El pasado miércoles, el presidente Sebastián Piñera estuvo de
cumpleaños. La cosa iba bien. Almuerzo, regalos y hasta mariachis
llegaron a La Moneda para amenizar los festejos. Sin embargo, en la
tarde, la torta se puso agria, cuando por los pasillos del palacio
presidencial se supo que la influyente encuesta Adimark de noviembre,
que se revelaría al día siguiente (ayer), traería malas noticias. Y así
fue nomás.
Si bien el oficialismo estaba consciente de que los flashes y
cámaras que alumbraron el rescate de los 33 mineros atrapados y, por
ende, al gobierno, se apagaron hace semanas, lo que ocasionaría una baja
en los niveles de popularidad del mandatario, el porrazo fue más fuerte
de lo presupuestado.
De acuerdo con el sondeo, un 50 por ciento de la población aprueba
su gestión, cifra considerable; sin embargo, también significa una
disminución de 13 puntos del respaldo ciudadano, lejos del peak de
octubre pasado con el rescate minero planeando sobre las encuestas.
Otro dato no menor es la desaprobación a Piñera que aumenta en 10
puntos (36 por ciento), quebrando una racha a la baja desde agosto.
Más allá del tema minero, las sospechas y rumores –nunca
confirmados, hay que decirlo– respecto de que Piñera intervino
directamente en las elecciones presidenciales del fútbol chileno (que
perdió Harold Mayne-Nicholls y, de paso, desbancó a Marcelo Bielsa,
ambos exitosos y amigos públicos de Michelle Bachelet) le pasaron la
cuenta.
De hecho, otro sondeo hecho en noviembre, dijo que un 57 por ciento
cree que hubo intervención del gobierno en las elecciones de la ANFP.
La Concertación vio tierra fértil para lanzar su artillería e
intentó crear una comisión investigadora en la Cámara de Diputados,
aunque la idea no prosperó, la sensación en la ciudadanía quedó marcada a
fuego, pues la dupla Harold-Bielsa ha sido la más exitosa en años.
Además, Sebastián Piñera aún es dueño de buena parte de las acciones de
Colo-Colo, el equipo más popular de Chile, y su consuegro posee otro
porcentaje importante; por ello, el voto de esa institución en contra
del dúo futbolero sólo echó más leña a la hoguera.
En cuanto a la evaluación del gobierno, la Adimark también muestra
una caída, esta vez de 9 puntos (54 por ciento) en noviembre, mientras
que la desaprobación experimenta un alza de 7 puntos (33 por ciento). En
relación con los atributos personales de Piñera, éstos también revelan
mermas, en especial en las preguntas “genera confianza” (-7 puntos) y
“es creíble” (-12 puntos).
Actualmente, el mejor atributo evaluado del presidente (76 por
ciento) es “la capacidad para enfrentar situaciones de crisis”, seguido
por “activo y enérgico” (74 por ciento). Así las cosas, tanto Piñera
como el gobierno vuelven a niveles similares a los mostrados previos al
rescate.
Los únicos que sonríen son el ministro de Minería, Laurence
Golborne, con 91 por ciento de respaldo ciudadano, y el ministro del
Interior, Rodrigo Hinzpeter (75 por ciento). Ambos, ya suenan como
presidenciables para el 2014.
Conocidos los datos, la vocera de gobierno, Ena von Baer, aseguró
que las encuestas no son una preocupación para el gobierno. “Nosotros no
estamos preocupados por las alzas o las bajas en el sentido de poder
alterar nuestra forma de trabajo... con un presidente activo, en
terreno, preocupado por las personas y por un gobierno llevando adelante
las reformas profundas de este país.”
A su turno, el presidente del partido de derecha UDI, Juan Antonio
Coloma, fue más realista al declarar que “tenemos que mejorar lo que se
tenga que mejorar... no perder el rumbo y seguir con más fuerza,
corrigiendo los errores que siempre existen, pero ser capaces de avanzar
en lo que estamos haciendo... Lo importante es que más de la mitad de
los chilenos nos apoyan”, afirmó.
Desde la oposición, el diputado y presidente del Partido Socialista,
Osvaldo Andrade, dijo que es preocupante la pérdida de credibilidad del
presidente. “Cuando un presidente tiene una tendencia a la baja desde
el punto de vista de su credibilidad, es un problema que nos debiera
involucrar a todos”, señaló.
Dijo, además, que “es un mal resultado para el gobierno, sobre todo
porque vive muy en función de las encuestas... Además, no creo que en
Chile haya alguien sinceramente que piense que en los resultados de las
elecciones de la ANFP el gobierno no haya tenido nada que ver, pero
probablemente esto nunca se va a saber”, sostuvo.
Finalmente, la presidenta del también opositor partido PPD, Carolina
Tohá, señaló que “la encuesta nos muestra algo que nosotros hace rato
estamos sintiendo, que no todo el mundo está tan contento con el
gobierno como nos quieren hacer ver, que no todo el mundo está tan
satisfecho y tan conforme como dicen... este es un gobierno que se
evalúa muy bien a sí mismo, pero entre los ciudadanos vemos que hay
muchas opiniones distintas. Eso está reflejando que todo este enorme
esfuerzo comunicacional y de anuncios por una u otra razón a la gente no
le está llegando, no la está convenciendo, o no lo está sintiendo en su
vida diaria”, afirmó.
Fuente, vìa :
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-157949-2010-12-03.html
Foto:
DyN
DyN
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