¿A qué viene? ¿a hacer más visibles sus miserias personales y las
obscenidades de su circo? Vive del Evangelio y no hace más que dar
patadas al Evangelio. ¿Dónde está el imitador de Cristo? Me ahorro las
citas evangélicas para reforzar mi alegato. Estas gentes tienen
respuesta para todo: son sofistas de vocación, como lo eran los
fariseos. Me basta con alegar el sentido común; ese sentido que el
catolicismo maltrata porque está basado en llevar la contraria a la
Naturaleza, en contravenir la naturaleza de las cosas, en hacer de la
contrasexualidad su bandera y un filón, que se agota, de su tormentosa y
atormentada filosofía social...
En esta
visita a Santiago y Barcelona, cinco millones de euros públicos os
contemplan, Benedicto. Cinco millones canjeados por más ayudas a su
Iglesia por parte del Estado, más opulencia vaticana y más lujo más o
menos solapado de la jerarquía. Cinco millones para entontecer más a las
gentes ignorantes y para reforzar la estulticia interesada de las
adineradas. Cinco millones para engrosar los bolsillos de los hosteleros
adictos y de los medios incondicionales. Cinco millones para repartir
más comisiones…
Menos mal que con Benedicto se acaba la saga de
los papas. Su santo Malaquías predijo hace muchos siglos que él,
Benedicto XVI cuyo lema es “de gloria olivae” será el último papa
propiamente dicho. Luego, cuando muera, vendrá un telonero: Pedro
Romano. Con él llegará al Apocalipsis; apocalipsis, por cierto, que sin
necesidad de tremendismos ni aspavientos, viene sufriendo gran parte de
la humanidad desde que se instaló en Roma el sacrílego papado poniendo
en evidencia a Jesucristo al dedicarse desde entonces a traficar con su
doctrina.
Fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/11/no-le-da-verguenza.html

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