Por el momento, el seguimiento
más preciso de la filtración de documentos del Departamento de Defensa
de EE UU se puede hacer en las ediciones digitales de The Guardian y The
New York Times, Le Monde, Der Spiegel, Al Jazeera y el Bureau of
Investigative Journalism.
Wikileaks ha cumplido. Publicó 391.832 documentos secretos sobre la guerra de Iraq. Uso sistemático de torturas y 109 000 muertos en ese país entre 2003 y 2009 -el 63% de ellos, civiles-.
Según el análisis de los
documentos que ha difundido la página fundada por Julian Assange al
mismo tiempo que los medios informativos arriba citados, las autoridades
estadounidenses dejaron sin investigar cientos de informes que
denunciaban abusos, torturas, violaciones e incluso asesinatos
perpetrados sistemáticamente por la Policía y el Ejército iraquí,
aliados de las fuerzas internacionales que invadieron el país.
Oficiales británicos y
estadounidenses insistían hasta ahora en que no había registro oficial
de las víctimas, pero los documentos fijan en 66.081 los no combatientes
muertos de un total de 109 000 bajas durante los seis años estudiados.
Más de 15 000 civiles murieron en incidentes que hasta ahora se
desconocían. La mayoría de víctimas civiles son, según se deduce de la
información que maneja Estados Unidos, producto de ataques de milicias y
ajustes de cuenta étnicos y políticos que las fuerzas de seguridad
iraquíes e internacionales no fueron capaces de evitar.
Los informes de Wikileaks,
apoyados por evidencias médicas, describen a prisioneros con los ojos
vendados, maniatados y recibiendo golpes, latigazos y descargas
eléctricas. Al tratarse de documentados acumulados por el ejército de
Estados Unidos, estos hechos estarían, por tanto, todos en conocimiento
del Pentágono.
Pasividad ante los abusos
La coalición de fuerzas
internacionales en Iraq aparece como insensible a muchas de las
revelaciones de abusos que le hacen sus soldados. El sello “No
investigation is necessary” (”No es necesaria ninguna investigación”)
marca las denuncias de abusos mejor fundamentadas.
The New York Times indica que
los documentos incluyen referencias a la muerte de al menos seis presos
bajo custodia iraquí. En centenares de informes se citan latigazos,
quemaduras y palizas, y en un caso en particular los soldados
estadounidenses apuntan sus sospechas de que los soldados iraquíes
cortaron los dedos y quemaron con ácido a uno de los presos. Dos
informes revelan la ejecución de dos prisioneros maniatados.
Algunos informes dejan claro que
los soldados estadounidenses, cuando sospechan la posibilidad de
torturas, interrumpen esas prácticas y confiscan los materiales con los
que supuestamente se perpetran. En algunos de los casos, los militares
estadounidenses abrieron una investigación pero en la mayoría parecen
haberse limitado a informar a sus superiores y dejar las pesquisas en
manos de las fuerzas iraquíes.
La frase “ningún soldado de la
coalición estuvo implicado en el incidente” es frecuente en los
informes. Mientras, en alguna ocasión, jefes de Policía local expresan
su conformidad con las torturas, “con tal de que no dejaran marcas”. En
otra ocasión, un oficial describe los abusos como “un método para
desarrollar investigaciones”.
Lo que también queda claro es
que, aunque los soldados estadounidenses no perpetraran abusos, sí
utilizaron la amenaza de abusos por parte de las fuerzas iraquíes para
obtener información de los detenidos. En las únicas referencias a
violencia por parte de soldados de EE UU, estas alusiones no se
documentan. Los casos más serios de este tipo, según el diario, se
producen durante detenciones de presos y siempre les acompaña la
apertura de una investigación.
Una filtración largamente anunciada
La filtración llega tras una
semana de especulaciones sobre el contenido y alcance real del material
que se adelantó que Wikileaks revelaría. La ingente cantidad de
documentos liberados -casi 400.000 archivos clasificados- deja ahora muy
atrás el que hasta el momento suponía el gran hito de filtraciones de
la organización, la publicación de 75.000 archivos secretos en julio
sobre la guerra de Afganistán y, anteriormente, la difusión de un vídeo
de militares estadounidenses asesinando a un fotógrafo en Bagdad.
Después de que Wikileaks
anunciara el viernes a través de Twitter que a la medianoche en Europa
(6:00 pm en Cuba) haría “un anuncio importante”, el Departamento de
Defensa de EE UU estaba en alerta roja, temeroso de que, además de
desvelar detalles de operaciones conocidas y documentadas por la prensa
en su momento, los archivos revelaran los nombres del personal que
participó en las acciones, como ya pasó con los papeles de Afganistán.
Assenge acusa a EE UU de “crímenes de guerra”
Visita en CNN el vídeo con la entrevista a Julian Assange
El fundador de Wikileaks, el
australiano Julian Assange, ha explicado en una entrevista concedida a
la cadena CNN en relación a la filtración de los documentos de Iraq que,
en su opinión, los más de 400.000 documentos revelados representan
“pruebas evidentes de crímenes de guerra” perpetrados por las fuerzas
estadounidenses y las autoridades iraquíes.
Assange dijo que espera que al menos 40 condenas de muerte injustas sean desestimadas como resultado de esta publicación.
Asimismo, negó que se pueda
poner en peligro a los soldados estadounidenses o a los civiles iraquíes
con la revelación de los documentos.
Assange ha enfatizado el
esfuerzo realizado por el sitio web en comparación con la filtración de
los documentos relativos a la guerra de Afganistán: “En esta ocasión
hemos realizado un enfoque mucho más enérgico que el que realizamos con
el material de Afganistán, no porque creyésemos que a aquel enfoque le
faltase algo, sino para prevenir distracciones sobre el verdadero
contenido por parte de gente que quiere desviar la atención”.
La cadena CNN señala que al
comparar los documentos de Afganistán filtrados en julio con los
adelantados este viernes por Wikileaks se puede comprobar que han
eliminado datos irrelevantes para el conjunto de la información que
podrían ser sensibles para los intereses estadounidenses.
A pesar de esta redacción, el
Pentágono se mantiene crítico con la publicación de estos documentos
alegando que Wikileaks no tiene derecho a publicarlos y que no está
preparada para entender qué información es delicada.
“Nuestro problema con Wikileaks
va más allá de que saque a la luz el nombre de personas”, dijo este
viernes un portavoz del Pentágono, el coronel David Lapan.
“Hay muchas otras informaciones
que describimos que podrían ser delicadas y van más allá de simples
nombres, y ellos no tienen la experiencia suficiente para saber cuáles
son”.
Assange se defiende también de
estas acusaciones: “[El Pentágono] no puede encontrar a una sola persona
que haya resultado herida” por la anterior filtración de la web de más
de 76.000 folios sobre la guerra de Afganistán.
Fuente, vìa :
Wikileaks ha cumplido: 400 000 documentos que prueban salvajadas yanquis en Iraqhttp://www.oaxacaenpiedelucha.info/2010/10/wikileaks-ha-cumplido-400-000.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+oaxacaEnPieDeLucha+%28%C2%A1OAXACA+EN+PIE+DE+LUCHA!%29
(Con información de agencias y El País)
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