David Harvey, uno de los más connotados
intelectuales de la izquierda anglosajona, y un geógrafo y urbanista de
prestigio mundial fue el conferencista central del IV Encuentro
Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la
Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo de Buenos Aires.
Su visión crítica de la crisis capitalista desde su óptica europea y norteamericana da luces respecto del límite al que ha llegado el mundo por culpa de un sistema codicioso y depredador que no tiene límites.
Su visión crítica de la crisis capitalista desde su óptica europea y norteamericana da luces respecto del límite al que ha llegado el mundo por culpa de un sistema codicioso y depredador que no tiene límites.
Harvey
es conocido además por sus formulaciones en torno al Derecho a la
Ciudad y a la Acumulación por desposesión. En la capital argentina se
detuvo para explicar ésta última.
Autor de varios trabajos ya clásicos sobre urbanismo y la dinámica espacial del capitalismo, cuenta también con trabajos de investigación que constituyen contribuciones importantes a la teoría económica. Ha escrito una obra de referencia en el campo de la crítica cultural: La condición de la postmodernidad. Nació en 1935 en el Reino Unido. Se doctoró en la Universidad de Canbridge en geografía histórica, actualmente es profesor en la City University de Nueva York y catedrático visitante de London School of Economics.
El Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, recogió sus planteamientos en la siguiente síntesis:
Autor de varios trabajos ya clásicos sobre urbanismo y la dinámica espacial del capitalismo, cuenta también con trabajos de investigación que constituyen contribuciones importantes a la teoría económica. Ha escrito una obra de referencia en el campo de la crítica cultural: La condición de la postmodernidad. Nació en 1935 en el Reino Unido. Se doctoró en la Universidad de Canbridge en geografía histórica, actualmente es profesor en la City University de Nueva York y catedrático visitante de London School of Economics.
El Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net, recogió sus planteamientos en la siguiente síntesis:
ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓNMi
visión del neoliberalismo es la apropiación de un conjunto de ideas de
Friedrich Hayek y Milton Friedman, según las cuales la libertad está
garantizada con propiedad privada más fuerte, mercado libre y reducción
del Estado. Esta retórica no es sino un mecanismo para la
reestructuración y consolidación del poder de clase y, en este sentido,
el proyecto neoliberal ha sido todo un éxito. Es una idea que reproducen
los medios de comunicación, pero lo cierto es que lo aparente es muy
distinto a la realidad.
El ajuste estructural fue
condición del FMI para salvar la crisis de México en 1994, que en
últimas es una intervención gubernamental porque los banqueros hicieron
lo que se les vino en gana pero luego el rescate corrió por cuenta del
Estado y, por ende, de los ciudadanos. Por eso las finanzas del Estado
se disminuyen y que los ciudadanos se frieguen, como ha sucedido en
Grecia, España y el estado norteamericano de California. Como resultado
de la crisis fiscal viene la austeridad en perjuicio de los derechos
básicos de la sociedad. Es decir, se ha protegido a los bancos y se ha
destruido al pueblo.
Infortunadamente en algunos
países del mundo el neoliberalismo que es un proyecto de acumulación y
dominación, se ha profundizado y ha ganado fuerza. Sin embargo, el
capital ha tenido dificultades para lograr rentabilidad por lo que ha
acudido a la economía ficcional, a la especulación, además se enfrenta a
serias limitaciones medioambientales, de mercado y de rentabilidad. No
se puede olvidar que el surgimiento de la clase capitalista no dependió
originalmente de su capacidad de generar excedente. Descansaba en su
habilidad para apropiarse de éste, tratarlo como si fuera de su
propiedad privada y enviarlo a circular en busca de mayor excedente.
Mientras que el comercio, la banca y la usura proveen oportunidad de
obtener beneficios, el capitalismo como un sistema social llega a
depender de la formación de un proletariado y en el empleo del trabajo
asalariado. No obstante, para el neoliberalismo los trabajadores han
constituido un problema, pese que la crisis no fue causada por los
sindicalistas.
Es que un mercado capitalista libre
y desregulado solo puede sobrevivir destruyendo las dos fuentes
principales del bienestar social: la tierra y el trabajador.
Necesitamos
comprender el modo en que la deuda nacional y el sistema de crédito han
sido, desde el comienzo, vehículos fundamentales para la acumulación
primitiva, o para lo que yo llamo acumulación por desposesión.
Hay
una cantidad agregada de acumulación a través de la desposesión que
debe ser mantenida si el sistema capitalista pretende adquirir algún
tipo de estabilidad. El desarrollo geográfico a través de la
desposesión, en consecuencia, es un corolario de la estabilidad
capitalista.
Pero esto habla solamente sobre una
parte de la historia de la acumulación capitalista a través de la
desposesión. La otra mitad mira de manera más cercana a la
canibalización de bienes que va dentro del sistema capitalista mismo
como acciones (tales como el capital financiero) que aprovechan
oportunidades para apropiarse de bienes ajenos (tales como industriales o
terratenientes) o como los territorios o las configuraciones regionales
de capital: ciudades, regiones, estados, buscan adquirir o destruir los
bienes de sus rivales a través de la competencia comercial y/o las
maniobras geopolíticas incluyendo intervenciones militares y
disrupciones.
COMPONENTES DE LA ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN
Cuatro
grandes módulos componen la acumulación por desposesión en tanto patrón
capitalista dominante en la era neoliberal. El primero consiste en la
privatización y mercantilización de recursos vitales en grados que las
utopías negativas de la ciencia ficción no habían previsto, como por
ejemplo, la comercialización del aire a través de la compra y venta de
cuotas de emisión de gases, transformando en negocio la degradación
medioambiental, o la privatización del ciclo vegetal por parte de
transnacionales como Monsanto que por medio del patentamiento de
semillas modificadas con el tiempo resultan irremplazables dada la
modificación del hábitat.
El segundo módulo es la
financiarización iniciada en los años setenta y ampliada en los noventa,
pero que recién en 2008 dio lugar a una nueva crisis capitalista con
graves consecuencia sociales.
Las turbulencias y
derrumbes económicos gira el tercer módulo: la gestión y manipulación de
la crisis, que en 2005 fue una trampa para transferir activos de la
periferia hacia el centro del capitalismo. En la medida en que los
activos valiosos pierden su valor en las crisis, son adquiridos por
migajas a través de ellas. Se calcula el equivalente a 50 planes
Marshall lo que ha sido transferido de la periferia a los acreedores del
centro.
Las redistribuciones estatales es el
cuarto módulo y tiene que ver con otras prácticas de desposesión fuera
las mencionadas privatizaciones, mediante las cuales los Estados
nacionales suelen ser agentes indispensables de la restauración
plutocrática más contundente de la historia del capitalismo. Estas otras
formas incluyen algunas paradojas particularmente visibles en Chile e
Irak, donde la ola privatizadora a través de la cual se concretó la
desposesión, abarcó casi todas las áreas, salvo el recurso madre (cobre y
petróleo respectivamente) que siguió en manos de los Estado dadas las
necesidades de fortalecer sus funciones de gendarme.
Cualquier
teoría del desarrollo geográfico desigual dentro del capitalismo debe
incorporar la acumulación y la devaluación a través de la desposesión
como fuerza fundamental si quiere tener validez general.
CHINA, UNA GRAN SISTEMA DE PRODUCCIÓN
Si
bien el modelo económico de China que le está permitiendo crecer a un
10% anual no puede ser permanente, esta nación constituye un gran
sistema de producción. Hubo una huelga de los trabajadores gracias a la
cual lograron un 30% de aumento en sus salarios lo que ha fortalecido el
mercado interno.
A los países que tienen vínculos
comerciales con China les está yendo muy bien, pero esta gran nación
asiática puede ser el nuevo epicentro de la crisis. La gran pregunta es
en dónde ser la próxima crisis.
Lo que comenzó
siendo una exploración a tientas de nuevas ecuaciones sociales y
productivas, adquirió una dinámica de desarrollo fabulosamente acelerada
a partir de la neoliberalización del resto del mundo. En un comienzo,
el Partido Comunista chino había abierto la puerta muy lentamente, a
partir de las "cuatro modernizaciones" de Deng Xiaoping en 1978, y el
experimento de Guandong que en 1987 volvió exitoso el perfil exportador
por el lado de las ventajas comparativas. Pero luego, un desarrollo con
dinámica autosostenida en China, cebado por el giro neoliberal del
capitalismo avanzado, comenzó a disputar la tutela del proceso a la
posibilidad de comando que se esmeraba por conservar el Partido. Este
despegue económico con proyección en la económica global no puede
explicarse con independencia de la liberalización de flujos capitalistas
a partir de la década de 1990, provenientes del centro capitalista en
busca de mercados, mano de obra barata y recursos naturales. Tres
factores que, disponibles en proporciones chinas y coordinados por el
Partido Comunista más fuerte que haya existido jamás, transformaron al
país en el "centro de producción deslocalizada a gran escala" más grande
del mundo.
Las contradicciones dinámicas en China
son diversas y conciernen a distintas esferas de la realidad social. La
capacidad de exportar parte de esas contradicciones al resto del mundo
al modo del imperialismo social, parecen lejanas por el momento, más por
el tamaño de la escala china que por falta de disposición a hacer valer
la pretensión de fábrica global.
¡HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO!
Desde
el punto de vista capitalista el mundo se está suicidando, por esa
razón hay que crear un proyecto revolucionario alternativo al
capitalismo que permita mejorar las condiciones de la gente, para
afirmar que otro mundo es posible.
Que podamos
salir de esta crisis sistemática del capitalismo por alguna otra vía
depende, y por mucho, de la relación de fuerzas entre las clases
sociales. Depende de hasta qué punto el conjunto de la población diga:
"¡hasta aquí hemos llegado; hay que cambiar el sistema!"
No
basta, por lo tanto, denunciar la irracionalidad del capitalismo. Es
importante recordar lo que Marx y Engels apuntaron en el Manifiesto
Comunista con respecto a los profundos cambios que el capitalismo trajo
consigo: una nueva relación con la naturaleza, nuevas tecnologías,
nuevas relaciones sociales, otro sistema de producción, cambios
profundos en la vida cotidiana de las personas y nuevos arreglos
político-institucionales. Todos esos momentos tuvieron un proceso de
co-evolución. El movimiento anticapitalista tiene que luchar en todas
esas dimensiones y no solamente en una de ellas como muchos grupos hacen
actualmente. El gran fracaso del comunismo fue el no conseguir mantener
en movimiento todos esos procesos. Fundamentalmente, la vida diaria
tiene que cambiar, las relaciones sociales tienen que cambiar.
Buenos Aires, septiembre de 2010.
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