miércoles, 15 de septiembre de 2010

Mùsica : Quilapayún – Con el alma llena de banderas (1985)

Los Quila todavía estaban en el exilio, pero ya en Chile Alerce se atrevía a publicar obras suyas, como lo hizo con esta recopilación publicada, como dice su subtítulo, en “Homenaje a Víctor Jara”.
Los integrantes del conjunto en aquel momento eran Eduardo Carrasco, Carlos Quezada, Willy Oddó, Hernán Gómez, Rodolfo Parada, Hugo Lagos, Guillermo García y Ricardo Venegas.
El diseño de la carátula, que se convirtió en un clásico, se le debe a Jorge Lillo.
El tema que le da nombre a la obra es, en nuestra opinión, uno de los más hermosos de Víctor Jara.
Muchos plantean, erróneamente, que estaba dedicado al Che Guevara, pero en realidad fue compuesto en homenaje a Miguel Ángel Aguilera, un joven militante de las Brigadas Ramona Parra que vivía en Herminda de la Victoria (asentamiento popular al que está dedicado el LP “La Población”) y fue asesinado de un balazo por un carabinero vestido de civil durante una manifestación en 1970. La canción fue presentada por Víctor en agosto de ese año, en el Segundo Festival de la Nueva Canción Chilena.
Sobre el tema dice Joan Jara: “Aquel crimen inflamó una atmósfera política que ya estaba al rojo. El funeral fue una marcha masiva de cientos de miles de personas que llenaron la ancha avenida que conducía al cementerio, personas cargadas de ira y de una determinación que su muerte innecesaria incrementó. Víctor compuso en homenaje a Miguel Ángel Aguilera su canción “El alma llena de banderas”, que captaba exactamente aquel fervor y expresaba el sentimiento de una lucha épica en la que hay que afrontar incluso la muerte”.
Y coincide con ella la propia madre de Miguel Ángel, quien brindó este sentido testimonio: “El 8 de Julio de 1970, durante un paro nacional que apoyamos, un policía vestido de civil mató a mi hijo de diecisiete años aquí mismo, en Herminia. Mi hijo se llamaba Miguel Ángel Aguilera. Ese día Miguel Ángel, junto a su hermano, salió a la calle para pedir a la gente, especialmente a los panificadores, que no fueran a trabajar, que había que apoyar el paro. Así estuvieron todo el día, en la calle. Como a las siete de la tarde regresó a casa y me dijo: “Mamita, me voy a acostar porque estoy muy cansado”. Le preparé su once y justo cuando se lo tomó vino un compañero a buscarlo porque había otro acto importante, así que se fue con él. Fue ahí cuando un disparo le entró en la cabecita. Murió en el hospital, antes de que intentaran operarle, y fue imposible salvarle. Hubo muchas protestas contra este asesinato, que apoyaron personalidades como Víctor Jara, Salvador Allende o Volodia Teitelboim; y llegó muchísima gente para protestar por su muerte. Mi hijo era un chico luchador.. Como a cualquier chico de su edad, le gustaba divertirse, tocaba muy bien la guitarra y tenía una gran conciencia política. A él, Víctor le dedicó la canción “Con el alma llena de banderas”.
La canción, plena de dolor y esperanza dice:
Ahí, debajo de la tierra,
no estas dormido, hermano, compañero.
Tu corazón oye brotar la primavera
que, como tú, soplando irán los vientos.
Ahí enterrado cara al sol,
la nueva tierra cubre tu semilla,
la raíz profunda se hundirá
y nacerá la flor del nuevo día.
A tus pies heridos llegarán,
las manos del humilde, llegarán
sembrando.
Tu muerte muchas vidas traerá,
y hacia donde tu ibas, marcharán,
cantando.
Allí donde se oculta el criminal
tu nombre brinda al rico muchos nombres.
El que quemó tus alas al volar
no apagará el fuego de los pobres.
Aquí hermano, aquí sobre la tierra,
el alma se nos llena de banderas
que avanzan,
contra el miedo,
avanzan,
venceremos.
Y aquí Quilapayún se la dedica a su autor y entrañable amigo de tantas horas y trabajos compartidos, asesinado cobardemente, al igual que Miguel Ángel.
Siempre sentimos muy conmovedoras las palabras de Joan cuando cuenta cómo se encontró con el cuerpo de su amado: “Era Víctor, aunque le vi delgado y demacrado. ¿Qué te han hecho para consumirte así en una semana? Tenía los ojos abiertos y parecía mirar de frente con intensidad y desafiante, a pesar de una herida en la cabeza y terribles moratones en la mejilla. Tenía la ropa hecha jirones, los pantalones alrededor de los tobillos, el jersey arrollado bajo las axilas, los calzoncillos azules, harapos alrededor de las caderas, como si hubieran sido cortados por una navaja o una bayoneta… el pecho acribillado y una herida abierta en el abdomen… las manos parecían colgarle de los brazos en extraño ángulo, como si tuviera rotas las muñecas.. pero era Víctor, mi marido, mi amor. En este momento también murió una parte de mí. Sentía que una buena parte de mí moría mientas permanecía allí, inmóvil y callada… incapaz de moverme, de hablar”.
Pero hoy Víctor sigue vivo en toda su obra y en el corazón de la gente, que hace tan poco tiempo fue a rendirle su homenaje cuando lo llevaron a la sede de la Fundación Víctor Jara, frente a la Plaza Brasil de Santiago de Chile.
Y el pinocho se fue a la tumba y al tacho de basura de la historia escupido hasta en su féretro mientras lo velaban.
¡Vaya si hay diferencia entre un Hombre y una alimaña cobarde, traidora y rastrera!
Los temas y sus autores son:
01. Canción para Victor Jara (Eduardo Carrasco)
02. Te recuerdo Amanda (Victor Jara)
03. Susurro (Rodolfo Parada)
04. Paloma quiero contarte (Víctor Jara)
05. Con el alma llena de banderas (Víctor Jara)
06. Nuestro cobre (Eduardo Yáñez) *
07. Titicaca (Arr. Quilapayún sobre tema folk.)
08. Tío caimán (Chang Marie)
09. Sonatina (Hugo Lagos)
10. Patria de Multitudes (Hernán Gómez-Eduardo Carrasco)
* La grabación de “Nuestro Cobre” fue realizada en vivo, en el recital del 15 de Septiembre de 1976 en el Teatro Olympia de París.
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Canto Nuevo para Todos

Quilapayún – Con el alma llena de banderas (1985)

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