Chile Soga financiera: el incómodo regalo que llega después de Navidad. Loreto Soto

Entre 125 y 150 mil pesos más de su sueldo gastan las personas durante las celebraciones de fin de año, en especial, durante la navidad. Tarjetas de crédito, avances en efectivo y créditos de consumo, son algunas de las herramientas a las que recurren los chilenos para obtener la liquidez necesaria para pasar las fiestas. Sin embargo, la forma en que se adquieran las deudas en el periodo de festividades puede determinar la holgura financiera que tendrá una familia durante todo el resto del año.

Según dicta la tradición, el rojo es reconocido como uno de los colores representativos de la Navidad. Esta asociación no se da sólo por las luces y adornos que llenan las vitrinas y los árboles, sino porque, precisamente, millones de chilenos finalizan diciembre con su presupuesto familiar con cifras en rojo.
Y es que las celebraciones de fin de año, en especial, la navidad se erige como uno de los periodos del año en que más se gasta por sobre lo que permiten los salarios. De acuerdo a los datos que manejan las organizaciones de usuarios, los chilenos desembolsarían entre 125 y 150 mil pesos más, por lo bajo, durante las compras navideñas por integrante del grupo familiar.
Mientras centros comerciales, supermercados y multitiendas afirman sus estados financieros en esta época, los consumidores definen con cuánta presión apretarán el nudo de la soga que determinará su comportamiento presupuestario para el año siguiente.
Testigo de ello es Rolando González, administrativo, quien según comentó, este año tuvo que “hacer malabares” para poder comprar regalos. A diferencia de la mayoría de los chilenos, Rolando no pudo utilizar sus tarjetas de crédito porque estaban “todas copadas”.
En ese sentido, el presidente de la Corporación de Usuarios y Consumidores (Conadecus), Hernán Calderón, explicó que diciembre, enero y marzo son, precisamente, los meses “que definen los patrones de consumo anuales”. “Los chilenos tienen un alto gasto en la época navideña, pero también se les viene encima dos eventos muy importantes, como las vacaciones y la entrada al año escolar. En un lapso de tres meses, el endeudamiento tiene un alto costo para las personas que tendrán que pagarlo durante el resto del año”.
Este fenómeno se explicaría porque los consumidores utilizan como forma de pago, preferencialmente, las tarjetas de crédito de las grandes tiendas. El gancho son las ofertas que ofrecen para adquirir productos con sus plásticos. Sin embargo, si se consideran los intereses y comisiones se puede terminar pagando incluso el doble de lo que costaba el objeto originalmente.
También, y con cada vez más frecuencia, las personas están recurriendo a los avances en efectivo, una de las más peligrosas armas financieras. Funcionan igual que los créditos y cómo tal, están sujetos a la aplicación de altas tasas de interés y una serie de condiciones que, por lo general, no son conocidas por todas las personas.
Según constató el Sernac, por un avance en efectivo de cien mil pesos a 12 meses, un consumidor puede llegar a pagar más del doble de lo que pidió, pues el costo total puede llegar hasta los 243 mil 449. Y es que tal como indican los expertos, obtener ese tipo de liquidez no puede ser gratis.
Pero además las personas estás sujetas a la clasificación de riesgos que hagan las empresas de su condición socioeconómica, es decir, “el tipo de cliente” que es para el banco o la multitienda. Esto determina que, a cuenta de intereses, dos personas puedan pagar hasta 100 mil pesos de diferencia por un mismo crédito, indica el Sernac.
“Lamentablemente se gasta mucho más de lo que se gana, no sólo en estas fiestas si no que en general. El crédito es considerado subjetivamente como una prolongación del salario y no es así. El problema está en cuando la persona se endeuda por encima del 25 por ciento de sus ingresos normales porque claramente va a tener problemas para pagar y lo que vemos es que, a un pago diferido, se le suman todas estas cosas que terminan sacando mucho más dinero del bolsillo”, comenta el presidente de la Organización de Usuarios y Consumidores (ODECU), Estefan Larenas.
De hecho, los patrones del endeudamiento navideño son los mismos que se presentan durante el resto del año. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, son los quintiles de menores recursos los que gastan, en mayor porcentaje, más de lo que ganan. Cifras que también se condicen con la caracterización del uso de las tarjetas de crédito que se enfoca en las capas medias y bajas.
“Las personas que tienen menores ingresos y que destinan la mayor parte de sus recursos a servir estas deudas terminan utilizando más del 50 por ciento de su salario para pagar, por lo que el sobreendeudamiento permanente durante el año”, sostiene Calderón.
Y aunque muchas personas tienen conciencia del peligro que puede traer involucrarse de manera irresponsable en la rueda financiera, reconocen que es la única forma de poder adaptarse al sistema. “Pareciera como si nos empujaran. Yo no puedo romper las normas porque ya son así. No puedo decir este año en mi casa que no hay regalos, ni cena, ni nada, porque hay otra gente conmigo”, reflexiona Miriam Jara, paramédica.
De todas formas, las organizaciones de consumidores recomiendan algunas medidas para enfrentar esta situación tales como, evitar que el nivel de deudas supere el 25 por ciento del sueldo, intentar no utilizar tarjetas de créditos y, de hacerlo, comprar en la menor cantidad de cuotas posibles. También sugieren no retrasarse en los pagos de las cuentas, pues los intereses por mora abultan cada vez más el monto final y, por último, cotizar y exigir a las empresas la información sobre la clasificación financiera individual.
Fuente:
http://radio.uchile.cl/noticias/96247/