Un joven estudiante menos en uno de los países que más envejecen en América Latina.
Y con una alarmante tasa de deserción educativa.
Un
“zurdito” asesinado más para sumar a los 30 mil desaparecidos durante
la dictadura militar y a los cientos de caídos antes y después, en
“democracia”.
Uno más para acompañar, en el altar de los verdaderos héroes de la patria, a Kosteki y Santillan.
Un contestatario menos de la democracia liberal, la economía de mercado y la “globalización”.
Un
enemigo menos del Estado, las patronales explotadoras, la burocracia
sindical cómplice, el Imperialismo y el “pensamiento único”.
Una victima más del fascismo encubierto en la Republica Argentina.
De la oligarquía y las trasnacionales.
De
la derecha peronista; las patotas sindicales; de sus componendas con
los gobiernos de turno, sean militares o kirchneristas; de los cuerpos
de seguridad y sus “zonas liberadas”; de los articulistas de La Nación y
Clarín.
Un militante menos de las luchas
obreras; de las causas de los despedidos y desempleados; de los
excluidos y marginados; de los “villeros”; de los “piqueteros”; de los
pueblos originarios expropiados, de las fabricas recuperadas.
Un
eslabón menos en la cadena que une las movilizaciones de hoy con las
formidables luchas de anarquistas, anarco-sindicales, espartaquistas,
comunistas, trotskistas, clasistas, del pasado.
Una
marca más en las cachas de la pistola de la mafia sindical de todos los
tiempos; de los socios del Poder; de los rompe-huelgas y represores del
sindicalismo independiente; de los enemigos de Agustín Tosco y Raymundo
Ongaro.
Un cargo más contra el matrimonio
Kirchner, siempre dispuesto a buscar y recibir apoyo de algunos de los
dirigentes y sectores sindicales y políticos mas corruptos e
inescrupulosos, con tal de conservar el poder por el poder en si mismo.
Fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/10/un-zurdito-menos.html
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