Albert Einstein
La criminalización de la demanda social es una estrategia hegemónica neoliberal elaborada por la oligarquía a través de la doctrina jurídica del Terrorismo de Estado, que utiliza varios mecanismos para anular la demanda social, es decir, no solo usan las Fuerzas Armadas, la Constitución, las Leyes, las Fuerzas policiales, las cárceles, etc., para detener y condenar con altas penas a los luchadores sociales.
La criminalización implica un manto, un tumor que cae sobre los obreros y luchadores sociales en equipararnos y convertirnos en delincuentes organizados y/o terroristas, lo que le permite a la oligarquía manipular la CONCIENCIA de la población que ve que nuestra demanda, nuestra lucha social justa, sea desnaturalizada. Que la población vea la demanda social, la defensa de los derechos humanos como la base del terrorismo o la base de los conflictos sociales y no la contradicción entre capital trabajo y por ende con esto nos aísla, nos golpea y nos coloca en prisión permitiendo que el Estado neoliberal criminalice la demanda popular y que las fuerzas represivas y grupos paramilitares al servicio de la oligarquía nos ataquen y nos detengan como es el caso del trabajo de contra inteligencia respecto al caso bombas con la consiguiente infiltración de elementos propios de los territorios en el seno mismo de las organizaciones populares territoriales, colectivos culturales, casas okupa, organizaciones sindicales, etc., o los del Comando Terrorista Hernán Trizano asesino ladrón, cruel y terrorista que asoló al pueblo mapuche por décadas en el siglo ante pasado, y que ahora renace con ex miembros de Patria y Libertad como es el caso de Jorge Temer San Martín, conocido por sus extravagancias (las armas) y su participación en movimientos derechista Patria Libertad, antes y durante la dictadura militar [es permanente colaborador del Regimiento de Victoria del que alguna vez vistió en uniforme sin ser soldado, también se le vio públicamente en la comuna de Ercilla, específicamente en el fundo La Romana, solidarizando junto a otros agricultores con René Urban donde se denuncia que se confecciono la lista con nombres de indígenas a eliminar (asesinar)].
Esta estrategia sumada al poder del Estado, es decir, un Estado Neoliberal, permite la inmovilidad social cuando somos detenidos, torturados, violados nuestros derechos y sentenciados a pasar años en prisión mientras el pueblo nos mira con total apatía e indiferencia.
La experiencia de América Morena es basta y contundente como es el caso de Guatemala, Colombia y Chile, esto nos indica que la primera parte de esta gran estrategia represiva de la oligarquía usando las instituciones del Estado y los grandes medios de desinformación que se encuentran en sus manos, que parte con el invento del enemigo interno, el pretexto para militarizar la vida civil, sacar al ejército de los cuarteles y aplicar “el estricto estado de derecho” contra los luchadores sociales y la población en general, este pretexto se ha llamado “lucha o guerra contra el narcotráfico”. En Chile la Doctrina de Paz Ciudadana que no es otra cosa que la Doctrina de Seguridad Nacional. Esta estrategia viene a reemplazar la función represiva y asesina de las Fuerzas Armadas en su expresión más terrorífica y corrupta las Dictaduras Militares, que no son viables hoy en día producto de su agotamiento político después de las décadas del 70s y 80s.
Otro pretexto muy usado es la supuesta “debilidad del Estado”, “la población se encierra en sus casas”, “hay que recuperar las plazas y calles de los delincuentes narcotraficantes “, cuando en realidad lo que estamos viendo es el fortalecimiento de las fuerzas represivas, como temor ante el descontento generalizado de la sociedad que empieza a sufrir el embate de las políticas neoliberales, en el aumento en el costo de la vida producto de las alzas de la canasta básica, la cesantía y miserables sueldos.
La alianza derechista neoliberal utilizó por años el poder militar, en esto acusa una tentación grande por mantenerse utilizando su lado más poderoso, el “militar”. Evidentemente los neoliberales de la alianza se mantuvieron en el poder utilizando a los militares como pilar fundamental, sin menoscabar la administración neoliberal de la concertación con todo su show mediático y la manipulación social a través de la limosna política y el circo electoral que le da legalidad a la institucionalidad. El Estado neoliberal, en lo que se ha trasformado Chile, está más adelantado que los análisis que realizamos nosotros. Mientras muchos estaban embelesados, atónitos con la aparente derrota del Pinochetismo en estos 20 años, la concertación supo lidiar con el pinochetismo e hizo suyo el modelo de dominación preparando las herramientas jurídicas (reforma constitucional, reforma a la Ley antiterrorista 1990), políticas mediáticas y necesarias para lo que hoy es Chile con su institucionalidad legalizada por el pueblo a través del voto y esto se expresa cada ves que el pueblo, las fuerzas revolucionarias y populares impulsan la demanda social aplicando todo el poder de la Ley a los defensores de los derechos humanos y luchadores sociales para supuestamente poner orden en Chile, es decir, en sus calles, plazas, poblaciones, etc., pero la realidad del Chile de hoy es diferente a la que muestra o quiere mostrar lo hegemónico a través de la televisión o sus diarios; la droga ha penetrado toda la sociedad chilena, ha llegado hasta las escuelas básicas a niños y niñas de séptimo básico; las drogas duras han penetrado en las fabricas, universidades, en las obras de construcción, etc. Nadie puede poner un freno a algo que responde antropológicamente y sociológicamente a una forma rápida y directa de evasión, evasión que buscan los niños y adultos de este país llamado Chile gracias a las políticas neoliberales, un modelo exportador que sólo genera desigualdades, pobreza, cesantía, prostitución de ambos sexos e infantil. Este modelo depredador e inhumano está arrastrando al abismo a los chilenos.
No puedo dejar de mencionar el discurso del administrador del Estado neoliberal, Piñera, el 21 de Mayo pasado, haciendo alusión a la delincuencia. Destacó la energía y eficiencia en que fue reprimida la “delincuencia” el día 29 de marzo “día del joven combatiente”. La analogía entre delincuente y revolucionarios fue colocado hasta el asco en los medios masivos de desinformación, las poblaciones fueron copadas en todo Chile por las fuerzas represivas, en este caso una combinación entre militares, muchos de ellos con sus caras pintadas para la guerra, PDI y Carabineros. Los gritos que se escuchaban en las pocas radios que estaban en el aire, previo al toque de queda, haciendo un llamado a las fuerzas armadas, “los militares son los únicos que respetan los delincuentes, ellos saben como tratarlos y si tienen que disparar van a disparar”, lo único que resultó de eso es una pateadura (golpiza) de una trabajador hasta la muerte por unos infantes de marina.
Estamos viviendo una etapa extraña, pero que se repite una y otra ves. Es una etapa muy parecida a la vivida después del golpe político-empresarial y militar en contra del pueblo de Chile cuando el pueblo sumido en la represión, la tortura, la muerte y el exilio, después de esto dio paso a la nebulosa de la enajenación, la alienación, una suerte de inconsciencia como un acto de supervivencia al enfrentar la muerte segura, ya que el ser obrero, poblador, campesino o joven era visto como sinónimo de enemigo de clase. Después de la negociación entre la Concertación y la dictadura, es decir, la oligarquía político empresarial y militar en las postrimerías de la década de los 80s, el pueblo nuevamente vuelve al curso de la historia trazada por la burguesía y el imperialismo yanky (lo electoral). No antes sin darse algunas premisas políticas esenciales para configurar la traición al pueblo por parte de sectores importantes del MDP (PC reformista-Mir reformista- PS socialdemócrata - IC) la social democracia o Alianza Democrática (financiada por la CIA, es más hasta el programa de gobierno de la concertación fue elaborado por el Pentágono vía CIA) que en esos años empezaba abrazar con fuerza los ideales del neoliberalismo político y económico. El pueblo quedó entre dos caminos, uno el de la libertad, la revolución y el otro el de burguesía, lo electoral, la alienación sometidos a la lógica del capital barbárico. Sin ninguna duda estos nuevos amos representados por los partidos políticos son un pilar más de sustentación del sistema capitalista que se hace fuerte con la llegada de los 4 gobiernos neoliberales de la Concertación que supieron usar luminosamente la brillantina ideológica del sistema capitalista con el show mediático de unidad entre asesinos, ladrones con el pueblo creándose un tumor maligno llamado neoliberalismo, impunidad que dura hasta nuestros días.
Con la negociación impulsaron nuevamente la represión, el odio de clase fue su estandarte, pero esta ves el pueblo quedó como mero espectador de la atrocidad capitalista ya que estaban votando, es decir, legalizando la institucionalidad pinochetista y neoliberal a través del voto. Fueron cientos de luchadores sociales asesinados sin contemplaciones; si había que asesinar no importaba los resultados colaterales, ya que había que proteger la naciente “democracia”, ya que cada ves que se quería aprender a un “terrorista” mataban a personas indefensas; las prisiones nuevamente se llenaron; el exilio fue otro mecanismo utilizado para quitarle presión social al descontento popular. La utilización de convertidos al capitalismo neoliberal trasformados en clientela económica, por trabajo vendían sus “principios” e ideal ideológico o bien en repugnantes esbirros de tercera. El abandono de los principios y la entrega de los ideales por unos miserables pesos mensuales es la característica del fin de un periodo histórico, de una década de lucha, dignidad y heroísmo. Como un eclipse total de la conciencia, la Concertación recurrió al circo, a la limosna económica como una forma de control social y psicológico, los actos masivos seudos culturales, etc., mientras administraban la institucionalidad pinochetista con todas sus leyes, todas sus letras y en todas sus formas.
Ahora trascurrido 20 años de la llegada de la Concertación a la administración del Estado y medio año trascurridos de la llegada del administrador del Estado Neoliberal, Piñera, nos encontramos rodeados de trepadores sociales, entre miserables, traidores, otros que zigzaguean, otros que se paralizan con un miedo atroz levantando falsas alternativas políticas dentro de la legalidad neoliberal pinochetista, que para lo único que sirven es para confundir aún más al pueblo, mientras los hipócritas de siempre asumen conductas condescendientes con lo hegemónico. Surge algo muy parecido a lo mencionado anteriormente después de 1973, sociológicamente hablando una parálisis de conciencia y consecuencia. Esto se expresa, por ejemplo, con la huelga llamada por la ANEF, que tuvo poca adhesión a su llamado, fundamentalmente por el miedo a perder la pega (trabajo); la represión que lentamente se va trasformando en el pan del día en cualquier situación donde esté presente las fuerzas represivas de infantería, de carabineros, llamadas fuerzas especiales, utilizadas hasta el asco para reprimir las manifestaciones obreras, juveniles en todas sus expresiones, deportivas, musicales, etc. Desde 1990 en adelante, así como elementos de la alianza que asumían conductas agresivas frente a los gobiernos concertacioncitas, hoy han renunciado a sus organizaciones gremiales o lisa llanamente se marginan de los llamados a paralizar o adherir a los llamados a actividades gremiales honestas de los dirigentes nacionales. Es más, se realizó una reunión entre altos dirigentes de la ANEF e hicieron un llamado a una marcha, pero los dirigentes se habían colocado de acuerdo antes, ya que no era un llamado real; no supieron a ciencia cierta si tenían infiltrados en sus filas o tenían micrófonos en su sede nacional, ya que no alcanzaron a bajar las escaleras, y al abrir la puerta principal de la ANEF una dirigente, ya estaban las fuerzas especiales militarizadas de carabineros frente a ellos esperándolos (esto no se veía ni en los mejores tiempos de represión de la dictadura corrupta y sanguinaria de Pinochet).
Mientras la alianza neoliberal oligárquica celebra sus 200 años en el poder, paralelo a ello la miseria se hace sentir con fuerza en Talca, por mucho que quiera la alianza neoliberal que la gente ande como imbécil riéndose, embanderando las casas, los autos, comiendo asados y emborrachándose, o encalillándose (adquiriendo deudas), la situación no cambia, son CIENTOS DE MILES las quejas en contra de las aseguradoras, en especial en contra de MAPFRE GENERALES quien mantiene sumido en la incertidumbre, la desolación, el abandono y la manipulación a miles de familias chilenas. El gobierno tampoco se a hecho responsable de esta injusticia, de este abuso empresarial, ya que Mapfre no se ha hecho responsable en cubrir los seguros, mientras los inmorales y desgraciados ejecutivos de los bancos, y del ex banco del Estado de Chile, que a 6 meses no paga los arriendo de casas por el valor no superior de 250 mil pesos mensuales. Cómo se llenaban la boca gritando a los 4 vientos que ellos iban a “ayudar” a los pobres chilenos que habían perdido todo semanas después del cataclismo; ahora cuando vas a ver qué sucede con los seguros, te encuentras con gente inexperta que no sabe qué responder. Es más, aparecen como victima de la maquinaria fría y calculadora de la banca, al recibir los reclamos de los pobladores indefensos. Ellos responsabilizan a las aseguradoras, y ahora han iniciado los cobros de los dividendos de las casas que hoy no existen.
Por ejemplo en Talca existe el caso de un señor de más de 94 años, inválido, su casa se cayó, en ella habitaban 4 adultos y 5 niños, los cuales se encuentran ahora de allegados y arrendando casa a altísimos valores con respecto a sus ingresos; ahora a 7 meses de ocurrido el cataclismo le llegó la notificación del Banco Estado que deben cancelar POR MÁS DE 70 AÑOS MAS, ya que vienen cancelándola desde 1976, por el valor de 21 mil pesos mensuales, dividendos de una casa que no existe, teniendo seguro contra sismos, y a 7 meses, valga la redundancia, ni el Banco Estado ni MAPFRE, ni el GOBIERNO HIPOCRITA se han hecho responsables a pesar de que la Ley dice que trascurridos 90 días, hecha la denuncia, la aseguradora debiera responder por los seguros…
Ahora la aseguradora que posee el mayor número de denuncias es Mapfre Generales, que debe responder por 73.154 siniestros, de los cuales sólo ha inspeccionado un 59% y, de ellos, ha pagado sólo el 66%. Es decir, seis de cada 10 clientes de Mapfre aún esperan la liquidación de su seguro. Esta aseguradora es la principal proveedora de seguros asociados a créditos hipotecarios de Banco Estado, de ahí que ésta sea también la institución financiera que acumula mayor número de reclamos por la liquidación de sus seguros.
Es más, uno de los grandes problemas de los clientes de la aseguradora se debe a que en Chile no existe por sí solo un seguro por sismos, sino que es un adicional al seguro por incendios. Mapfre niega el pago de la indemnización porque según ellos el sismo no era un riesgo que estaba cubierto. Esto, debido a que la póliza estaba redactada en términos muy imprecisos, www.defensadeudores.cl
NO HAY NADA QUE CELEBRAR
Rafael Agacino se refiere al respecto del “bicentenario”: “Sabemos que aquí la independencia fue impulsada y organizada por los de arriba, que a diferencia de Haití o de otros territorios como la Gran Colombia o la mayor de las Antillas, la presencia "política" de los dominados fue subordinada, que su contenido descolonizador y popular, siempre subalterno, fue utilizado por una reconfigurada clase dominante para sus propios fines. En efecto, los colonialistas ahora devenidos "independentistas", "patriotas", "chilenos", tuvieron que hacer lo que toda elite de poder debe hacer para constituirse y legitimarse: proveerse de una identidad política-ideológica, de una iconografía, de una institucionalidad y de normas, todas condiciones necesarias para inventar, sobre un territorio originariamente robado, una nación, un Estado y un país a su imagen y semejanza. Y este invento histórico, como antes la conquista y la colonización, se fundó en un acto de fuerza, fuerza ejercida ahora contra los realistas y sus aliados pero sobre todo contra los de abajo, fueran éstos los integrados al nuevo modelo de acumulación (los explotados), o bien, los "extranjeros internos”, los pueblos indígenas resistentes (los oprimidos). Por ello, este invento acaecido en la periferia de la economía mundial, nació doblemente fracturado: el "nosotros" incluía en calidad de explotados a las masas trabajadoras destinadas a generar excedentes (primera fractura), y excluía, en calidad de oprimidos aunque no explotados, a los que había que desplazar o exterminar para continuar la ocupación y apropiación de tierras y demás recursos (segunda fractura). Estas fracturas serán el trasfondo estructural de la lucha de clases entre capital y trabajo y entre opresor y oprimido que recorrerá toda la historia de este invento llamado Chile. Toda la política, todas las estrategias y todas las tácticas, de los de arriba y de los de abajo, tendrán ese telón de fondo; desde el lejano pasado hasta este mismo instante cuando, en el norte, 33 mineros, enterrados a más de 700 metros, sufren la impudicia del capital y en el sur, 32 presos políticos mapuche enfrentan esa misma impudicia del mismo capital, apelando al dramático recurso de la huelga de hambre”.
Entonces ¿qué celebramos? ¿qué celebran los chilenos que viven de un “sueldo”, de la “grandes” y “dignas” casas que poseemos, de la “excelente” educación pre básica, básica, media y universitaria que el Estado le entrega a nuestros hijos, de la “sublime” salud que tenemos los chilenos, de la “excelente” movilización privada (Transantiago) que nos lleva a nuestros trabajos, de las “magnificas” pensiones que nos esperan cuando nos jubilemos, de los “excelentes” sueldos que poseemos? Según los tecnócratas neoliberales el poder adquisitivo de las familias chilenas se mantiene en una posición de “liderazgo” en América Morena, que está entre ¡13 mil a 15 mil dólares per cápita!, que es lo que “ganamos” los chilenos que vivimos de un sueldo, una cifra irritante que insulta, una burla. Entonces me pregunto ¿quiénes ganan esta exorbitante cifra? ¡¡¡Mientras los “honorables” ganan millones de pesos mensuales!!!… por ejemplo, un diputado cuesta $ 17.000.000 de pesos y cada senador $ 30.000.000 mensuales al Estado… u honestamente hablando: dinero generado por los obreros en Chile.
Los “honorables”, es decir, senadores y diputados con su actual ingreso total mensual, dieta bruta mas gastos, el cual obviamente se destina a gastos, supera lejos, lejos al sueldo de un trabajador promedio si ganara 250 mil pesos. Los “honorables” ganan 188 veces más al mes que una humilde trabajadora de una Agro Industria que debe trabajar 12 horas diarias. Esta realidad que parece una burla de los “honorables” senadores y diputados, es un resultado aberrante y demuestra del por qué las cosas no funcionan en el Congreso de Pinochet; es por eso que la alegría no llegará y no llegará nunca; es por eso que esta situación no cambiará por mucho que se ponga en toda las pantallas, en radios y revistas que “viva el cambio” cuando sólo es una fraseología de la barata que es usada para comprar conciencias.
O llanamente sólo fueron 4 días de carrete (farra), o es realmente el bicentenario de la burguesía oligárquica, los que viven de la explotación de los obreros, los mismos quienes idolatran a las fuerzas armadas oligárquicas, el brazo armado de la clase dominante chilena.
Las Fuerzas Armadas son responsables de las mayores atrocidades en contra del pueblo de Chile (1973), es el mismo ejercito que masacró a miles y miles de obreros entre mujeres, niños y ancianos que luchaban por sus derechos humanos en todo el territorio nacional en el periodo del despertar obrero en el siglo 18, 19, y 20. Es el mismo ejercito que desató la barbarie en contra de los pueblos hermanos del Perú y Bolivia ya sometidos, en especial en contra de la población civil, un ejército inmensamente superior en términos técnicos, armado por Inglaterra que fue colocado por la oligarquía y desató la guerra del salitre o guerra del Pacifico como la suele llamar la oligarquía nacional. Es el mismo ejército que desató nuevamente la barbarie, el exterminio en contra de los pueblos Originarios.
Revisado y corregido por: Stolpkin.net
Fuente: http://hijosdelarebeldia.blogspot.com/
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