad intelectual" es un invento capitalista
tratado, como todo, como producto de mercado que casa muy mal con el
ciberespacio.
Pero bien, cada cual que atienda a su juego, y yo no tolero que me
llamen "pirata" porque me baje un texto, una pieza musical o una
película. Entre otras cosas, porque ni siquiera he podido bajarme,
gratis, textos clásicos sobre los que no gravitan derechos de autor. A
lo sumo, retazos que alguien se ha preocupado de copiar y colgar... Por
ejemplo, me ha sido imposible bajar la "Moralia", Libro I de Plutarco,
naturalmente no sujeta a derechos de autor. Plutarco pertenece a
tiempos anteriores a J.C. Pero en cambio, en cada opción de búsqueda a
la que me lleva el título, ahí está Espasa Calpe S.A. anunciándose a más
y mejor...
La
perversidad de las leyes y los argumentos "antipiratería" está en eso,
en desplazar, primero la responsabilidad moral, y luego, si los
proyectos de ley prosperan, la responsabilidad penal al internauta
individual. Y me niego a admitir la una y la otra.
Porque si quieren proteger la "propiedad intelectual", dejen a un lado
autores, distribuidores, políticos y columnistas esa batería rayada de
argumentos sesgados que apuntan siempre al internauta. Cierren las
páginas que ofrecen el "producto" que hacen posible su apropiación, que
no pillaje, y actúen contra el distribuidor. Que cierren Amazon, Emule, Ares, iTunes, y tantas otras que copan el mercado interior de Internet en esta materia.
Haga lo que guste en cualquier caso el legislador. Pero que autores,
editoriales y casas discográficas dejen de llamarme "pirata",
tratándome luego policiacamente como si lo fuera. Procédase
fiscalmente contra las webs distribuidoras. Ciérrenlas,
multénlas o desmantélenlas, pero, ya que fuera de la Internet es nulo el
respeto a los ciudadanos por parte del mercado, de las instituciones,
de las empresas convencionales y de los ricos, respeten al menos al
internauta individual, aunque sólo sea por la desvergüenza y
desigualitarismo con los que mercado, instituciones, empresas y ricos,
es decir, los "controladores sociales" más destacados, tratan a la
inmensa mayoría de los ciudadanos.
Este capitalismo neoliberal es obsceno por los cuatro costados, pero
es que en él, incluidos los "autores intelectuales", además de vivir a
cuerpo de rey lo quieren todo. Porque no creo que las medidas
antipiratería estén pensando en los autores discretos, noveles o
incipientes. Están pensados para proteger a las empresas forradas, que
producen las "obras de arte", y a los autores forrados. Y estos, lo
menos que podrían y deberían hacer es ofrecer al mundo entero, en la
Internet, las sobras de sus ganancias. Ellos, los autores estrella,
que si piensan demasiado en el dinero no producirán más que bazofias,
son los primeros que debieran enorgullecerse de que los internautas
estén interesados en disfrutar de sus obras aunque sea gratuitamente.
Fuente, vìa :
http://www.kaosenlared.net/noticia/que-no-me-llamen-pirata
http://www.kaosenlared.net/noticia/que-no-me-llamen-pirata
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