Mientras el sistema financiero,
controlado en casi un 70 % por tres instituciones, obtuvo ganancias de
un 57 % el primer semestre de 2010 respecto del mismo lapso del año
anterior, los chilenos han aumentado sus salarios en apenas un 0,3 %
mensual y son presa del sobreendeudamiento y la mala vida.
La noticia pasó inadvertida, pese a la
ferocidad de su contenido. Las utilidades de la banca que opera en Chile
el primer semestre del año en curso aumentaron un 57 % respecto del
mismo período del año anterior. Es decir, la industria del crédito y la
deuda obtuvo 1.554 millones de dólares la primera parte del año. Sólo en
junio, las ganancias se encumbraron un 12, 6 % en relación a mayo.
Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF),
el incremento astronómico se debió a la disminución en el gasto en
provisiones por riesgo de crédito (15,59%), un aumento en otros ingresos
operacionales netos (86,64%), un mayor resultado de operaciones
financieras (16,79%) acompañado además, de un aumento de las comisiones
netas (2,25%).
El diferencial entre la tasa de interés
que los bancos pagan por los depósitos y lo que cobran por los créditos
es de 5,77 puntos promedio en el país (spread), mientras que en
el Reino Unido es de 0,33 puntos. Al respecto, Chile lidera con Brasil
el spread a escala latinoamericana. Asimismo, sólo tres bancos
concentran casi el 70 % del mercado (Santander, De Chile, De Crédito e
Inversiones). Para el caso, el incremento de los créditos bancarios se
explica no tanto por la baja en el riesgo y la supuesta recuperación
económica y de confianza de los usuarios, sino por el alto precio de los
préstamos (operaciones + spread + intereses). Y la superior demanda
crediticia significa que, simplemente, los sueldos no alcanzan por sí
solos para pagar el costo de la vida. Es decir, las deudas no alcanzan
para pagar las deudas.
GANA LA BANCA POR LOS GASTOS OPERACIONALES MÁS QUE POR EL INTERÉS DE LOS CRÉDITOS
Frente a las inquietantes utilidades del negocio financiero, el Secretario General de Confederación Bancaria, Luis Mesina,
indica que“Cuesta entender cómo una industria tan vinculada a los
servicios tiene una tasa de rentabilidad tan alta. Esto se explica, en
parte, porque el banco compra dinero muy barato (al Banco Central
principalmente), a tasas muy bajas; las captaciones (depósitos de los
usuarios) tienen bajo interés; y se vende plata a un precio 30, 40 y 50 %
anual más de su valor.”
Para el prestigioso economista y académico, Claudio Lara,
“Desde el 2000 ocurre lo mismo. En este caso el argumento que emplea la
banca para justificar sus ganancias, es que han disminuido las
provisiones que tiene debido al menor riesgo que se ha estado
estableciendo, y a un aumento de la tasa de interés. Esto permitiría un
mayor diferencial entre las colocaciones y las provisiones (spread)”, y
recuerda que “el ex ministro de Hacienda de la Concertación , Nicolás Eyzaguirre
(que se ganó bien su puesto en el Fondo Monetario Internacional), ya
hablaba del escándalo del spread. Pero lo que ocurre, al igual que con
las bencinas, es que cuando hay un aumento de las tasas de interés sube
el precio para los usuarios inmediatamente, pero cuando hay una baja se
demoran hasta un año en trasladar la disminución a la gente “.
Lara enfatiza que el gobierno propone
como gran novedad que los bancos deben ser transparentes en términos de
hacer saber a los clientes las tasas de interés y la comisión que
cobran, “pero hace años ya hubo una resolución de la Corte Suprema al
respecto y nunca se ha aplicado. En muchos casos lo que los bancos
cobran en comisiones es mucho mayor que las tasas de interés. Aquí está
la causa central que permite los cobros abusivos que sólo existen en
Chile por todo tipo de servicios que entrega la banca”.
La comisión o gastos operacionales es lo
que el banco cobra por el uso de cualquier instrumento financiero, como
el cajero, la tarjeta, los cheques, la línea de crédito. Por eso la
banca tiene una rentabilidad asegurada independientemente de las
variaciones de las tasas de interés.
Así lo confirma el dirigente bancario
Luis Mesina, cuando asegura que “las grandes utilidades hoy se ilustran
más por los gastos operacionales, el aumento de las comisiones y la
venta de instrumentos financieros cuyo costo para los bancos es igual a
cero. Es decir, cuando alguien pide un préstamo a la banca, además de
pagar el diferencial, debe pagar costos adicionales, como los seguros de
desempleo, de vida, de edad. Y ello, considerando que la ley de bancos
dice que los créditos no pueden estar condicionados a la venta de
seguros. Sin embargo, no pasa así. Esto tiene una dudosa legitimidad y
legalidad” y agrega que “Nosotros denunciamos hace un tiempo que había
una concertación de los bancos respecto de los precios de los
instrumentos financieros. Uno de los aspectos más graves, es que las
pymes –que generan la mayoría del empleo del país- compran el dinero muy
caro. Y el dinero para las pymes es un bien de capital, con esos
recursos realizan otras actividades económicas. Entonces les resulta
difícil volverse competitivas. Este gobierno tiene un gran problema,
porque si quiere competir en el mercado internacional, está liquidado”.
SALARIO MISERIA Y SOBREENDEUDAMIENTO: LA USURA LEGAL
Uno de los aspectos más insultantes de
las cifras de rentas bancarias está en que, según el economista de la
Fundación Instituto de Estudios Laborales (Fiel), Cristian Paiva,
“de acuerdo a las variaciones del Índice de Remuneraciones Reales del
INE, los salarios, de junio de 2009 a diciembre de 2009, suman un
reajuste de 3,6 %, y el complemento de los últimos 5 meses, de diciembre
de 2009 a mayo de 2010, caen 0,4 %, según la metodología de la
Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Vale decir
quelas remuneraciones reales mensuales han aumentado apenas un 0,3 %
promedio. Esto se debe a que el empresariado ha tratado históricamente
de bajar los costos por donde sea, y el máximo de disminución de costos
que tiene a su disposición se encuentra en los salarios”.
Para el economista Patricio Guzmán S.,
“la encuesta de presupuestos familiares del Gran Santiago, entre 1997 y
el 2007, arrojó que la participación del ingreso del 20 % más rico bajó
su participación de un 53,4 % al 51,9 %. Sin embargo, ya no en el
ingreso, sino que en el gasto, el 20 % más pobre pasó de gastar el 5,2 %
al 8,9 %. Mientras, el 20 % más rico pasó de gastar el 53,4 % al 43,7
%. “
-¿Por qué?
“Porque todos los quintiles, salvo el 20
% más rico, gastan más de lo que ganan. Sólo el quintil más rico es
capaz de ahorrar más de un 10 %. El 20 % más pobre, gasta un 171 % de su
ingreso debido al crédito usurero de las casas comerciales. Es decir,
estamos frente a un fenómeno de sobreendeudamiento. Los bancos de las
casas comerciales son como los antiguos “cocodrilos” o “tiburones”, esto
es, una banca dedicada a la usura legal.”
A su vez, Claudio Lara, señala respecto
de los créditos de consumo no bancarios que “los préstamos de las casas
comerciales representan una actividad perversa. Como la banca coloca
niveles de exigencia sobre el promedio, entonces la gran mayoría de los
chilenos, que son de menores recursos, piden en esas instituciones que
no ponen grandes exigencias, pero a costa de enormes tasas de interés.
Es decir, a los más pobres se les castiga, al que más necesita se le
cobra más.”
Como si no bastara, Lara explica que “El
sobreendeudamiento hace que gran parte del ingreso de las personas vaya
a pago de deudas. Y eso se ha convertido ya en una condición
estructural. Debido al bajo nivel de aumento de los salarios, y
paralelamente, al aumento del costo de algunos servicios básicos
(educación, salud, electricidad), el endeudamiento se impone como
necesidad. El sobreendeudamiento no refleja que la gente esté
económicamente mejor que antes, sino todo lo contrario. De hecho, en la
actualidad bajó la demanda de créditos hipotecarios, es decir, la gente
no tiene confianza en el sistema para endeudarse por un bien duradero.
¿Para qué es el endeudamiento de la gente entonces? Para pagar gastos
cotidianos, servicios, alimentación”.
El sobreendeudamiento en Chile se
duplicó el 2000. Hoy el 60 % del ingreso promedio de las personasen va a
parar a pago de deudas. Por tanto, el incremento de los créditos
festinado por la banca los últimos días, sólo refleja préstamos para
cancelar deudas y no dinamismo económico. La gente no pide dinero para
comprar una casa. En el fondo, la privatización de los servicios
públicos se ha convertido en fuente de endeudamiento. Al respecto, Lara
dice que “toda deuda tiene un tope y un punto de quiebre. Y para ese
momento, las provisiones bancarias no alcanzarán.”
LA MUERTE SIN GLORIA DEL SERNAC FINANCIERO
Desde hace poco está en discusión e
incluso ya ha ingresado al Congreso, un proyecto para crear una suerte
de Sernac Financiero. Como era de esperar, la Asociación de Bancos
(gremio de los dueños del sistema financiero que opera en el país), no
está de acuerdo, y su presidente -el que casi fue embajador de Piñera en
China- Hernán Somerville, manifestó que ya existían suficientes regulaciones para el sector.
Sin embargo, para el representante de
los trabajadores bancarios, Luis Mesina, “No existe ninguna regulación.
Al señor Somerville se lo hemos indicado reiteradamente. Él quizás no
tenga ningún problema con la banca, porque no conoce los bancos, ni ha
hecho filas jamás. La situación clama regulaciones profesionales para
que se garanticen los derechos mínimos de los usuarios. De lo
contrario, se pone en riesgo la propia perduración de la industria
financiera, porque tarde o temprano, la banca dejará de ser exitosa, la
gente ya no le cree. El señor Somerville no tiene ningún tipo de
autoridad para pronunciarse sobre esta materia. Los que tienen que
hablar de un Sernac Financiero son los afectados, la gente, no los
dueños de las instituciones. Es el mundo al revés.”
En este sentido, el economista Claudio
Lara aclara que “Desde un principio la banca se opuso a ello. Este es
uno de los pocos países en el mundo en que no hay contrapeso entre una
institución tan poderosa como la banca y los usuarios. La lógica del
Sernac Financiero apuntaba a llenar ese vacío. Pero producto de las
presiones de los dueños del sistema financiero, el tema se reducirá a
una unidad más de Sernac que se va a especializar en el tema financiero;
es decir, ya quedó sin fuerza. ¿Qué facultades podemos esperar de una
unidad financiera del Sernac a la hora de defender los derechos de los
usuarios?”
-¿Y la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras?
“La Superintendencia de Bancos e
Instituciones Financieras trata de asegurar un buen servicio de parte de
los bancos a través de la información. Pero la SBIF sólo está
preocupada de la oferta, de la banca. Su propósito no es colaborar con
el consumidor. No hay competencia en el sistema frente a la alta
concentración del negocio del crédito. Mientras no haya una reforma
sustantiva en el sector, las cosas seguirán tal cual.”
LAS EVENTUALES SALIDAS
Luis Mesina informa que “No es posible
que haya entidades financieras que estén rentando por sobre el 30 % del
capital. Claro, el diferencial entre la compra de dinero de un banco y
la venta a los usuarios en Brasil es el más grande del mundo, pero las
utilidades de la banca que opera en Chile es la más alta del planeta”.
-¿Y qué hacer?
“Abrir una amplia discusión sobre la
legitimidad que tienen las operaciones financieras. Uno de los grandes
directores del Banco Santander, Francisco Luzón,
señalaba que la banca española en Brasil y en Chile, con la rentabilidad
que en nuestros países obtiene, parte a comprar activos a los EE.UU. Es
decir, nosotros estamos sirviendo de plataforma para que las grandes
transnacionales compren activos y se enriquezcan en otras latitudes, con
el subsecuente deterioro de nuestra calidad de empleo, condiciones de
salario, aumento de la brecha de la distribución de ingresos, y bajo la
estrategia de una banca que no funciona para potenciar sectores
emergentes de la economía. La banca es cortoplacista, sólo busca la alta
tasa de rentabilidad en el menor tiempo posible. Cada vez hay más
reclamos de los usuarios respecto de la banca y el retail. Las
instituciones comerciales hoy son parte de la industria financiera. Su
rentabilidad no se encuentra en la venta de pantalones o estufas, sino
en la venta de dinero a tasas escandalosas. Esas utilidades, basadas en
la usura contra la gente corriente, es la que les permite extenderse a
otras latitudes.”
Una vía para compensar la usura
financiera sería contar con un banco público, papel que debiera caberle
al BancoEstado. Sin embargo, el economista Claudio Lara concluye que “El
BancoEstado opera bajo la lógica privada; es un actor más del sistema. Y
hablamos de un actor abusivo. Cuando el gobierno de Bachelet entregó
amplia liquidez a los bancos el 2009, y después, todas las entidades
gozaron de las facilidades gubernamentales para pedir prestado a causa
del terremoto, el BancoEstado mantuvo sus mismas tasas de interés ante
las pequeñas y medianas empresas. De hecho, aprovechó para ganar
participación en el mercado. Lo único que queda estatal del BancoEstado
es la red extensa a lo largo de todo el país de sus sucursales. Pero en
lo demás, es igual. Sus tasas no presionan a la baja. Y entre sus
trabajadores también se ha impuesto la subcontratación y la
precarización. En Chile no hay un banco público.”
Fotografia: cronicadesociales.org
fuente, vìa :
http://www.elciudadano.cl/2010/08/29/la-banca-usurera-de-cada-dia-la-verdad-sobre-la-industria-del-credito-y-la-deuda/
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