Los apoyos de Sebastián Piñera
a políticas llevadas adelante en Francia, Alemania y Gran Bretaña
durante su viaje a esos países una vez más desnuda su verdadero
pensamiento y orientación. Expresó que con sus gobernantes comparte los
valores de una sociedad más justa. Lo hizo cuando en Inglaterra se
aplica una violenta reducción en el gasto público, lo cual puede llevar a
esa economía a una nueva recesión; en Francia se dictaba una ley que
atenta contra los beneficios previsionales; y el Gobierno de Angela Merkel
efectúa una ofensiva para que más Estados se sumen a su política de
austeridad. La fuerza de las manifestaciones en Francia debe entenderse
como una protesta en contra de una Europa con múltiples expresiones de
crisis, que buscan resolverse con cargo a sectores mayoritarios de la
población. Además Piñera aprovechó el viaje para “compensar” a Suez Energy por la detención del proyecto termoeléctrico Barrancones.
En su reciente gira por
Europa, Sebastián Piñera entregó explícita e implícitamente su respaldo
a las regresivas políticas socio-económicas que se llevan adelante o se
proponen realizar en Inglaterra, Francia y Alemania. Con Cameron, Sarkozy y
Angela Merkel, expresó en Berlín al finalizar su gira, “compartimos lo
más importante que son los valores: el valor de la democracia, el valor
de la economía social de mercado, el valor de una sociedad más justa y
con mayor igualdad de oportunidades” (25/10/10).
Ello en un momento en que el gobierno de David Cameron
anunciaba la mayor reducción en el gasto público desde la Segunda
Guerra Mundial, propiciando eliminar medio millón de empleos en el
sector público, aumentar la edad para la jubilación estatal a 66 años
para 2020, recortar ayudas sociales e incrementar el IVA del 17,5% al
20%. Los principales sindicatos calificaron la iniciativa como un
“asalto brutal” a los servicios públicos. Por su parte, el Instituto de Estudios Fiscales
calificó el paquete de “regresivo”, destacando que en el conjunto de
las medidas anunciadas la mitad más pobre del país aporta un monto
superior sobre el total al de los sectores de mayores ingresos. ¿Esto es
lo que Piñera denomina “economía social de mercado” y que contribuiría a
una “sociedad más justa”?
Piñera reiteró su identificación con las
políticas de “austeridad” fiscal, que preconiza independientemente del
curso cíclico de la economía. Formulación que, como recordó Paul Krugman,
se puso de “moda” en el primer semestre del año, estimulada en primer
lugar por Alemania. Las propuestas del gobierno germano levantan
resistencia al interior de la Unión Europea. Poul Nyrup Rasmussen,
las calificó de “extrema derecha”, destacando que “la estabilidad”
fiscal era importante pero también el crecimiento y el empleo”
(29/10/10). La crisis, recordó, ha significado la pérdida de siete
millones de empleos. Las políticas de “austeridad” fiscal están
provocando aumentos en el número de desempleados.
Es una moda, la de la austeridad, anotó
el premio Nobel, “que ha ido desapareciendo (…) a medida que se han ido
acumulando pruebas que demuestran que (…) tratar de equilibrar los
presupuestos cuando se está frente a un paro elevado y una inflación por
los suelos sigue siendo una idea realmente mala (…). Eran muchos los
que afirmaban que reduce de hecho el paro porque tranquiliza a los
consumidores y a las empresas; pero numerosos estudios de los datos
históricos –agregó Krugman- entre ellos uno del Fondo Monetario Internacional, han demostrado que esta afirmación no tiene una base real” (24/10/10).
En Chile, la búsqueda como objetivo por
Sebastián Piñera durante sus años de Gobierno del equilibrio
presupuestario –que por el momento se expresa en propiciar alcanzar el
ajuste fiscal estructural– es una formulación equivocada dado que
persisten altas cifras de desempleo, transformado en un problema
estructural de la economía chilena; queda mucho por hacer si se quiere
superar las consecuencias del terremoto; y el elevado precio del cobre,
que tiende a prolongarse, no sólo genera excedentes que reducen los
déficits corriente y estructural, sino que además genera recursos para
enfrentar el desarrollo del país y mejorar las condiciones de vida de
sus habitantes.
A nivel global, políticas de violenta e
inmediata reducción de las deudas públicas dificulta la recuperación
económica, en particular en los países desarrollados. El nuevo
presupuesto británico, divulgado inmediatamente después de la visita de
Piñera, podría señaló Paul Krugman “haber salido directamente del
escritorio de Andrew Mellon, el secretario del Tesoro que le dijo al presidente Hervert Hoover
que combatiese la depresión liquidando a los agricultores y a los
trabajadores y reduciendo los salarios”. El plan del gobierno de Cameron
“recortará –destacó Krugman– drásticamente el gasto en un momento en el
que la demanda privada no está preparada en absoluto para responder.
¿Qué va –se pregunta– a pasar ahora? (…) lo más probable es que, en
2011, el Reino Unido se parezca a ella misma en 1931, o a EE.UU. en
1937, o a Japón en 1997. Es decir, la austeridad fiscal prematura
conducirá a una nueva crisis económica” (24/10/10).
En Francia, Piñera –cuya visita
coincidió con grandes manifestaciones masivas en contra de la reforma
previsional en proceso de aprobación– apoyó la ofensiva de Sarkozy en
contra de los derechos previsionales. “Estos son tiempos -expresó luego
de su entrevista con el presidente galo- para líderes de verdad que
tengan la fuerza y el coraje para impulsar esas reformas adelante (…)”
(21/10/10).
¿A qué expresó Piñera su absoluto
respaldo? A una reforma enviada a su aprobación sin discutirla con los
sectores afectados. Las organizaciones sindicales propusieron hacerlo,
estableciendo un símil con la efectuada en mayo de 1968 en que se
concordó, después también de grandes jornada de movilización, una
reforma entre el Gobierno de esa época y las organizaciones sindicales
precisamente sobre el sistema social y el mercado de trabajo. Sarkozy
rechazó negociar, eligiendo el camino de la confrontación, ya que era
evidente tendría una gran resistencia.
Al concretarse el proyecto respaldado
por Piñera, amplios sectores deberán trabajar hasta los 72 años para
lograr jubilaciones completas, dado que para obtenerla se requiere
cotizar durante 41,5 años. De otra parte, acceder a ella no se puede
lograr hasta los 67 años de edad. Igualmente para contar con una
jubilación incompleta se posterga desde los 60 a los 62 años. La
propuesta fue permanentemente rechazada en todas las encuestas de
opinión pública efectuadas, y es impuesta por una coalición
gubernamental que sistemáticamente perdió todas las elecciones
efectuadas después de 2007, cuando Sarkozy fue elegido.
Para entender la dimensión de las expresiones de protesta hay que ubicarse en una perspectiva más general. “Es –manifestó Jean-Pierre Chevènement, ex ministro de François Mitterrand
-que dimitió en 1991 por la participación francesa en la Guerra del
Golfo– mucho más que la jubilación. Es una protesta por una Europa en
crisis, donde el euro pierde legitimidad, y lo único que importa es
recortar el presupuesto. Así –añadió-, los países en peor situación
verán cómo ésta se agrava aún más y más. El ciudadano, tanto jóvenes
estudiantes como camioneros veteranos, ven cómo el dinero del
contribuyente sirve para rescatar a bancos, y que solo a ellos se les
pide sacrificios” (26/10/10). Desde luego, es mucho pedir que Piñera
entendiese esta realidad. Menos aún cuando se está obsesionado en
disminuir los déficits presupuestarios a todo evento y no se propone
aprovechar el precio del cobre.
En su visita a Francia Piñera, en la
práctica, entregó además una “compensación” al poderoso consorcio galo
Suez Energy por la detención del proyecto de la central termoeléctrica
de Barrancones, fuertemente cuestionada por los daños
medio ambientales que habría conllevado. En su entrevista con Sarkozy se
acordó constituir una comisión empresarial binacional “de alto nivel
destinada a participar en el debate público sobre la cuestión del mix
energético y a efectuar propuestas tanto en materia de asociatividad
industrial como de consolidación de las capacidades humanas y de
competitividad a largo plazo, en este sector estratégico para ambos
países”, según se consignó en la declaración pública informando del
encuentro (21/10/10). ¿Quién presidirá la parte francesa?: Suez Energy
(…). Lo dice todo.
Fuente, vìa :
http://www.elciudadano.cl/2010/11/25/pinera-su-%E2%80%9Cvalor%E2%80%9D-de-la-justicia-social/
http://www.elciudadano.cl/2010/11/25/pinera-su-%E2%80%9Cvalor%E2%80%9D-de-la-justicia-social/
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