Los cochinos pesos son los culpables del lamentable accidente de la mina
San José, puesto que ella ya había sido cerrada por problemas graves de
seguridad. Sin embargo el Sernageomín volvió a autorizar su
explotación, sin que hasta la fecha se hayan entregado los fundamentos
técnicos de esa decisión.
Foto:
Chile - El mandatario Sebastián Piñera mostró en televisión el mensaje
enviado por los mineros, el cual llegó al exterior amarrado en la sonda
de excavación y en el cual se asegura que los 33 trabajadores se
encuentran bien en un refugio. / Fuente: XINHUA
La apertura de
la mina solo puede obedecer a los cochinos pesos que se pagaron para
permitir su reapertura. Son los cochinos pesos que ganarían los dueños
de la mina los que determinaron que continuase su explotación. Son
también por los cochinos pesos que no se realizaron los necesarios
trabajos de reforzamiento de la seguridad de la mina. Peor aún, según
declaraciones de algunos ex trabajadores de esta mina, se comenzó a
sacar mineral de los “puentes” que, obligatoriamente se tienen que ir
dejando en la misma veta, a medida que se avanza en los socavones y
niveles mineros.
Cuando el precio del cobre
está a 3 o 4 dólares la libra de cobre, y el oro aún más caro, el valor
de esos “puentes” justifica que se les explote, -siempre los cochinos
pesos-, debilitándolos e impidiéndoles cumplir su rol de contención del
cerro. La seguridad de la mina se debilitó por unos cochinos pesos. Esta
mentalidad empresarial, -que ha dominado en nuestro país ya por más de
30 años, de ganar mucho y en poco tiempo-, la que también descuida
totalmente el medio ambiente sin tener en cuenta la sustentabilidad de
la economía en su conjunto.
Esto forma parte
del comportamiento y pensamiento del “empresariado moderno”. El hilo
conductor de este comportamiento, de esta “cultura”, de esta
“ideología”, son los cochinos pesos, aparejado con el debilitamiento del
rol del Estado. Los dueños de la mina San José son el ejemplo concreto
de esa mentalidad empresarial hoy dominante: Por ganar más dinero ahora,
extrajeron mineral de los puentes que le daban mayor seguridad a la
mina, sin invertir ni en la seguridad de la explotación ni en la
continuidad de la faena. Escogieron el pan para hoy y el hambre para
mañana, porque ahora está excluido que la mina San José pueda continuar
su explotación en el futuro.
Puede que las
pérdidas para estos empresarios sean considerables, y todo por unos
cochinos pesos en el corto plazo. Esta mentalidad de corto plazo y de
ganancia fácil requiere de un Estado ausente: Por ello el Sernageomin no
tiene el suficiente número de fiscalizadores, como tampoco los tiene la
aduana para fiscalizar la exportación de concentrados, ni el SII para
fiscalizar la tributación de las empresas mineras. El año 2003, en una
Comisión Especial de Tributación Minera, el Senador Prokurica le
preguntó a la Jefa de Fiscalización de Cochilco de cuantos inspectores
disponía ese organismo para controlar las exportaciones de las empresas
mineras. “Tres”, fue la respuesta. Miles de millones de dólares de
exportaciones mineras eran fiscalizados por solo tres funcionarios, es
decir, la nada misma. A todos los jefes de estos organismos del Estado
se les preguntó por qué no tenían más fiscalizadores y la respuesta fue
la misma: La falta de recursos. En un país minero, inmensamente rico
como Chile, no es admisible que se diga que por falta de recursos que no
se fiscaliza a la minería. Ya eso sobrepasa los cochinos pesos para
colocarnos en un terreno político, donde los pesos ya no son cochinos ni
son pesos: son dólares. ¿Cómo explicar que hace 50 o 60 años, en la
gran minería solo se podía trabajar en turnos de 8 horas, y ahora,
gracias a los gobiernos de la Concertación, se trabaja en turnos de 12 y
más horas, con el consiguiente riesgo para la salud y la vida de los
mineros? ¿Cómo consiguieron esto las compañías mineras? Quizás ya no
estemos ante los cochinos pesos sino ante los corruptores dólares.
Julián Alcayaga es economista.
Fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/08/por-los-cochinos-pesos.html
http://www.argenpress.info/2010/08/por-los-cochinos-pesos.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario